Latinoamérica
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"El pueblo en resistencia debe seguir su rumbo hacia la
Constituyente"
Entrevista con el presidente de Honduras Manuel Zelaya, a 100 días de
resistencia contra el golpe
Giorgio Trucchi
Rel-UITA
Ante la imposibilidad de acceder a las instalaciones de la embajada de
Brasil, presidiada noche y día por un impresionante cerco militar y aislada por
voluntad expresa del gobierno de facto, Sirel y otros medios de Italia,
Cataluña, Estados Unidos, Argentina y Venezuela logramos una entrevista
telefónica en exclusiva con el presidente constitucional de Honduras, Manuel
Zelaya Rosales.
El proceso de diálogo, el camino hacia la Asamblea Constituyente, la violación a
los derechos más elementales del pueblo hondureño, el papel de la comunidad
internacional, el proceso electoral, entre otros, fueron los temas planteados en
la entrevista.
-La semana pasada se ha reunido con diferentes sectores a nivel nacional e
internacional, ¿cuál es el estado actual de proceso de diálogo?
-El diálogo no es sincero de parte del gobierno de facto porque me tienen en un
cerco militar, solo me han mandado personas afines a ellos y representantes de
la comunidad internacional, como los miembros de la OEA, Canadá y los diputados
de Brasil.
No puedo hablar con miembros de la Resistencia, de mi gabinete, con empresarios
y religiosos. No permiten visitas, están entorpeciendo las llamadas telefónicas
y para hablar con ustedes tengo que venir a encerrarme en un cuarto con papel de
aluminio para poder comunicarme. Además han decretado una suspensión de
garantías constitucionales por 45 días y han cerrado medios de comunicación.
La gente quiere el diálogo, pero el régimen mantiene la represión y no está
siendo ni sincero ni abierto, sino todo lo contrario.
-¿Qué se espera de la visita de la OEA prevista para esta semana?
-Los Cancilleres podrían estar sometidos a un grandísimo riesgo de burla y de
escarnio si no vienen determinados a firmar el Plan Arias. La visita debe tener
este objetivo, porque si se trata solamente de seguir discutiendo bizantinamente
temas infinitos, los gobiernos americanos van a perder mucho de su credibilidad.
-Usted ha aceptado firmar el Plan Arias o Acuerdo de San José, en el cual no
se contempla la principal demanda del Frente Nacional Contra el Golpe de Estado,
que es iniciar un proceso para llegar a instalar una Asamblea Constituyente.
¿Esto supone una cesión por parte suya?
-El que va a firmar el Plan Arias soy yo como representante electo del pueblo
hondureño. El Plan tiene dos componentes: mi restitución para decirle no a los
golpes de Estado, que es lo que les interesa a los Presidentes latinoamericanos
para sentirse seguros de que se va a respetar la soberanía popular y de que no
se sustituya la voluntad del pueblo por una élite militar, económica y política.
El segundo componente son los procesos y reformas sociales y tienen que ver con
el tiempo. Yo me he comprometido a que antes de las elecciones no voy a tomar
ninguna iniciativa en ese sentido, pero eso no quiere decir que los procesos van
a detenerse. Yo nunca plantee la Constituyente para que se desarrollara durante
mi gobierno, sino para el próximo gobierno donde yo ya no voy a éser Presidente.
La Constituyente no es una facultad ni del Presidente, ni del régimen de facto,
ni de ningún otro grupo. Es una facultad del pueblo hondureño que, a través de
una consulta popular, puede determinar cuándo se va hacer. Por eso la firma del
Plan Arias es congruente con mi posición en relación con las reformas que tienen
que continuar.
-¿Qué relación mantiene con la Resistencia?
-La Resistencia me estaba acompañando antes del golpe de Estado para hacer una
consulta al pueblo sobre la Constituyente, pero la decisión de hacer una
Constituyente en Honduras corresponde al pueblo que es soberano. Si alguien
algún día quiere hacerlo tiene que empezar con una consulta popular como hice
yo.
Cuando se haga, habrá que determinar los mecanismos legales para presentar una
ley en el Congreso Nacional que sea de carácter obligatorio. Pero el Plan Arias
es un plan de emergencia para salir de una crisis de un Estado de facto, que al
mismo tiempo no paraliza los procesos sociales, ni mucho menos puede detener lo
que significa la voluntad del pueblo soberano.
Esto el algo que voy a firmar con el fin de restituir la democracia en el país y
no viola todos mis planteamientos que le hice al pueblo.
El 90 por ciento de la batalla la ganó el pueblo hondureño y la comunidad
internacional, y tengo fe que antes de dos semanas el problema estará totalmente
solucionado en beneficio de la paz que merece el pueblo, que no puede seguir en
este abismo económico y en una situación de ingobernabilidad en todo el país.
-El decreto ejecutivo ha desatado una mayor represión contra los derechos del
pueblo y actualmente su derogación es uno de los primeros puntos en la agenda de
negociación. ¿Cree que ha sido una estrategia de la derecha nacional e
internacional para desviar el asunto principal que es el golpe de Estado?
-Ese decreto es el mayor abuso de poder en la historia de Honduras. Es algo
inaudito. Solo se daba en los tiempos de Calígula o de Nerón, de los grandes
dictadores de la prehistoria de la civilización. Es intolerable, y la humanidad
entera debe exigirle al dictador que retire y clausure ese decreto.
-Cuando sea restituido en la Presidencia, ¿Cómo podrá gobernar con unas
instituciones controladas por los sectores que planearon y actuaron el golpe de
Estado?
-El principio esencial de la democracia es la división de poderes. Cuando un
poder es subalterno a otro no hay democracia.
