Diego Slagter
chaco.argentina IN.CU.PO.

Desde el jueves pasado, una columna de aproximadamente mil doscientas personas se subió a la ruta para reclamarle al gobierno provincial diferentes acuerdos que se habían firmado en 2008 y aun no han sido cumplidos. Recorrerán durante cinco días un total de doscientos kilómetros con cinco consignas expuestas, que concluyen siendo la manifestación de cada uno de los días que llevará la caminata.
Tanto la Comisión Zonal de Tierras (CZT), como la Unión Campesina (UN) y la Asociación Cacique Taigoyi (ACT) han resuelto sumarse a la marcha multisectorial para plantear y resolver los enormes problemas que se manifiestan luego de los incumplimientos por parte del gobierno provincial.
El reclamo está fundando en cinco ejes fundamentales: tierra, techo, trabajo, producción y territorio. Las familias indígenas vienen arrastrando, sistemáticamente, un conjunto de promesas incumplidas por parte del ejecutivo provincial. Esto dilata aún más las extremas complicaciones por las que atraviesan y que además son acompañadas por la sequía y la falta de políticas al respecto.
Víctor Gómez, presidente de la CZT ha manifestado que "nosotros queremos que se cumpla el documento y los acuerdos firmados con el gobierno el año pasado. Las comunidades están con grandes problemas de tierra y agua que tienen que ser de urgente solución, porque hay familias que ahora mismo están tomando agua de los charcos". Además, sostuvo que "nosotros decidimos que tenemos que movilizarnos y acampar en la plaza 25 de Mayo para reclamar y para que todos los chaqueños sepan los problemas que tenemos".
Se estima que el martes por la mañana, la columna de niños, mujeres y hombres llegará a la capital chaqueña para entregarle un documento al gobernador Jorge Capitanich y luego aguardar, acampe mediante, la respuesta de los funcionarios.
Es indudable que la ausencia de respuestas hace prever un constante debilitamiento de las familias que siguen luchando por vivir y trabajar en el campo. Es sabido que en los últimos veinte años han crecido exponencialmente las estadísticas de migración del campo a los cordones suburbanos, y la falta de políticas concretas al respecto deja en claro cuáles son los modelos económicos, sociales y productivos que siguen imperando en el país.