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Globalización y terror: Horror e hipocresía de Perú a Nicaragua
Toni Solo
Tortilla con Sal
Hay una profunda conexión entre las respuestas de los países ricos a la
crisis económica - completamente previsible - de su sistema depredador e
inhumano, y los horrores de los regímenes más represivos en América Latina –
México, Colombia, Perú. El Dr. Frankenbernanke y sus acólitos en la Reserva
Federal ponen sus chaquetas blancas y se esfuerzan para subir a la torre gótica
más alta e inflacionaria posible los restos podridos de los grandes bancos de
Wall Street. Allí arriba, rezan para que un rayo le devuelva la vida a su
difunto.
Buscan el crecimiento económico pero rehúsan admitir que la inflación, que en
paz descansa, de los precios de bienes, que quieren hacer volver a vivir, haría
casi nada para aumentar el Producto Interno Bruto real. Cuando los precios de
bienes se inflan, la producción real de la economía tiende a estancar. Para la
mayoría de la gente, eso implica un estancamiento también de sus ingresos y los
salarios. Sin embargo, los precios suben. Entonces la mayoría de la gente y sus
familias se endeudan para poder mantener su nivel de vida. No se necesita saber
de astrofísica para entender eso, es sencillo. Sin embargo, el Dr.
Frankenbernanke y sus colegas siguen esperando ese rayo.
El empobrecimiento de la mayoría de las personas y familias que tenían ingresos
medianos o bajos fue un elemento clave en la creación de la burbuja de crédito
impulsado por sabe-lo-todo libremercaderos como, por ejemplo, Alan Greenspan o
Gordon Brown. Rehusaron admitir que un mercado libre nunca ha existido. Lo que
sí existe son mercados regulados de una manera buena o de una manera mala.
Arrogantes como son, quitaron despiadadamente la buena regulación de sus
mercados, para acelerar la catástrofe ya predecible de su sistema.
En todo el mundo, durante la burbuja, para las mayorías empobrecidas los
salarios e ingresos reales disminuyeron. Los recursos naturales fueron
despilfarrados y degradados por empresas transnacionales que usaron su poder
para intimidar y hostigar a los pueblos y gobiernos hasta que consiguieran
costos de producción más bajos y ganancias más altas. Los gobiernos que
resistieron el hostigamiento se volvieron blancos de la desestabilización. Uno
piensa en el caso de los esfuerzos del Presidente Jean-Bertrand Aristide de
lograr mejores condiciones de vida para el pueblo de Haití, antes del golpe que
lo depuso – un golpe organizado por los gobiernos de Estados Unidos, Canadá y
Francia.
América Latina – otra vez conejillo de indias del imperio
América Latina y el Caribe son un lugar apropiado dónde encontrar los horrores
acostumbrados que resultan de la anarquía asesina y destructiva del capitalismo
corporativo de consumo. La masacre de manifestantes indígenas en Perú que
defendieron su ambiente natural resultó directamente del compromiso del gobierno
de Alan García en la aplicación forzada de los términos del Tratado de Libre
Comercio entre Perú y Estados Unidos, un tratado que fue negociado en contra de
los intereses de la mayoría empobrecida de Perú. Hasta el momento, ni Estados
Unidos ni la Unión Europea han hecho ninguna conexión entre la negación por el
gobierno de Perú de los derechos más fundamentales de las personas, de su pueblo
y los programas de cooperación para el desarrollo que ellos tienen con el
régimen asesino de Alan García.
En contraste, los gobiernos de Estados Unidos y de la Unión Europea hostigan a
Nicaragua, el país centroamericano más exitoso, en términos relativos, en muchos
indicadores económicos y sociales importantes, especialmente la reducción de la
pobreza. El 12 de junio, la entidad semi-estatal estadounidense, la Cuenta Reto
del Milenio, declaró que iba a cortar US$62 millones en financiamiento de
proyectos en Nicaragua en base al argumento espurio que el gobierno del Frente
Sandinista de Liberación Nacional no hubiese cumplido con promover la democracia
en el país. Se refiere a los falsos reclamos de fraude electoral de parte de la
oposición fracasada en Nicaragua, apoyado descaradamente por los representantes
locales de los gobiernos de Estados Unidos y de Europa. Hay que recordar que
cuando una verdadera victima de fraude electoral, Andrés Manuel López Obrador en
México, hizo sus reclamos en 2006, los gobiernos de Estados Unidos y de Europa
miraron por otro lado.
