Argentina, la
lucha continua....
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Hombres del monopolio del acero no son iguales a los hombres de acero
Emilio Mar�n
La Arena
El conflicto entre el presidente de Venezuela y la sider�rgica Techint ha tenido la virtud de clarificar qui�n es qui�n en Argentina. Desde c�maras patronales a medios y a�n gremios han salido en defensa del pulpo del acero.
"Nacional�cese" expres� Hugo Ch�vez, en referencia a seis empresas metal�rgicas de Guayana, en Venezuela, y se arm� una batahola a miles de kil�metros de distancia, en Argentina. Es que tres de esas firmas son propiedad del monopolio Techint, que la va de empresa argentina aunque sus capitales son trasnacionales y su sede principal est� en el para�so fiscal de Luxemburgo.
El gobierno bolivariano fund� su medida en dos circunstancias p�blicas y notorias: esas compa��as estaban sin producir hace meses, y el Estado necesitaba imperiosamente integrar verticalmente su sector industrial, desde la extracci�n del mineral de hierro, la colada del acero y la producci�n de insumos para el resto de la industria dom�stica.
Adem�s, como ya ocurri� con otras nacionalizaciones dispuestas por el Palacio de Miraflores, se pagar�a una indemnizaci�n m�s que suficiente. Techint lo sabe perfectamente pues acaba de percibir 1.970 millones de d�lares por la reestatizaci�n de Sidor, donde ten�a el 60 por ciento de las acciones.
Como se ha encargado de puntualizar la misma prensa que en Argentina defiende a los Rocca, la facturaci�n de aquellas tres metal�rgicas no llega a conformar el 1 por ciento de la facturaci�n internacional del imperio del acero. �Por qu� entonces tanto alboroto medi�tico, pol�tico y hasta diplom�tico en contra de la decisi�n soberana de Caracas de nacionalizar?
La campa�a adversa ha sido brutal y homog�nea, sostenida en el tiempo y diversificada en cuanto a sus promotores, pues en nuestro pa�s abarca a todas las c�maras patronales con la sola excepci�n de una de la peque�a y mediana empresa (Apymes). Llega hasta el conjunto del abanico partidario opositor metido en campa�a electoral, pasando por el grupo Clar�n y la escuder�a medi�tica que componen una amplia sociedad con Techint.
Todas esas expresiones del privilegio, que defendieron la extranjerizaci�n y parasitismo de la econom�a local durante la dictadura y el menemato, ahora se travistieron como si fueran patriotas de la Primera Junta. Como Caracas pagar� indemnizaciones, queda claro que esa reacci�n unificada y visceral es ante todo pol�tica e ideol�gica: odian el curso tercermundista de Ch�vez y temen que algo as� ("un chavismo light") pueda surgir en Buenos Aires con los Kirchner o alrededor de ellos, ahora o m�s adelante.
La falta de verg�enza los califica. Venezuela ha ayudado a nuestro pa�s luego de la brutal crisis de 2001-2002. El INTI presidido por el ingeniero Mart�nez tiene firmados contratos para construir 56 empresas industriales en el pa�s petrolero. Y ese es s�lo un bot�n de muestra de las relaciones bilaterales satisfactorias para Argentina, que tiene un saldo comercial favorable en una balanza multiplicada con aqu�l pa�s. �De qu� se queja la derecha?
Lo que ocurre es que esa derecha est� ideol�gicamente dispuesta a colaborar con Washington, haya all� un texano o un morocho, un republicano o un dem�crata, portando un "largo garrote" o invitando a un "nuevo di�logo".
Derrota kirchnerista
La presidenta ha tenido una conducta de firmeza para resistir la avalancha de las c�maras patronales que le hab�an pedido casi una declaraci�n de guerra contra Venezuela. La UIA dirigida por H�ctor M�ndez, con el benepl�cito del resto del lobby, le solicit� trabar el ingreso de esa naci�n al Mercosur. Se sumaba as� a la derecha brasile�a atrincherada en el Senado, pionera en eso de vetar el arribo de Ch�vez al mercado del sur.
Cristina Fern�ndez se limit� a hablar telef�nicamente con su colega y a pedirle una soluci�n (l�ase indemnizaci�n) para las compa��as argentinas que fueran objeto de expropiaci�n. Y se dio por satisfecha por la explicaci�n dada desde Caracas, a�n cuando en su fuero interno sienta que la pusieron en un aprieto �til al proselitismo de Elisa Carri�, Mauricio Macri y Francisco de Narv�ez.
Lo que la jefa de Estado no iba a hacer era descalificar a Ch�vez. Esa tarea poco patri�tica es la funci�n de comunicadores como Mariano Grondona, quien escribi�: "estos nuevos pasos de Ch�vez lo est�n poniendo m�s cerca del totalitarismo que de la mera autocracia". L�neas m�s adelante lo calific� de "dictador". Grondona, que sabe de dictaduras aqu� y en Nicarag�a, porque las apoy� a todas, tendr�a que distinguir entre ese r�gimen y una democracia como la venezolana que atraves� doce elecciones consecutivas en los diez a�os de su actual presidente.
