Argentina, la
lucha continua....
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Correpi, Boletín Informativo
Número 524
1. Policandidatos.
2. Macri ya tiene su Pastor policía.
3. Mensaje de adoctrinamiento del "gobierno de los derechos humanos".
4. Amnistía Internacional invisibiliza la represión en Argentina.
5. Represión en Perú.
POLICANDIDATOS Más de un "progre" se rasga las vestiduras porque el ex
subcomisario Luis Abelardo Patti es, nuevamente, y desde su celda en Marcos Paz,
candidato a diputado nacional. Pero, en una excelente muestra de para qué le
sirve al pueblo trabajador el ritual de las elecciones, el torturador confeso no
es el único ni el más peligroso uniforme en las listas para el 28 de junio.
En la provincia de Santa Fe, hay tres listas aprobadas por la justicia
electoral, que llevan idénticos candidatos: el Partido del Campo Popular (cuyas
boletas dicen "Partido del Campo" bien grande, y "Popular" apenas legible); el
Partido Nacionalista Constitucional del radical-yrigoyenista-peronista-menemista-lavagnista
Alberto Asseff, y el Modin de Aldo Rico. Su primer candidato a senador nacional
es Alberto Rubén Martínez, secretario General de APROPOL, la Asociación
Profesional Policial, pretenso "sindicato policial" pionero en Argentina. El
primer candidato a diputado, en lugar de azul, prefiere el verde: es José
Alejandro Bonacci, ex concejal del Modín en Rosario, que fue electo en 2001
mediante la estratagema de presentar unas 15 listas en Rosario (totalizó 50 en
la provincia).
El candidato policial Martínez ha sido bien franco en la campaña. "La disyuntiva
hoy es 'ciudadanos libres y delincuentes presos' (...) esta situación no da para
más", declaró recientemente a los medios.
Y más sincero todavía es con el objetivo de su postulación, que, dadas las
circunstancias locales, bien podría tildarse de "testimonial", a tono con la
época. "Le metimos el quilombo gremial en el área y el gol lo metemos con la
lista 33, que sin importar la cantidad de votos y ni siquiera concretar la
obtención de una banca, está cosechando logros ya que ahora les agarró a los
funcionarios el apuro por dar algo ante la visible derrota electoral del
oficialismo", dice su última nota en la página web de APROPOL. Y a continuación
enumera la larga lista de medidas aumentando presupuesto para la policía
dictadas por el gobernador Binner en las últimas semanas.
Dice textualmente APROPOL NOTICIAS: "El reciente lanzamiento de la lista que
encabeza a Senador Nacional el titular del gremio policial ha motivado algunos
cimbronazos y pases de facturas entre miembros del gabinete de Hermes Binner que
fueron concluyentes al detectar una fuente de pérdida de votos entre los
policías y sus familiares (100.000 votantes en juego) y una acción de
coordinación estratégica y de acción concreta en APROPOL".
Los slogans de campaña del policandidato son transparentes: "La inseguridad
tiene solución"; "Un asesor $ 20.000. Un preso $ 3.500. Un policía $ 2.000.
¿Así pueden prometer seguridad?"; "Martínez habla claro, sabe lo que dice".
La irrupción en el sacrosanto proceso electoral de la "familia policial"
organizada, y la evidencia de su capacidad para desarrollarse como factor de
poder, debería llamar a la reflexión a quienes, porque erróneamente creen que
basta cobrar un sueldo para ser un trabajador, promueven la creación de estas
agrupaciones, mal llamadas sindicatos, que aglutinan a los que tienen como
función ser los verdugos de la clase trabajadora y el pueblo.
MACRI YA TIENE SU PASTOR POLICÍA El pastor alemán también es conocido con el
nombre de "ovejero alemán" o "perro policía", debido al uso que le dan las
fuerzas represivas en muchos países.
En Argentina, las policías tienen muchos de estos canes. Y la escuela de las
futuras fuerzas represivas de la ciudad de Buenos Aires también tendrá sus
abnegados y fieles perros. Al primero de la larga lista de canes con que contará
la fuerza, lo eligió directamente el jefe de gobierno de la Ciudad, Mauricio
Macri. El flamante perro policía no irá a acompañar agentes en estadios de
fútbol sino que será su director. Se trata del abogado y académico Daniel
Pastor.
