Argentina, la
lucha continua....
|
Soberanía Alimentaria y mundo global
Contra las patronales, el "campo" popular
Fernando Glenza
Agencia Periodística del Mercosur
La crisis financiera internacional vista por los movimientos sociales. Crónica de un encuentro realizado en el Chaco argentino por la Unión de Campesinos Poriajhú.
Integrante de la Vía Campesina y de la Coordinadora Latinoamericana de
Organizaciones del Campo (CLOC), la Unión de Campesinos Poriajhú –movimiento que
nace como continuación de las luchas políticas y sociales de los años `30 y `40
y de las Ligas Agrarias en la provincia de Chaco-, organizó su tradicional
encuentro anual durante los días 24 y 25 de julio pasados, durante el cual se
analizó la crisis financiera internacional y se delinearon propuestas de acción.
El IV Encuentro Nacional de Organizaciones Campesinas y del Campo Popular "Por
la Soberanía Política y del Campo Popular", realizado en la localidad
Presidencia Roque Sáenz Peña –alguna vez corazón algodonero de la Argentina, hoy
devenido en periferia sojera-, expresó que las minorías poderosas continuarán
trasladando las consecuencias de la crisis financiera hacia las mayorías
empobrecidas del mundo, prolongando la misma fórmula neoliberal impuesta desde
hace más de dos décadas, remarcando que la situación de indigencia y hambre se
profundizará.
Las organizaciones participantes propusieron como respuesta a ese escenario
una fuerte articulación entre los trabajadores del campo y la ciudad en la
construcción de Soberanía Alimentaria, para una justa y equitativa distribución
de alimentos genuinos, mediante una reforma agraria integral, promoviendo la
agricultura familiar y campesina, y fomentando el sistema cooperativo en la
producción y comercialización.
La Declaración Final fue elaborada por la Unión de Campesinos Poriajhú, junto al
Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) de Brasil, la Unión de
Trabajadores Rurales (UTR), los Productores Unidos de Santiago de Liniers (PUSALI),
los Productores Independientes de Piray (PIP), los Trabajadores Motosierristas (Neyke),
la Organización de Pequeños Productores El Soberbio (OPPES), de la provincia de
Misiones, la Asociación Productores del Chaco (APROCHA), el Frente Popular Darío
Santillán (FPDS), la Fundación de Investigación Sociales y Políticas (FISyP), la
Cooperativa de Educadores e Investigadores Populares (CEIP), la Cátedra Libre de
Soberanía Alimentaria de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), los
Pequeños Productores de El Nochero y Villa Minetti, de la provincia de Santa Fe,
y la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) de Argentina.
Ese documento sostiene que "la profundización de la actual crisis del
capitalismo global supone gravísimas consecuencias para todos los pueblos del
planeta. Es de esperar que en cuanto avanza la crisis, las minorías poderosas
continuarán trasladando las consecuencias hacia las mayorías empobrecidas del
mundo, aumentando todavía más el desempleo, la exclusión, la pobreza y la
indigencia, una situación que resulta inmoral como parte del malestar mundial e
históricamente provocado por el sistema capitalista."
"Esta crisis no tiene antecedentes en la historia, y por su carácter integral
afecta a todo el sistema económico, político, ecológico y social a escala
global; difícilmente se superará en el corto plazo, mucho menos con las medidas
que han venido siendo aplicadas. Hay que advertir que las salidas que se
plantean sólo seguirán empeorando la situación, pues las potencias hegemónicas
aliadas con los organismos internacionales como el FMI y el Banco Mundial, con
el único objetivo de mantener sus intereses, insisten en prolongar la misma
fórmula neoliberal impuesta desde hace más de dos décadas. Así, seguirán
traspasándonos lo peor del problema hacia los países pobres y, principalmente, a
los pobres de todas las naciones. Con esto, una vez más se demuestra que el
capitalismo no resuelve los problemas de los pueblos ni aquellos de las gentes
del común de todas partes, sino que existe para favorecer exclusivamente a unos
pocos", destacaron los movimientos congregados en el Chaco.
"En consecuencia, la situación de indigencia y hambre continuará
profundizándose. Por ejemplo Argentina, que tendría el potencial para producir
alimentos suficientes para cubrir las necesidades alimentarias de su población
con base en modelos alternativos como la agricultura campesina, hoy registra
niveles alarmantes de pobreza y desnutrición. Una situación similar la comparten
los pueblos de Nuestra América Latina y el Caribe", añadió el documento.
También sostuvo que "vale la pena resaltar las problemáticas específicas,
rurales y urbanas, planteadas por nuestras organizaciones, como ser: el avance
de los monocultivos destinados predominantemente hacia la producción de
agro-combustibles y forrajes; serias afecciones a la salud de los pobladores,
fruto del uso masivo e inescrupuloso de agro-tóxicos; desplazamiento de los
pueblos originarios y expulsión de campesinos; la destrucción del medio ambiente
y la biodiversidad; extinción de la pequeña agricultura y desvalorización de sus
prácticas culturales, producto de la concentración de la tierra y del capital en
pocas manos. De continuar el rumbo de esta crisis, será irreversible el
agravamiento de las condiciones socioeconómicas de nuestros pueblos y de la
región".
Ante esas perspectivas los movimientos sociales propusieron: "promover la fuerte
articulación entre los trabajadores del campo y la ciudad; consolidar los
esfuerzos organizativos en el campo popular y avanzar en las luchas por las
reivindicaciones de los/as trabajadoras y de los pueblos en general. Construir
la Soberanía Alimentaria –derecho inalienable de los pueblos- para una justa y
equitativa distribución de los alimentos mediante una reforma agraria integral,
promoviendo la agricultura familiar y fomentando el sistema cooperativo en la
producción y comercialización."
"En este sentido, el papel de las organizaciones del campo popular y de la
sociedad en general para lograr alternativas reales al modelo de desarrollo
hegemónico, es fundamental y urgente. Resulta entonces necesaria la unidad en la
lucha de la clase trabajadora por el camino de transformación profunda, bajo
un horizonte anticapitalista de soberanía política con propuestas que respondan
definitivamente a los intereses populares y posibiliten auténticas salidas a la
crisis", puntualizó el documento de Presidente Roque Sáenz Peña.