Los bachilleratos populares de la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires y
diferentes organizaciones sociales se movilizaron, el pasado jueves 28 de mayo,
a la Casa de la Provincia y al Ministerio de Educación de la Nación para
reclamar por reconocimiento pleno y financiamiento integral para todas las
escuelas.
Desde la Coordinadora de Bachilleres Populares exigen: "Reconocimiento de todos
los nuevos Bachilleratos Populares (en Capital, Provincia de Buenos Aires e
interior del país), salarios para todos los Docentes (hasta la fecha ningún
docente percibe salario en Capital y Provincia), por un sistema de becas a
estudiantes que signifique una ayuda real para quienes las necesiten, incluyendo
tanto a jóvenes como adultos y ayuda en el mejoramiento edilicio y material en
aquellos establecimientos que lo necesiten" .
Esta medida -que califican como sacar las escuelas a la calle- forma parte de un
plan de lucha, que por ejemplo contó con un escrache en la Feria del Libro, para
reclamar por el incumplimiento de compromisos asumidos por el estado provincial
y nacional desde hace más de 5 años, por ejemplo el hacerse cargo del pago de
los salarios docentes.
"Las autoridades nacionales, provinciales y del Gobierno de la Ciudad siguen
dilatando las definiciones que reclamamos lo que evidencia una falta de decisión
política de parte de las mismas que, en plena campaña electoral, se llenan la
boca con mejoras educativas y sin embargo cada vez disminuyen más el presupuesto
destinado a la educación mientras incrementan aquellos que se destinan a
criminalizar la pobreza y judicializar las luchas sociales" , denunciaron desde
la Coordinadora.
"Hasta la fecha hemos tenido numerosas reuniones con las autoridades educativas
nacionales, provinciales y del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. En general
reconocen el valor educativo y social de estos emprendimientos pero no se han
logrado soluciones de fondo ni el reconocimiento definitivo de todos los
bachilleratos populares, ni el financiamiento económico que estos
emprendimientos necesitan para permitir su continuidad" .
Martín de Escuela Libre de Constitución que funciona en la Federación Libertaria
Argentina, explica esta actitud del Estado, que por un lado resalta estas
experiencias pero no hace nada para garantizar su continuidad: "Por un lado nos
dicen que nos va a oficializar, nos nombran, nos dicen ´que copada´ que es
nuestra experiencia pero por otro lado nos piden unos requisitos astronómicos,
de habilitación, de arquitectura que no hay forma de que los bachilleratos
podamos cumplir(…)El Estado no se hace cargo de nada, faltan cosas; el trámite
de becas fue mejor este año que el anterior pero fue un desastre igual" .
Este plan de lucha, se da en un momento en que mientras por un lado siguen
apareciendo experiencias de educación popular, cada vez más el Estado no puede
dar respuestas en esta área y continúa la exclusión de jóvenes.
"Cada vez más nuevas organizaciones sociales empiezan a tomar en sus manos la
educación, una educación que planteamos tiene que ser pública y popular" ,
resaltó Juan Pablo, profesor del bachillerato IMPA y de la Cooperativa de
Educadores e Investigadores Populares (CEIP).
A modo de ejemplo, de la actividad participó el Bachillerato Popular Bartolina
Sisa, que luego de haber pasado todo el año con la organización y preparación,
el 25 de marzo comenzaron con las clases en el Centro Social y Cultural Olga
Vázquez, en La Plata.
Y esto se explica, según Juan Pablo, porque todavía hay organizaciones sociales
que siguen entendiendo, más allá de lo que entiende como un intento de la
cooptación y el ninguneo oficial, que el camino es la organización y la apuesta
por otra educación.
Actualmente, los más de 30 Bachilleratos existentes reúnen a más de 3.000
estudiantes y 350 docentes.
Pero la situación actual también se caracteriza por una mayor exclusión de
jóvenes del sistema educativo -desde la Coordinadora denuncian que el 74% de los
jóvenes que entre los 15 y 17 años abandona la escuela quedan en riesgo
educativo-, situación a la estas experiencias estarían dando respuesta.
María, profesora de geografía del Bachillerato Popular Bartolina Sisa, remarcó.
"Hoy el sistema educativo hace agua por todas partes y el nivel de exclusión es
enorme, el nivel de no contención es enorme. Y nuestras propuestas pedagógicas
en parte buscan eso; hay toda una franja que está quedando hoy fuera del sistema
educativo y las políticas que da el Estado son puntuales y reparatorias, y no
tiene que ver con una política integral hacia la educación, más en esta franja
de jóvenes y adultos que es un franja con especial vulnerabilidad" .
En un sentido similar, Juan pablo, del bachillerato IMPA, señaló: "Cada vez más
pibes que quedan afuera de los establecimientos para jóvenes, más allá del
optimismo de algunos funcionarios, las organizaciones sociales, impulsando sus
bachilleratos populares están dando una respuesta que los funcionarios no pueden
dar" .
