Argentina, la
lucha continua....
|
¿Cómo es?
Juan Carlos Giuliani
ACTA
El 14 de marzo de este año en el Teatro Argentino de La Plata la presidenta
Cristina Fernández presentó en sociedad el anteproyecto de Ley de Servicios de
Comunicación Audiovisual, inspirado en los 21 puntos de la Coalición por una
Radiodifusión Democrática. El 13 de julio su Gobierno autorizó al Grupo Clarín a
prestar el servicio triple play. ¿En qué quedamos? ¿Se desmonta o se agiganta el
monopolio informativo?
El Gobierno nacional acaba de autorizar al Grupo Clarín a prestar el denominado
servicio triple play (telefonía, televisión por cable e internet) a través de la
Resolución 146 publicada en el Boletín Oficial. De este modo, la administración
de Cristina Fernández entregó al Multimedio la numeración geográfica y no
geográfica para prestar telefonía local.
Este era el penúltimo requerimiento para ingresar al millonario negocio de las
telecomunicaciones. Ahora, sólo le resta acordar con las teléfonicas el permiso
para utilizar el cableado de la red instalado.
El texto detalla que la Secretaría de Comunicaciones dependiente del Ministerio
de Planificación le otorgó a la compañía de Internet Fibertel S.A., propiedad
del holding, 30.000 números para el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA);
5.000 para Rosario, Santa Fe, La Plata y Córdoba; y 1.000 para Bahía Blanca,
Campana, Escobar, Mercedes (Buenos Aires), Zárate, Luján y Paraná.
Esta medida se da de narices con la concepción antimonopólica que impregna la
iniciativa de una nueva Ley de Radiodifusión. Los hechos indican que la
concentración de los medios de comunicación y, por lo tanto, de la formación de
la opinión pública, la fijación de la agenda política y el autoritarismo del
mensaje único que derrama el poder, sigue gozando de buena salud.
Fibertel S.A. es propiedad de la empresa Cablevisión, fusionada de hecho con
Multicanal desde fines de 2007 con el aval de un decreto presidencial firmado
por Néstor Kirchner antes de abandonar la Casa Rosada. Anteriormente, en mayo de
2005, Kirchner había firmado el decreto 527 por el cual prorrogó por más de una
década las licencias de los canales de televisión a los grupos hegemónicos.
A tal punto es funcional al esquema del oligopolio informativo ese decreto, que
uno de los 21 aportes presentados por la Coalición por una Radiodifusión
Democrática al anteproyecto de ley en el Anexo de la Cámara de Diputados el 9 de
junio, señala textualmente:
"El Decreto 527/2005 estableció la suspensión de "los términos que estuvieren
transcurriendo de las licencias de servicios de radiodifusión o sus prórrogas…."
por el plazo de 10 años. La futura ley deberá contener una disposición
transitoria que disponga la reanudación de los plazos originales. Ello le
permitiría a los actuales licenciatarios beneficiarse con el tiempo transcurrido
durante la suspensión a la vez que eliminaría el manifiesto desajuste entre la
norma reglamentaria y la ley. Con esta motivación planteamos agregar un último
párrafo al artículo 143, con la siguiente redacción: "A partir de la vigencia de
esta ley reanúdense los plazos suspendidos por el Decreto Nº 527/2005".
A contrapelo del generalizado reclamo social para poner fin a la prensa
hegemónica, la presidenta Cristina Fernández también le había puesto su firma en
el mes de mayo a un acuerdo de perdón fiscal que, de ser aprobado por el
Congreso de la Nación, beneficiará a una buena porción de los multimedios que
elaboran y propagan el discurso del poder, en lugar de promover a las Pymes de
la comunicación.
Pero hay más: La concesión que llegó con la Resolución 146 también le adjudicó a
Clarín 100 números para los servicios 0610, 0611 y 0612; 10.000 para cobro
revertido automático (0800) y la misma cantidad para cobro compartido (0810).
Las telefónicas no pueden competir en la provisión del servicio de triple play
porque la regulación actual les impide dar televisión, lo que podría cambiar si
prosperara el anteproyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que
impulsa el Gobierno y que aún no ha tomado estado parlamentario.
Como se puede observar, más allá de la pirotecnia verbal con la que el
oficialismo suele adornar su discurso para señalar el relato "destituyente" de
las corporaciones comunicacionales, a la hora de los bifes los dueños del poder
mediático en la Argentina siguen haciendo pingues negocios con el visto bueno
del Gobierno.
Juan Carlos Giuliani es Secretario de Comunicación y Difusión de la CTA.