Ahora es probable que los representantes de la Unión Europea, y algunos de sus
gobiernos miembros, vayan a seguir el ejemplo de Estados Unidos y cortan decenas
de millones de dólares de la cooperación para el desarrollo para el gobierno de
Nicaragua. El actor principal en este proceso es el embajador estadounidense
Robert Callahan. Antes, en su larga carrera, Callahan apoyaba la organización de
escuadrones de muerte en Honduras durante la guerra sucia de Álvarez Martínez y,
más recientemente, en Irak para contrarrestar el impacto sobre las fuerzas de
ocupación yanqui de la resistencia sunni. Ahora, más viejo, Callahan se contenta
con hundir a una población ya vulnerable aún más en la pobreza – una manera
menos dramática de matar que sus métodos anteriores, pero igualmente eficaz.
Aumenta la razón hipocresía-muerte
En Perú, la represión de parte del gobierno, de organizaciones indígenas, de la
oposición política radical, de los medios de comunicación disidentes, ha sido
común por muchos años. Fue así durante los regímenes de Fujimori y de Alejandro
Toledo y ahora es así con la segunda administración de Alan García. García huyó
de Perú en 1992 para evitar investigaciones de corrupción y también de las
masacres de cientos de personas cometidos durante su primer gobierno. La
reciente masacre en Bagua marca un retorno a su siniestro pasado.
Es chocante, el contraste entre las medidas drásticas que aplican los gobiernos
de Estados Unidos y Europa a Nicaragua y la suavidad que aplican a Perú y a
otros gobiernos represivos como los de México y Colombia. Ese contraste indica
no sólo la hipocresía habitual de los gobiernos imperialistas, sino también la
crónica auto-dramatización adolescente de sus élites narcisistas. A pesar de
todos los datos concretos, sea con el embuste agradable de Barack Obama o sea el
engaño descarado de tipos como Gordon Brown, los representantes de Estados
Unidos, Canadá y sus aliados europeos insisten en proyectarse como defensores
intrépidos de los derechos humanos y de la democracia y como promotores sinceros
de la reducción de la pobreza.
En América Latina, los países como Colombia, México y Perú se han destacado por
muchos años por los masivos y constantes abusos de derechos humanos. Casi no
pasa ni un día sin ser reportado algún abuso nuevo en aquellos países:
pobladores víctimas de disparos de la policía o militares, sindicalistas
asaltados o asesinados, la negación de la asamblea libre, amenazas contra
comunicadores sociales, detenciones ilegales, la tortura, la violación y el
abuso por las fuerzas de seguridad. A pesar de todo, el gobierno estadounidense
y sus aliados han apoyado a los gobiernos de aquellos países con cientos de
millones de dólares en fondos de cooperación para el desarrollo y con miles de
millones de dólares en asistencia militar.
Mientras la venalidad y complicidad del gobierno estadounidense han sido bien
documentadas, menos ha sido lo de la hipocresía de la Unión Europea y sus
gobiernos miembros. Ellos suministran un poco menos de la mitad de la asistencia
oficial para el desarrollo que recibe el gobierno de Perú. Sin embargo, no hay
ninguna señal de alguna intención de aquellos países europeos de condicionar su
ayuda a un debido respeto por los derechos humanos de parte del régimen asesino
de Alan García.
Con respecto a México, en mayo de 2009, el Sexto Consejo Conjunto de la Unión
Europea y México emitió un comunicado que incluyó lo siguiente: "Ambos
Delegaciones.... acordaron que el objetivo principal de esta Asociación es la
promoción en conjunto de sus valores y principios comunes en el área
internacional, por medio de asuntos globales de interés mutuo, dentro de foros
multilaterales claves e instituciones internacionales, además de la provisión de
un ímpetu renovado para la cooperación bilateral en todos los campos."
El comunicado constituye una confirmación sorprendentemente franca que Europa
comparte los valores del gobierno mexicano: fraude electoral, apoyo casual de
femicidio, corrupción desde arriba hasta abajo, fuerzas de seguridad brutales e
inhumanos, en breve, todo el paquete antihumanitario y opresivo de gobierno
corrupto de Felipe Calderón.
El documento surge del mundo de fantasía del doble rasero selectivo que fluye
naturalmente de los imperativos estratégicos de la Unión Europea en el campo
político y económico. En aquel mundo fantástico, violencia y abuso masivo contra
la gente en Atenco o en Oaxaca, el hostigamiento sistemático del pueblo indígena
en Chiapas y otros estados mexicanos, el femicidio contra las mujeres de Ciudad
Juárez, el fraude electoral masivo de 2006, todo eso – como el laureado Nóbel
Harold Pinter habría observado – nunca ocurrieron, no pasó nada. Para la Unión
Europea y sus Estados miembros, México no presenta ningún motivo significativo
para inquietudes con respecto a los derechos humanos o la democracia.