Esta situación, se ve agravada por la actual tendencia privatista. En este
sentido, remarcaron como vienen denunciando los avances de neoliberalismo y la
mercantilización en la educación, así como la transferencia de recursos por
parte del estado a verdaderas empresas privadas educativas y los ajustes
realizados a sectores del sistema educativo por sucesivos gobiernos.
Desde la Coordinadora también se criticó que en la Provincia, estos espacios
todavía dependan de la Dirección de Educación Privada, no sólo por razones
ideológicas –"nosotros no estamos nada más lejos que de la educación privada y
mercantilista", señalaban-, sino también porque le exigen los mismos papeles que
a las empresas, lo que representa una gran dificultad porque están ligadas a
organizaciones sociales, funcionan en lugares recuperados, etc.
En este sentido Leandro del Bachillerato Maderera Córdoba explicó que no se
consideran escuelas estatales, públicas ni privadas, sino como escuelas de
gestión social(resaltando que surgen de empresas recuperadas, organizaciones
sociales y territoriales); pero aclararon que esto no significa alternativizar
la escuela pública, sino que por el contrario defienden la educación pública,
gratuita y popular, la cuál consideran como un derecho que el Estado debe
garantizar.
"No somos una escuela pública pero por una razón burocrática de cómo el Estado
nos posiciona, pero somos una escuela pública en el sentido en que somos de
acceso público. Decimos Sí a la escuela pública pero también sí a la escuela
transformadora" , señaló María, del Bachillerato Popular Bartolina Sisa.
Esta idea de transformadora refiere a otra de las ideas que tiene en común estas
experiencias, que es una idea ligada a la educación para la liberación.
"Hacer educación popular implica que esta sea gestionada desde el campo de lo
popular, que sea una educación liberadora en el plano de buscar generar sujetos
críticos que puedan problematizar la relación capital-trabajo y el sistema que
hay actualmente; que la educación en vez de ser una herramienta de reproducción
del sistema, se convierta en una herramienta de liberación, de crítica" ,
sostuvo Nadia, integrante de la CEIP y del Bachillerato IMPA.
Entonces lo que se pone en juego es una concepción más amplia de la educación,
que tenga que ver con la organización de las personas y que apunte a generar
sujetos políticos, sujetos de cambio, que se apropien de la escuela.
Pero esta idea de educación popular aparece sólo en los objetivos políticos,
sino también en las formas, las relaciones que se dan en la cotidianidad. Por
ejemplo, María, del Bachillerato Popular Bartolina Sisa, explica que en su caso
tienen asambleas semanales con alumnos y estudiantes.
Todos los espacios trabajan en la clase con equipos pedagógicos. Martín de
Escuela Libre de Constitución, explicó: "Tratamos de ser dos o tres al frente
del curso para quebrar esa idea del tipo que habla y que nunca se puede
equivocar, a veces incluso discutimos entre docentes" .
Y agregó: "Tratamos de romper esta lógica bancaria de la educación, la clase es
algo que construimos junto con los estudiantes. La idea de crear otra lógica de
relación; a nosotros nos pasa mucho con los alumnos de primero, que recién
entran, que llegan con una lógica muy individualista y que sólo se preocupan por
sus becas y que después de un año de trabajo colectivo ya piensan en otra cosas,
entienden otras cosas.
Los efectos de esta nueva forma de construir se pueden ver en por ejemplo, lo
que comentó Leandro del Bachillerato Maderera Córdoba sobre que hay muchos
estudiantes que terminan tercer año y continúan militando en el espacio.
Funcionan en la Ciudad de Buenos Aires: el Bachillerato Popular IMPA, el
Bachillerato Popular Maderera Córdoba, el Bachillerato Popular Miguelito Pepe,
el Bachillerato Popular Chilavert, el Bachillerato Popular Darío Santillán, el
Bachillerato Popular La Dignidad, el Bachillerato Popular Villa 21/24, el
Bachillerato Popular Paulo Freire, el Bachillerato Popular Barracas al Norte, la
Escuela Libre de Constitución, Bachillerato Popular Bajo Flores, Bachillerato
Popular Villa Crespo.
Y en Provincia de Buenos Aires: el Bachillerato Popular Simón Rodríguez, el
Bachillerato Popular Centro Cultural de los Trabajadores, el Bachillerato
Popular Arbolito/CTA, el Bachillerato Popular 19 de Diciembre, el Bachillerato
Popular Las Dos Palmeras, el Bachillerato Popular Tierra y Libertad, el
Bachillerato Popular América Libre, el Bachillerato Popular Ñanderoga,
Bachillerato Popular Roca Negra, Bachillerato Popular Bartolina Sisa,
Bachillerato Popular Frente Darío Santillán-Lujàn.
En la convocatoria a la movilización, señalaban:"Los Bachilleratos Populares son
una experiencia inédita por su función socioeducativa y como expresión de una
real participación en el campo educativo".