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¿Quién contrató y financió al mercenario Rózsa para dividir Bolivia?
En un video-testamento, el mercenario ultraderechista boliviano-croata Eduardo Rózsa asegura que fue contratado para dividir por las armas Bolivia y lograr la independencia de Santa Cruz, el bastión de la racista oligarquía criolla y de los 100 poderosos clanes que son dueños de la vida, los grandes negocios y la tierra
Econoticiasbolivia y ABI
El boliviano croata Eduardo Rózsa Flores, articulador de un grupo de terroristas internacionales y abatido el jueves último por la Policía boliviana, desveló que su misión en Bolivia era promover, por la vía armada, la secesión de Santa Cruz y la conformación de un nuevo Estado, durante una entrevista concedida en octubre último a un periodista croata, Andras Kepes, en la que también confirmó la existencia de organizadores y financiadores locales del movimiento separatista.
"Pasaré de Brasil a Bolivia y comenzaré a organizar una milicia, basada en la decisión de Santa Cruz" de obtener una autonomía de corte federalista, sostuvo en la entrevista que circula en la internet y que fue reproducida el martes por la noche en medios privados de televisión y reseñada por la agencia gubernamental ABI.
"No voy allí a atacar a La Paz o ayudar a organizar un ataque sobre la capital (La Paz) e irme contra el Presidente (Evo Morales) Esto es la defensa (..) tiene que ser organizada la resistencia" en Santa Cruz, declaró Rózsa Flores, jefe de un batallón internacional que combatió entre 1991 y 92 por la secesión de Croacia, en una guerra de limpieza étnica y religiosa en los Balcanes, que promovió la desintegración de la Yugoslavia de Joseph Tito.
Rózsa Flores, nacido en 1960 en Santa Cruz, hijo de padre croata y madre boliviana, que ingresó ilegalmente a Bolivia por la extensa frontera con Brasil, se estima entre setiembre y octubre último, confió a al periodista Kepes que respondía a una organización montada en Bolivia y que buscaba la independencia por la vía armada de Santa Cruz.
"Si ellos, el gobierno (de La Paz), no permiten la autonomía de Santa Cruz, Santa Cruz está dispuesto separarse de Bolivia", declaró en húngaro el mercenario, un controvertido personaje que se desempeñó como corresponsal, poeta y escritor y que devino en la milicia ultranacionalista de Croacia.
"No estoy yendo a la selva boliviana a jugar al Che Guevara", comandante argentino cubano que en 1967 intentó prender la revolución internacionalista desde Bolivia, apostrofó según la reseña de la ABI.
Una vez encendido el foco secesionista y constituidos grupos armados en Santa Cruz, "entonces declararemos hacia afuera la independencia (de esa región boliviana) y crearemos un nuevo país", admitió durante la entrevista, cuyos fragmentos pasaron las televisoras Unitel y PAT.
Desde principios del 2008, Santa Cruz y todo el oriente boliviano se había convertido en el eje de la rebelión oligarquía derechista contra el presidente indígena y era el bastión de los denominados 100 clanes familiares, virtuales dueños de vidas y haciendas y que además controlan la agroindustria, el comercio exterior, la banca y los grandes medios de comunicación.
Los clanes familiares ya se han apoderado de las tierras más fértiles de Bolivia y han levantando gigantescos latifundios, sobre los que han edificado un creciente poder económico y político, manejando a su antojo las principales organizaciones empresariales, cívicas e incluso populares de las regiones orientales y del sur del país (Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija), desde donde han conspirado para echar abajo al "indio presidente" e intentaban armar su propio Estado, con su Parlamento y Policía propia y con el control absoluto sobre la tierras, los impuestos, la educación y los impuestos (ver "La rebelión de los 100 clanes").
Rozsa, aunque no identificó a sus financiadores ni mencionó a los 100 clanes, reveló que su misión recibía el financiamiento de grupos específicos en Bolivia.
"Los organizadores proveerán el financiamiento y las armas, las mismas que se obtendrán al margen de la ley. Probablemente desde Brasil, porque en Bolivia el comercio de armas no es legal", entró en detalles.
Rózsa, que contactó mercenarios de Hungría, Irlanda y Croacia y que filtró al país grupos de 17 presuntos mercenarios de diversas nacionalidades, sospechaba que el gobierno boliviano tenía evidencias de su presencia y movimientos en el país.
"Sospecho que el gobierno boliviano sabe de mis planes pero confío en escabullirme en medio del amplio territorio cruceño", afirmó en la entrevista de 49 minutos concedida por Rózsa, probablemente antes de partir de Zagreb a Bolivia y en momentos en que grupos civiles se tomaban en Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija aeropuertos y desbaratan oficinas públicas, en lo que el gobierno de Morales definió como un golpe de Estado cívico prefectural, finalmente abortado.
Rózsa Flores, de 49 años, fue abatido por la Policía boliviana el jueves último en un hotel de Santa Cruz junto al rumano Mayarosi Ariad y el irlandés Duayer Michel Martin.
Los dos europeos y el boliviano-croata, alojados en el cuarto piso del Hotel Las Américas, en el centro de Santa Cruz, contestaron con fuego una operación policial y en la refriega fueron abatidos, de acuerdo con informes de Policía.
Los choques armados se prolongaron por cerca de media hora, lapso después del que fueron aprehendidos sus cómplices, el boliviano Mario Tadik (o Fardig) y el húngaro Iedad Tóasó, encarcelados estos últimos en La Paz.
La Policía boliviana informó que un sexto integrante de la banda logró escabullirse en medio de la refriega.
Las pericias de policía desatadas el jueves último en Santa Cruz condujeron a un depósito de la Cooperativa de Teléfonos de Santa Cruz (Cotas, privada) en el campo de la Feria de Exposición Santa Cruz (Fexpo), que organiza la privada Cámara Agropecuaria, de Industrias y Comercio (Cainco), donde se halló un arsenal que las autoridades bolivianas suponen iba a ser utilizado para perpetrar diversos atentados terroristas en el país, sumido en una ambiente electoral a ocho meses de los comicios generales en el país.
En el depósito se encontraron varios cilindros de C-4, un explosivo de alto poder destructivo y de uso exclusivo militar, que no se fabrica en Bolivia.
La operación antiterrorista, por parte de un cuerpo de élite de la Policía de Bolivia, se registró horas después que desconocidos explosionaran un artefacto en las puertas de la residencia del cardenal boliviano Julio Terrazas, sin causar más daños materiales.
El presidente Morales y el vicepresidente Alvaro García Linera denunciaron un plan terrorista para asesinarlos, detrás de la célula de mercenarios encabezada por Rózsa Flores.
Fuente: lafogata.org