Latinoam�rica
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El ex ministro Santos y todo los miembros del Gobierno deben pagar por sus cr�menes
Fernando Dorado
En Colombia los dem�cratas debemos defender �con absoluta claridad� la
autodeterminaci�n de las naciones. El ex-ministro J. M. Santos y todo el
gobierno de Uribe cometieron un delito internacional cuando autorizaron el
ataque contra el campamento de las FARC (31.03.08) en territorio ecuatoriano. No
es s�lo el asesinato de un nacional ecuatoriano sino que se atent� contra la
integridad f�sica y pol�tica de nuestra hermana naci�n. Los dem�cratas
colombianos - sin ning�n temor - debemos apoyar los fallos de la justicia
nacional e internacional. Que den la cara y paguen sus cr�menes.
El problema de la guerra interna � que Uribe quiso convertir en un problema de
terrorismo internacional con la ayuda de Bush �, pero que en la pr�ctica ha
terminado siendo un conflicto funcional al modelo de intervenci�n territorial
que el imperio ha dise�ado para Colombia, es un problema eminentemente
nacional. La teor�a de la leg�tima defensa ha sido derrotada de plano en el
seno de la OEA.
Ese ataque ten�a que concertarse con el gobierno ecuatoriano. Si ten�an
desconfianzas sobre la actitud del gobierno de Correa frente a la guerrilla,
debieron haberlas planteado en su momento. Uribe puso en primer lugar la
necesidad de liquidar a un dirigente guerrillero y montar la operaci�n medi�tica
de los "computadores de Reyes", subordinando as�, los verdaderos intereses
nacionales de nuestro pa�s, que no son otros que mantener buenas relaciones con
nuestros vecinos. Adem�s, alevemente desconocieron las pr�cticas jur�dicas
internacionales y violaron la soberan�a de otra naci�n.
Uribe viene rega�ado de Washington. Obama no lo apoy� en sus sue�os
bonapartistas y no le prometi� nada en cuanto al TLC. Para cubrir su humillante
derrota, para ocultar su vulgar arrodillamiento ante el imperio, posa ante los
colombianos de bravuc�n frente a nuestros hermanos ecuatorianos. Profundizar
en la denuncia del falso patriotismo de Uribe es una tarea urgente, y a la
vez, sin vacilaciones, exigirle a las FARC que dise�e un verdadero proceso � de
frente a la sociedad y con ella misma � de entrega unilateral de los
secuestrados y de reconciliaci�n pac�fica de los colombianos.
Esa lucha guerrillera armada � dislocada del movimiento democr�tico-popular que
est� en pleno avance en Am�rica Latina � se ha vuelto utilizable por el modelo
de intervenci�n territorial y pol�tica del imperio norteamericano. Es m�s que
urgente que no se le sigan dando oportunidades al imperio y a la oligarqu�a
reaccionaria colombiana para insuflar de falsos nacionalismos a nuestros
compatriotas colombianos con montajes medi�ticos como el de la "operaci�n
jaque".
En ese sentido debemos ser absolutamente claros y consecuentes. Con esas mismas
convicciones debemos felicitar al presidente Ch�vez, por solidarizarse - con su
conocida verticalidad y efervescencia - con todos los pueblos del mundo (caso de
Palestina, Honduras, etc.) pero que, por favor, no violente los principios de la
autodeterminaci�n de las naciones, lanzando amenazas de intervenci�n b�lica, que
lo �nico que provocan es rechazo. Son manifestaciones innecesarias que le dan
motivos y excusas a las oligarqu�as reaccionarias como las de la misma
Venezuela, Honduras, Colombia, Bolivia y Per�, para reforzar falsos
nacionalismos entre nuestros pueblos. Tales actos ayudan a retrasar los procesos
de cambio democr�tico-popular y de integraci�n regional que vienen avanzando en
Am�rica Latina.