Latinoamérica
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Dilma, el nuevo desafío
Emir Sader
Carta Maior
Luego del conocimiento público de que la precandidata del PT a suceder a Lula, Dilma Russeff, padecía un cáncer linfático, los poderosos medios de comunicación brasileños sembraron con maledicencia interrogantes sobre su futuro político. El profesor Emir Sader, miembro del Consejo Editorial de SinPermiso, respondió de esta manera en su columna de la Agencia Carta Maior.
La vida de Dilma Rousseff fue hecha de desafíos. No es preciso escudriñarla
desde su precoz juventud política, para saberlo. Fue parte de la generación que
tuvo la felicidad de vivir la juventud en la década de los 60, como uno de sus
mejores miembros, se integró a la resistencia a la dictadura militar con todo lo
que aquello implicaba para nuestra generación. Llegamos a militar juntos en la
misma organización, en aquellos momentos cortos, pero tan intensos, que marcaron
para siempre la vida de las personas. Casi se pude decir que conforme a la
manera como cada cual enfrentó aquellos desafíos, marcó definitivamente su
carácter y hasta incluso el sentido de su vida.
Dilma fue de aquellas personas que enfrentaron con mayor altivez los peores
momentos de la vida de una persona – ser sometida a la tortura –, por los
sufrimientos físicos incomparables que eso significa y por los cobardes dilemas
morales que pretende imponer: continuación del sufrimiento o entrega de datos
que permitan detener y someter a otros compañeros a los mismos sufrimientos,
comprometiendo también el trabajo de resistencia a la dictadura.
El vídeo de la declaración de Dilma en el Congreso, donde fue interpelada sobre
por qué había mentido durante la dictadura militar, es uno de los momentos más
bonitos de la historia política brasileña, de aquellas que revela, de cuerpo
entero, lo que es una persona. Su dignidad, su altivez, su sinceridad, su
lección de política y de ética, demostraron la superioridad moral por la que
luchó y lucha, la vida entera, por una sociedad justa. Puso en su justo lugar
quien estuvo del lado de la resistencia a la dictadura y a quienes
convocaron el golpe militar, lo apoyaron, le dieron cobertura a sus actos de
terror y lucraron económicamente con ella.
Quien superó con toda dignidad todo aquello, tiene fuerza ahora para seguir
adelante, como Dilma siguió.
Como ella reitera siempre, se enorgullece de haber participado en la
resistencia, no tiene de que arrepentirse y se enorgullece también de nunca
haber cambiado de lado.
Secretaria de Gobierno del PT, en Río Grande do Sul, se ganó el respeto de todos
con capacidad de trabajo, con la abnegación, con la resuelta seriedad con que
afrontó y resolvió los problemas, corroborando su trayectoria de transparencia,
de competencia y de espíritu público que la caracterizan.
Participante desde el primer momento en el gobierno de Lula, supo consolidar ese
respeto, al punto de ganar la confianza de Lula en un momento difícil y asumir
el cargo más estratégico del gobierno, siendo la principal responsable del gran
giro que permite el inmenso apoyo social conquistado por las políticas
gubernamentales.
Fue en esa condición que fue elegida por Lula, con amplio apoyo del PT, para ser
candidata a la sucesión presidencial. La enfermedad que la aflige no será un
obstáculo para seguir en su trayectoria victoriosa. Será más bien un desafío,
aunque por el rostro radiante y la transparencia con que anunció su tratamiento,
ya se ve que no se trata sino de un desafío más en una vida marcada por los
desafíos.
Dilma es la mejor candidata a la presidencia y quien mejor puede conducir al
Brasil del actual gobierno a uno que rompa definitivamente con las malezas que
sobreviven en el país. Porque, si más no, el actual gobierno logró desviar la
aguja en dirección a disminuir una desigualdad vergonzosa; retomó el tema del
desarrollo, intrínsecamente vinculado a las políticas sociales, y consiguió que
el Brasil resistiera bravamente a la crisis y comience a prepararse para salir
de ella como un país más fuerte y más justo. Dilma es la gran conductora de ese
desafío, uno más, que será superado victoriosamente. Como los otros.
http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=2541
Emir Sader es miembro del Consejo Editorial de SINPERMISO.
Traducción para www.sinpermiso.info: Carlos Abel Suárez