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La renuncia de los profesionales que integran el CEPAS, principal centro investigador y formador en asistencia a la sexualidad, a seguir participando en la capacitación de los docentes mendocinos, disparó uno de los temas más polémicos y ocultos del gobierno de Celso Jaque: la participación de miembros de la Iglesia en la modificación de los textos.

"Nuestro enfoque de la Educación Sexual es integral y humanizante, se rige por lineamientos internacionales de iniciativas exitosas de educación para el amor, el bienestar y la sexualidad saludable recomendados, entre otras instituciones por la Organización Mundial de la Salud y Unicef", se excusan los profesionales del Cepas en la nota que presentaron a las autoridades de la Dirección General de Escuelas haciéndoles conocer su renuncia como ente formador de docentes, en materia de educación sexual.

A su vez, aseguran ver que "el esfuerzo de los dos últimos años no ha sido retribuido de la misma manera por esta gestión de gobierno. Diversas demoras e irregularidades fundamentan este hecho". Por tanto, reconocen "diferencias insalvables" con el Gobierno en esta materia.

Además de sentirse preocupados porque "habiendo más de 600 docentes capacitados, que cuentan con las herramientas necesarias para implementar la Educación Sexual con idoneidad y entusiasmo, ésta no se está aplicando efectivamente en la provincia".

De todos modos y más allá de estos cuestionamientos, el tema de fondo pasa por las constantes demoras en tratar el tema y las permanentes modificaciones a los textos que, admiten desde la DGE, se hacen.

Estos cambios no serían otros que consultas a miembros de la Iglesia, que tendrían ingerencia en este tipo de decisiones gubernamentales, y la inclinación de algunos funcionarios de la cartera educativa a un comportamiento de catolicismo extremo.

Aunque en la DGE aseguran que se está consultando a diferentes credos, antes de utilizar el material con docentes y alumnos de las escuelas mendocinas, los textos están listos desde hace unos meses, fueron trabajados por profesionales de diferentes áreas e, indirectamente, se estaría pasando a llevar la garantía de una educación laica.