En mi gobierno, el Congreso y la Corte Suprema de Justicia siempre estuvieron en
contra mía, conspirando hasta que se unieron para dar el golpe de Estado. Así
que yo no vuelvo a ningún paraíso, sino a la misma situación que viví a lo largo
de tres años y medio, pero con una lección aprendida, es decir que los golpes no
son autorizados en la democracia, sino el debate público y el diálogo pacífico.
-¿Qué papel jugaron las Fuerzas Armadas en el golpe?
-Las Fuerzas Armadas se unieron a la élite económica de una manera irregular, al
atender una orden de la Corte de Justicia después que yo separé del cargo al
general Romeo Vásquez Velásquez.
Cuando la Corte violó esa decisión y lo restituyó se dio la primera
inconstitucionalidad y el primer paso para que se diera el golpe de Estado.
-¿Existen sectores internacionales que han apoyado el golpe?
- Es cierto que han venido personas de afuera a apoyar el golpe, pero su origen
es la ambición de un grupo económico que gobierna y que hoy quiere monopolizar
no sólo la economía, sino los tres poderes del Estado. Esto es ambición pura y
cruda, y se han aprovechado de una circunstancia para echarle la culpa a
Venezuela, al comunismo, para decir que la Constituyente es un delito. Un montón
de especulaciones para buscar una justificación al golpe.
-Hoy estuvimos en el entierro del maestro Mario Fidel Contreras, una víctima
más de la represión. ¿Valieron la pena todos estos sacrificios?
-Los derechos humanos son una nueva conquista de la humanidad, tienen muchos
enunciados y son reconocidos por todos los países del mundo, y sólo se pueden
defender en regímenes democráticos, donde exista transparencia, participación
ciudadana y donde el pueblo sea respetado como soberano.
La batalla que Honduras está dando por el respeto a la soberanía popular va más
allá de nuestra frontera. Si fracasamos el mundo habrá perdido y tendríamos que
esperar varias décadas otra vez antes de volver a no permitir el retorno a la
violencia y a los golpes de Estado para parar procesos políticos.
En este sentido, los mártires y la sangre que se está derramando, el esfuerzo
del pueblo y el riesgo que mi familia y yo hemos asumido tienen el objetivo de
dejar huellas profundas a la humanidad, con el fin de hacer valer más los
principios que los intereses particulares.
Ningún esfuerzo va a ser en vano si obtenemos el resultado esperado, y el
despertar del pueblo hondureño tiene ya un valor inestimable dentro de nuestra
historia. El pueblo se quitó la venda de los ojos y las élites económicas se
quitaron las máscaras. Así que hoy podemos sentarnos a una mesa para hablar de
la realidad con todos los actores para llegar a una conciliación y a acuerdos.
Lamentamos que los muertos y los sacrificios los puso el pueblo, mientras ellos
siguen en sus banquetes disfrutando de una usurpación del poder que el mundo
condena.
-¿Van a quedar impunes los crímenes de la dictadura?
-Hace días estuve en Chile y Argentina donde se estaban procesando los culpables
de los crímenes de las dictaduras de hace unas décadas. Estos crímenes nunca van
a ser olvidados y la historia, el pueblo y la ley no los va a dejar impunes.
-Los candidatos presidenciales de los partidos tradicionales no pidieron su
restitución y aparentemente sólo les preocupa las elecciones. ¿Cómo ve usted
esta decisión?
-Yo soy un demócrata. He participado en doce procesos electorales durante 30
años.
A un Presidente no lo puede poner una cúpula militar o económica. Yo creo en las
elecciones como mecanismo para resolver los grandes conflictos de una nación. En
este sentido mi restitución garantiza las elecciones de noviembre, permite al
pueblo encontrar los caminos pacíficos y democráticos.
Los que no quieren un proceso electoral limpio y transparente y no creen en el
sistema electoral y político son los que dieron el golpe de Estado, que han
impuesto la represión contra el pueblo, han clausurado los medios para que no
haya competencia, que tienen restringidas las libertades públicas.
Mi restitución garantiza las elecciones, y si no me restituyen la comunidad
internacional y el pueblo van a desconocer esos resultados.
Los que estamos verdaderamente interesados somos nosotros, mientras que quienes
están interesados en desfigurar el proceso electoral, para quedarse en el poder
y desestabilizar el país, son los que están en la dictadura.
-Pronto se va a vencer el ultimátum para que Brasil defina su estatus estando
al interior de su embajada en Honduras. ¿Qué opina al respecto?
-Mi estatus es el de Presidente electo por el pueblo. Más bien le tendríamos que
preguntar a Micheletti cuál es su estatus y quién le nombró Presidente. Los
Presidentes son elegidos por el pueblo, y la Constitución dice que en su
ausencia absoluta, que se entiende el desaparecimiento físico, tiene que haber
una sucesión Presidencial.
Sin embargo, estando el Presidente aquí con una protección de Brasil, ¿cómo
puede haber otro Presidente? Yo estoy aquí con un estatus de Presidente
reconocido por Brasil y me están dando protección para que no pierda la vida
frente al acecho y las amenazas de este régimen.
-El lunes 5 de octubre se cumplen 100 días de resistencia contra el golpe.
¿Qué mensaje quiere enviar?
-Agradezco al pueblo hondureño y me mantengo firme. Ha sido una resistencia
heroica y exigimos la restitución de Radio Globo y Canal 36, que se derogue el
decreto ejecutivo y demandamos el cese a la represión. Pedimos a la comunidad
internacional que sea inflexible con los dictadores durante la visita de los
cancilleres de la OEA.
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