En Colombia, la Unión Europea actualmente aumenta su ayuda, supuestamente para
priorizar los esfuerzos de resolver los problemas sociales causados por la
guerra civil que ha afectado el país por muchas décadas. La Unión Europea hace
eso a la misma vez que el régimen narco-terrorista del Presidente Álvaro Uribe
aumenta su hostigamiento de destacados líderes de la oposición parlamentaria
como Piedad Córdoba o Jorge Enrique Robledo. De la misma manera que en México y
Perú, los gobiernos de Estados Unidos y Europa hacen caso omiso de la represión
y los abusos para apoyar al régimen odioso y corrupto de Álvaro Uribe. Una vez
más, no podría ser mayor el contraste con sus políticas hacia Nicaragua.
En todos estos casos, como en otras regiones del mundo, por ejemplo en
Palestina, Afganistán, Congo, Sudan o Haití, los europeos actúan para
complementar la política regional de Estados Unidos. Juntos(,) apoyan a
regímenes culpables de los abusos más claros de los derechos más básicos a la
vida y a la integridad de las personas – desde Israel hasta Marruecos, desde
Guinea Ecuatorial a Colombia, desde Uzbekistán a Etiopía. Apoyan la impunidad de
los crímenes de esos gobiernos. Por otro lado, juntos también, castigan a un
gobierno profundamente humano como el de Nicaragua que ha mejorado
dramáticamente sectores cruciales para la población como salud, educación,
acceso a agua potable y seguridad social, a la vez que garantizan la estabilidad
económica.
Navegando al por qué de la hipocresía
Si uno pregunta por qué el gobierno estadounidense y sus aliados europeos se
comportan en Nicaragua con aún más de su acostumbrado sadismo e hipocresía, la
respuesta probablemente se halle en dos recientes reuniones que tuvieron lugar
en el Caribe y en los Urales. El 12 de junio 2009, líderes de los países
miembros de Petrocaribe – la gran mayoría de los países de Centroamérica y el
Caribe – se encontraron en San Cristóbal y Nieves para analizar una
profundización y una ampliación de los mecanismos de Petrocaribe para la
cooperación en seguridad energética y en seguridad alimentaria. Ese mismo fin de
semana, el Presidente da Silva de Brasil se reunió con los líderes de Rusia,
China e India en la ciudad rusa de Yekaterinburg para hablar de su ya avanzada
coordinación en temas de comercio e inversión y de la crisis económica
internacional. Seguramente las discusiones giraron un poco alrededor del tema
del paulatino colapso del dólar estadounidense como moneda de reserva
internacional.
El imperativo (propuestas: la prioridad, la necesidad) de la unidad, combinada
con una defensa firme de la autonomía y la soberanía, la solidaridad regional y
la crisis internacional se destacan como temas principales en las dos cumbres.
Nicaragua ha jugado un papel muy importante en el desarrollo del Petrocaribe en
Centroamérica y en su promoción en la región, junto con el marco económico más
amplio de la Alternativa Bolivariana para las Américas – ALBA. Una gran parte
del éxito del gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional en Nicaragua
ha resultado de su habilidad en saber combinar los recursos derivados de su
membresía del ALBA y su política de acercamiento comercial y diplomático a Rusia
y a Irán, con sus relaciones tradicionales en términos de cooperación para el
desarrollo con Estados Unidos, Canadá y Europa y otros países como Japón y
Taiwán.
Mediante amenazas y recortando el acceso de Nicaragua a los recursos de
asistencia para el desarrollo de parte de Europa y Norte América, los poderes
del Bloque Occidental buscan negar al gobierno de Nicaragua la liquidez
requerida para ejecutar con éxito su programa extremadamente exitoso de
estabilidad económica y progreso social. Los hechos probablemente moverán
rápidamente en lo que resta del año 2009. Un marcador clave será las posiciones
adoptadas en la cumbre del 24 de junio en Carabobo en Venezuela, donde los
miembros existentes del ALBA darán la bienvenida a Ecuador como miembro pleno.
El ALBA se está consolidando como un bloque fuerte y coherente para promover y
avanzar concretamente el comercio y la cooperación económica. Los países del
ALBA ya han acordado con Ecuador una unidad monetaria común, el Sistema Único de
Compensación Regional (SUCRE), para usar en el futuro para el comercio entre los
países del ALBA. Otros países, como Brasil, Argentina y China ya han acordado
sistemas de trueques de divisas para eliminar el dólar en sus relaciones
comerciales. Rusia y China están pensando hacer lo mismo para su comercio
bilateral también.
