Argentina, la
lucha continua....
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UNASUR legitimó por unanimidad la instalación de bases norteamericanas en Sudamérica
Rómulo Pardo Silva
Las corporaciones globales lideradas por Washington dieron un paso más
hacia el dominio del mundo.
El texto "Estrategia suramericana. Libro Blanco, Comando de Movilidad Aérea (AMC)"
sobre Defensa de Estados Unidos, demuestra el carácter bélico extracolombiano de
su acuerdo de siete bases con Uribe. El Comando Sur de USA necesitaba un punto
en Sudamérica para sus operaciones de movilidad de tropas y pertrechos a frentes
de guerra y lo identificó en Palanquero, cerca de Brasil, desde donde se puede
cubrir en horas todo el continente, excepto el Cabo de Hornos. Una base que
formando parte del sistema de movilidad permite también intervenir militarmente
África.
En Bariloche los gobernantes de UNASUR una vez discutido el tema acordaron que
el Pentágono tiene derecho a instalar bases militares en todos sus países, si lo
desea y logra un acuerdo, a condición que no se amenace a los vecinos ni la
Región.
Condición puesta conociendo además del Libro Blanco, la larga historia de
intervenciones aquí del imperio, la advertencia de Correa de que era imposible
para Ecuador controlar lo que USA hacía en la base de Manta, la reactivación de
la IV Flota.
USA tiene siete bases más en el mundo.
La resolución era previsible de parte de algunos mandatarios. Las burguesías
fascistas del Cono Sur a través de su poder fáctico sobre sus presidentes siguen
como siempre ligando su destino a las fuerzas armadas norteamericanas.
Los golpes de estado son parte de la metodología, y lo viven en estos momentos
Honduras, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Paraguay, Nicaragua.
Aunque hubo hechos sorpresivos. Venezuela, Ecuador y Bolivia se oponían por
completo a la existencia de bases extranjeras; Evo Morales propuso: "Si nadie
quiere una base militar por qué no podemos firmar acá un documento que (indique
que) los presidentes de Sudamérica no aceptan ninguna base militar extranjera";
pero finalmente se sometieron a la mayoría gestionada por el capitalismo
regional de Brasil.
Además, Ecuador y Venezuela firmaron, junto con todos, el compromiso de luchar y
colaborar contra "la presencia o acción de grupos armados al margen de la ley",
lo que se puede interpretar como apoyar a la destrucción de las fuerzas
guerrilleras populares colombianas.
Por el contrario, la idea de Hugo Chávez de hacer un esfuerzo colectivo para
encontrar la paz entre las guerrillas y el gobierno de Bogotá, no tuvo acogida.
En los hechos se facilitó el proyecto de las corporaciones transnacionales de
crear un gobierno y un ejército mundial. Las dramáticas crisis que se avecinan,
energía, clima, recursos naturales, finanzas…, les hacen prepararse con tiempo
para un poscapitalismo donde controlen aguas, tierras, minerales, poblaciones,
plantas. Y la Amazonia, Venezuela y África son una parte muy importante de sus
objetivos.
No ha habido una reacción de los pueblos contra las bases extranjeras. Las
sociedades están inmersas en el fútbol, la televisión, el des/empleo, los
ingresos, las compras, la inseguridad, la des/información.
Definitivamente es un tiempo de mayoría política de los capitalistas tributarios
en América del Sur.