El flamante director de la academia de la futura policía de la ciudad es un
convencido crítico de los organismos de DDHH y tenaz defensor de la
prescriptibilidad de los delitos de lesa humanidad. También cuestionó la
intervención de los organismos en las causas por el atentado a la AMIA, por el
crimen de José Luis Cabezas y por la represión y asesinatos del 20 de diciembre
de 2001. El especialista en represión es un gran crítico de los fallos de la
Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), como el de la masacre de
Barrios Altos de Perú -uno de los fundamentos para la anulación de las leyes de
Punto Final y Obediencia Debida- y el de la tortura y muerte de Walter Bulacio.
En julio de 2001 Daniel Pastor era asesor del Procurador del Tesoro Mercer e
intervino en el caso Bulacio. Su estudio jurídico fue contratado por el gobierno
de De la Rúa para que contestara la demanda de CORREPI contra el Estado
argentino. Con la respuesta que Pastor elaboró, el gobierno de De la Rúa negó
que Walter fuera torturado y que su muerte fue responsabilidad del Estado, y
defendió al comisario Miguel Angel Espósito con los mismos argumentos de su
defensa técnica en la causa interna.
Si cualquier nueva fuerza siempre significará más represión para el pueblo, no
cabe duda de la forma en que actuarán los futuros funcionales ejecutores de la
represión del Estado que salgan de una escuela dirigida por una persona que
avala tales crímenes.
A tono con las políticas que viene llevando el gobierno de la ciudad -sin
contradicción en la materia con el gobierno nacional-, como el arrasamiento del
centro cultural en un espacio público de la Huerta Orgázmika de Caballito o el
desmantelamiento de Puerto Pibes para poner una sede de la futura policía, la
designación de Pastor al frente de la futura escuela no hace más que garantizar
la tortura y la muerte en manos del Estado. Para esto Macri ya tiene su "Pastor
Alemán" que adiestrará a los demás perros.
MENSAJE DE ADOCTRINAMIENTO DEL "GOBIERNO DE LOS DERECHOS HUMANOS" Después de la
represión del pasado 17 de mayo, hoy continúan detenidos doce compañeros por
razones políticas, doce detenciones que muestran el carácter necesariamente
represivo del estado, y por supuesto, del gobierno actual que lo administra,
para mantener el orden.
Primero, la represión abierta a quienes se manifestaban en contra del estado de
Israel. Luego, el aparato judicial, utilizando figuras "antiterroristas" como
"prepotencia ideológica", "asociación ilícita agravada" y otras, para mantener
encerrados a los compañeros.
Pero el adoctrinamiento no termina ahí. Al estado argentino no le basta con
mostrar que uno puede ser reprimido, procesado y apresado por cuestiones
políticas, no le basta con mostrar que tiene a su disposición todo el aparato
mediático para legitimizar la represión, y no le basta con mostrar que cuenta
con el silencio de muchas organizaciones sociales y de derechos humanos que
miran para otro lado.
El pasado sábado, los compañeros de la Agencia Rodolfo Walsh informaron de la
situación actual de los militantes presos: "En la Cárcel de Ezeiza, la militante
del FAR Viviana Segovia, fue obligada a quedarse en ropa interior ante un
"masculino" con uniforme. Luego, bajo la amenaza de "conmigo no te hagás la
loca" y de su resistencia a desvestirse totalmente, fue forzada por éste a
bajarse la bombacha, cosa que hizo parcialmente entre lágrimas y pánico. Al
igual que sus tres compañeras, estuvo dos días sin ingerir alimentos y tres sin
poder bañarse ni higienizarse. Más tarde, durante un traslado que se inició a
las 3 y media de la mañana, le impidieron comer lo que ella misma había
preparado y se lo robaron. Al regreso -que culminó al mediodía- le dijeron que
al vehículo subiría un preso "violín" y que viajaría con ella, generándole una
situación de asfixia y terror durante todo el trayecto".
