Córdoba: Periodista denunció abuso policial en Alta Gracia
Pablo Rodríguez Prensa Red
En la madrugada del 4 de julio, Pablo Rodríguez fue detenido mientras observaba
un procedimiento policial contra un joven en la ciudad del Tajamar. Le abrieron
una causa por resistencia a la autoridad. Rodríguez integra el colectivo por los
Derechos y Libertades y en contra el abuso policial. Repudio del Cispren.
El periodista de la revista Tangente y radio Tortuga de la ciudad del Tajamar,
Pablo Rodríguez (28 años) denunció que fue víctima de abuso policial al ser
detenido e imputado por resistencia a la autoridad.
El hecho ocurrió el sábado 4 de julio a las 4.30, cuando Rodríguez presenció que
dos policías maltrataban a un joven durante un procedimiento policial. Tras
decirles que no era necesaria la violencia e identificarse como periodista, los
efectivos policiales lo esposaron y lo llevaron a la comisaria.
El Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación de Córdoba (Cispren) repudió
"este tipo de actitudes por parte de la fuerza policial contra cualquier
ciudadano" y exigió " a las autoridades políticas y policiales resolver este
caso y aplicar las respectivas sanciones" (ver comunicado en: http://www.prensared.com.ar/indexmain.php?lnk=1&mnu=10&idnota=5675).
A continuación, Pablo Rodríguez cuenta como sucedieron los hechos.
"Un joven era demorado en el barrio altagraciense de Residencial El Crucero.
Allí, cerca de las cuatro y media de la madrugada, este joven se iba de una
fiesta caminando y dos patrullas del CAP (Comando de Acción Preventiva) de la
Policía de la Provincia de Córdoba llegaron al lugar, tras recibir una denuncia
al 101 por una riña callejera. Al llegar las patrullas al lugar, la pelea ya
había terminado hacía un rato. Este muchacho iba caminando para su casa y los
policías lo llamaron para identificarlo y yo me acerqué a observar el
procedimiento.
Como los oficiales lo empezaron a maltratar verbal y físicamente al joven, les
dije que no hacía falta tratarlo así para identificarlo. Me dijeron que me fuera
y reiteré lo dicho. Ante la negativa, me identifiqué como periodista y le
solicité a uno de los agentes que me dijera su nombre, ya que no portaba su
respectiva identificación en la campera que vestía. Éste le dijo a su compañero
que buscara las esposas, que me iban a llevar "por resistencia a la autoridad".
Entonces me cargaron en una de las camionetas, junto al otro muchacho.
Entrando al hospital regional Arturo U. Illía de la ciudad, donde me harían la
revisada médica previa antes de llevarme a la comisaría, este oficial que me
conducía me dijo "¿viste lo que pasa por preguntar?" y con golpes "correctivos",
me dijo (tratando de convencerme) que yo le había pegado una trompada y una
cachetada.
Estuve detenido sólo dos horas y media, porque mis compañeros de radio se
movieron y despertaron al fiscal y al jefe de la departamental Santa María de la
Policía, pidiendo respuestas por mi detención y exigiendo garantías. Además, en
minutos, en la comisaría se empezaron a congregar periodistas compañeros de la
ciudad, integrantes del Colectivo por los Derechos y Libertades, abogados y
concejales. Esto aceleró la burocracia policial y a las 8 de la mañana ya estaba
en la calle.
De cualquier manera, antes de irme tuve que sufrir otro atropello más, ya que
pese a ya estar firmada mi libertad, otro agente me metió a los empujones al
calabozo por negarme a firmar mi libertad sin leerla previamente. "Entonces
leela adentro", me dijo.
Pese a lo ocurrido realmente esa noche, hoy me han abierto una causa por
resistencia a la autoridad, donde se aduce que yo golpeé a un policía, tal cual
aquél agente me trató de convencer. Independientemente de mi proceder legal para
apelar a esta causa que se ha inventado sobre mi persona y a las causas que
abriré por abuso de autoridad y falso testimonio contra la policía de la
Provincia, es decir contra el gobierno de la Provincia de Córdoba; me parece
pertinente hacer conocer mi historia.
Mi historia que es terriblemente leve, en comparación con las que tienen para
contar muchos jóvenes de Alta Gracia a diario. Otras veces el jefe de la
Departamental me dijo personalmente que este tipo de casos "no son tan así", ya
que de los casos que llegan a nuestros oídos, muy pocos son finalmente
denunciados. Hoy puedo refutarle sus dichos con mi propio testimonio.
En este procedimiento policial se hizo uso de la prepotencia y la violencia
verbal y física contra un ciudadano (este joven) y al acercarme, preguntar y
pedir identificación, se me ha agredido, detenido e inventado una causa penal
por mi profesión de periodista. Este hecho se suma a una infinidad de denuncias
de casos similares e incluso al fallecimiento de tres muchachos alojados en la
comisaría local de Alta Gracia (casos aún no resueltos) en los últimos cinco
años.
También a una infinidad de casos de prepotencia y abuso de autoridad que no son
denunciados porque los (mal)naturalizamos y los vemos a diario como algo
"normal". Exigimos que cesen este tipo de actos y que se resuelvan las causas
abiertas.
Quiero destacar que considero que es necesario tener una fuerza policial que
proteja a los ciudadanos y que se maneje en el marco de la ley, que asuma que
vivimos en estado de derecho y que deje de actuar con prepotencia y abuso de
autoridad. Y que sea así con todos los ciudadanos, sin hacer ningún tipo de
distinción.
A continuación, hemos elaborado una solicitada donde convocamos adhesiones en
repudio de este tipo de actitudes por parte de la fuerza policial, contra
cualquier ciudadano y exigimos a las autoridades políticas y policiales
responsables, resolver este caso y aplicar las respectivas sanciones a todos los
responsables.
De esta manera, pedimos también que se analice y se investigue el tema del abuso
policial y que se trate de resolver esta problemática que, lejos de quedar en el
ámbito de equivocadas decisiones individuales, tiene un trasfondo institucional
sistemático".