2009 – un panorama probable para América Latina
Para el fin de 2009, tres o cuatro bloques económicos podrían ser claramente
definidos en América Latina. Algunos países podrían caer en más de uno de estos
bloques. Uno consistirá de los aliados decididos de los Estados Unidos – México,
Chile, Perú y Colombia. Otro bloque será de los países del Mercosur. Los países
del ALBA formarán un bloque definido por su determinación de crear un modelo
basado en la solidaridad y la cooperación capaz de resistir no sólo al
imperialismo del Bloque Occidental sino también al subimperialismo de Brasil.
El mundo no va a esperar mientras Estados Unidos y Europa buscan cómo salir del
relajo que han hecho de sus economías. Otros bloques regionales trabajarán
duramente para deshacer el asimiento improductivo de los Estados Unidos sobre
las palancas del comercio e inversión internacional. En términos políticos ese
fue el verdadero significado de la reciente derrota de Estados Unidos en la
Organización de Estados Americanos sobre Cuba. La mayoría de analistas
económicos piensa que son los llamados mercados emergentes que van a salir mejor
de la profunda recesión global que Estados Unidos y Europa. Eso quiere decir que
lo demás de la economía global probablemente crecerá un poco más rápido, lo que
implica, en su turno, un aumento paulatino pero seguro en la demanda para
materias primas. Eso también implica un aumento en los precios.
Mientras el excedente actual del petróleo rápidamente se consume, los recortes
recientes en la producción y la subinversión (no sólo en infraestructura de
producción sino también en la capacidad para refinar el crudo) probablemente
implicarán que los suministros pronto se encontrarán adelantado por la demanda.
Por un período, eso hará el petróleo más caro. Entonces el precio podría subir
hasta US$90 el barril o más antes de recaer de nuevo, cuando la producción
alcance niveles más adecuados. Será difícil para las autoridades financieras en
Estados Unidos y sus aliados en los Bancos Centrales de Japón y Europa volver a
ingeniar nuevos "vuelos hacia la seguridad" en bonos tesoreros estadounidenses,
como hicieron en el último trimestre de 2008.
Las entidades e instituciones que tengan aquellos bonos estadounidenses,
entienden con cada vez más urgencia que jamás van a recuperar algo cerca del
valor original que pagaron. Entonces el dólar probablemente resumirá la caída
que fue interrumpida tan abruptamente en julio de 2008. Los efectos
inflacionarios en la economía doméstica de Estados Unidos probablemente
acelerarán con el auge en actividad económica fuera de Estados Unidos y Europa,
gracias en parte, quizás, a la diferencia en la velocidad monetaria en las
transacciones fuera de Estados Unidos en comparación con la velocidad monetaria
dentro de Estados Unidos. Mientras el fantasma de una hiperinflación parece ser
muy exagerado para el momento, una estanflación aguda probablemente atormentará
Estados Unidos y Europa para los próximos dos años.
La futilidad vengativa de Estados Unidos en declive
Será el resto del mundo que repara y recupera la economía global, con resultados
geopolíticos sobre que uno sólo puede especular. El rechazo increíble de las
autoridades estadounidenses de abandonar sus esfuerzos para volver al estatus
quo ante, seguramente ha condenado Estados Unidos al estancamiento económico
para los próximos tres o cuatro años por lo menos. En vez de reestructurar su
sistema de finanzas e invertir de una manera productiva y democrática, las
autoridades estadounidenses han elegido rescatar su podrido sector financiero
para permitir a los oligarcas a regresar a sus apuestos en los mercados de
derivados, de materias primas y de divisas. Para 2011-2012 lo demás del mundo
habrá avanzado, mientras que en Estados Unidos la productividad estará en apuros
por motivos del mismo tipo de subinversión que caracterizaba el Reino Unido
durante su declive relativo como poder imperial.
En ese contexto, al atacar económicamente al gobierno de Nicaragua, los
gobiernos de Estados Unidos y de Europa esperan poder herir gravemente al ALBA y
disuadir a otros países centroamericanos de seguir el ejemplo de Nicaragua.
Ellos esperan que, si lograran dañar la capacidad del gobierno del Frente
Nacional de Liberación Sandinista, de realizar con éxito su programa de gobierno
visionario y profundamente humanitario, ayudarán a sus apoderados locales en la
oposición política nicaragüense. Así esperan garantizar una derrota electoral
del FSLN en las elecciones presidenciales de 2011. Si para lograr eso se
requiere negar asistencia para el desarrollo al pueblo de Nicaragua, pues, es
precisamente lo que los gobiernos de Estados Unidos y Europa harán, en
conformidad con su trayectoria histórica de interminable hipocresía y sadismo.