En un acto p�blico, la mandataria cuestion� a los Rocca. "Nos hubiera gustado, eso s�, que los primeros 400 millones que ya cobraron los hubieran depositado en la Argentina", expres�. Ese dinero seguramente estar� fondeado en el para�so fiscal luxemburgu�s.
Pero en otro sentido los hechos pueden estar marcando una derrota pol�tica del gobierno. Es que en 2003, cuando empez� el mandato de N�stor Kirchner y hasta este momento, en que las riendas del gobierno las lleva su esposa, el matrimonio se entusiasm� con la recreaci�n de la "burgues�a nacional". Siguiendo la l�nea de Eduardo Duhalde, su mentor de entonces, planteaba que era bueno contar con diez grupos concentrados "nacionales" para traccionar a la econom�a en su conjunto.
El modelo era Brasil. Los pulpos a los que el poder quer�a seducir eran Techint, Pescarmona, Arcor, Clar�n, Macri, P�rez Companc, Macro, Grobocopatel, Roggio, Eurnekian, Werthein y Aceitera General Deheza, entre otros.
La realidad prueba que el kirchnerismo ha perdido esa pelea, lo que no quiere decir que no exista burgues�a nacional. A �sta no hay que buscarla entre esas escuder�as monopolistas sino entre las firmas medianas de capital local. El lobby monopolista ha quedado en la vereda de enfrente al gobierno y m�s cerca de las posiciones de sus adversarios conservadores.
Y lo notable del caso es que la locomotora de Techint y la UIA han enganchado como vagones de cola a conducciones sindicales. Entre los solidarios con Rocca est�n Hugo Moyano, de la CGT, y el consejo directivo de la UOM. Esa burocracia tambi�n es del pulpo del acero, que no es lo mismo que decir que es de acero.
El menos malo
La pol�mica generada por las nacionalizaciones de Venezuela aport� otro grano de arena a una mejor comprensi�n de la situaci�n pol�tica local. Para graficarlo: en comparaci�n con la oposici�n de derecha, los Kirchner son "lo menos malo". Es que aquella ha tomado partido abiertamente por el gran capital y hasta plantea que ser�a conveniente volver al seno del FMI y aceptar sus controles peri�dicos.
La m�s desbocada en ese aspecto ha sido, como casi siempre, Carri�, despechada porque cree que no ha sido bien recompensada pol�ticamente por los productores sojeros y pooles de siembra. Ella piensa que puede recoger esa cosecha ahora con la gran industria. Su c�lculo puede resultar fallido porque en general esos grandes intereses se mover�n con el pragmatismo habitual, pero tienen relaciones m�s tupidas con el macrismo, De Narv�ez y Carlos Reutemann.
El oficialismo basa sus candidaturas testimoniales, finalmente aceptadas por la C�mara Electoral, en la defensa de un "modelo" que el matrimonio presidencial no se fatiga de alabar cada vez que se acerca a un atril. Como en el �ltimo tiempo las noticias econ�micas no son tan halague�as como antes, el gobierno refuerza sus anuncios de planes que no se sabe hasta qu� punto ser�n implementados. Ahora fue el turno de los cr�ditos hipotecarios del Banco del mismo nombre para un segmento superior de la clase media. Si adolece de las mismas demoras que el plan Cero Kil�metro para autos, no tendr� un impacto cercano en la vida de esa porci�n de los electores.
La ciudad cordobesa de R�o Tercero ilustr� esas limitaciones del accionar gubernamental. La presidenta estuvo all� y pronunci� un bonito discurso con reivindicaciones de la industria nacional y los generales Mosconi, Savio y Per�n, ligados a la defensa nacional. En referencia a las f�bricas militares confirm� un mayor presupuesto y anunci� que enviar� un proyecto de ley para indemnizar a los pobladores por las explosiones de noviembre de 1995.
Cerca de ese acto, los due�os de 80 tractores y maquinaria pesada agr�cola quisieron expresar el rechazo al gobierno. Pat�tica demostraci�n de quienes se victimizan como trabajando a p�rdida cuando la tonelada de soja ya super� los mil pesos, cerca de sus mejores cotizaciones.
Al menos en esa ciudad cordobesa el accionar de los productores sojeros no tuvo ribetes violentos como los de sus colegas de Sociedad Rural, FAA y el partido macrista en Lober�a y Balcarce, donde escracharon a Daniel Scioli con huevazos, insultos, etc�tera.
Los se�ores de "4 por 4" est�n conspirando objetivamente contra las aspiraciones de De Narv�ez y Margarita Stolbizer porque esas acciones revelan que su n�mero es escaso, su capital m�s que interesante y su violencia, elitista. Por ahora no constituyen "bandas fascistas" como las denomin� Kirchner; son "banditas" que apuntan en esa direcci�n. Entre c�nica e impotente, la derecha pol�tica no frena esas expresiones violentas que dan letra al gobierno y complican sus chances del 28 de junio.