Si bien estas situaciones no son muy distintas a las que sufren a diario los
presos comunes, lo particular en este caso es el mensaje que nos manda el
"gobierno de los derechos humanos": "Al que se organiza, al que lucha, al que
cuestiona al imperio, la santa democracia, las instituciones, al que saca los
pies del plato, al que no se deja cooptar, miren lo que les podemos
hacer". Pues bien, recibido el mensaje, lo que mejor podemos hacer es mantener
en alto las banderas y las consignas "¡contra la represión: organización y
lucha!", "¡libertad a todos los presos políticos!".
AMNISTÍA INTERNACIONAL INVISIBILIZA LA REPRESIÓN EN ARGENTINA Como ya es
costumbre, en su informe anual sobre violaciones a los derechos humanos en el
mundo, Amnistía dedica, en el capítulo argentino, más espacio a los juicios
contra militares de la última dictadura que al conjunto de la represión actual.
Su trabajo está plagado de opiniones positivas para el gobierno de Cristina
Kirchner, mientras calla las torturas sistemáticas que se realizan en cárceles y
comisarías, los casos de "gatillo fácil" y asesinatos cometidos por integrantes
de las fuerzas represivas del estado y la represión política.
El informe, basado sobre datos de 2008, sólo menciona, dos juicios por hechos de
2007: "en junio y julio se condenó a varios agentes de policía por su
implicación en el homicidio injustificado de Jonathan Oros, cometido en Mendoza
en enero de 2007, y en el del manifestante Carlos Fuentealba, cometido en
Neuquén, en abril de 2007".
Destaca, en relación a la pena de muerte, que "en agosto, el Senado derogó
el Código de Justicia Militar de 1951, lo que comportó la abolición de la pena
de muerte para todos los delitos". Pareciera que a Amnistía no le alcanzó el
espacio para explayarse sobre los casi 200 casos de asesinatos cometidos por las
fuerzas represivas del estado por medio del gatillo fácil y la tortura en
cárceles y comisarías durante el año 2008, sobre los presos políticos o los
miles de detenciones arbitrarias cotidianas.
Pero no le falta lugar para desarrollar ampliamente el estado de ocho juicios
contra militares de la última dictadura o el descubrimiento de fragmentos óseos
junto a un paredón de fusilamiento en el cuartel del destacamento de policía de
Arana, cerca de Buenos Aires. No hay ninguna mención sobre los desaparecidos en
democracia.
Dedica unas líneas a la "inseguridad", pero nada acerca de la responsabilidad de
las fuerzas represivas en el control y gestión del delito organizado.
Tampoco señala que el gobierno nacional sigue sin cumplir con la sentencia de la
Corte Interamericana de DDHH en el caso Bulacio, que exige que se eliminen las
facultades policiales para detener arbitrariamente a cualquier persona, sin otra
"causa" que su olfato. Mucho menos, hace referencia al dictamen de la Corte
Suprema de Justicia en la que sostiene que la tortura no es un crimen de lesa
humanidad cuando ocurre en democracia (el caso del comisario René Jesús
Derecho).
Silencia los sistemáticos suicidios en cárceles y comisarías, y los miles de
presos a los que se aplican tormentos, apenas comentando que "Se recibieron (del
gobierno nacional) informes sobre las pésimas condiciones y el hacinamiento de
las cárceles y los centros de detención, así como sobre las torturas y los malos
tratos infligidos en estos establecimientos.
El informe de Amnistía Internacional calla la represión, los asesinatos y los
desaparecidos del gobierno de Cristina Kirchner, pero sí dedica un espacio al
nuevo gobierno de Estados Unidos, que habla por si mismo de lo que esta entidad
entiende por Derechos Humanos "El nuevo gobierno de Estados Unidos está marcando
un rumbo muy diferente al de George W. Bush en materia de derechos humanos. La
decisión de Barack Obama, a las 48 horas de asumir la presidencia, de cerrar el
centro de detención de Guantánamo en un plazo de un año, denunciar de forma
inequívoca la tortura y poner fin a las prácticas de detención secreta de la
CIA, es digna de alabanza".
De la misma forma, calla los asesinatos y las torturas en territorio
norteamericano y las que aplican sus militares en distintos países de medio
oriente y el mundo; el apoyo al estado terrorista de Israel, y, desde luego, no
habla sobre el rechazo que dio el congreso de EEUU al no aprobar los fondos
necesarios para el cierre de la cárcel de Guantánamo (en Cuba), donde se sigue
torturando a miles de presos sin juicio, incomunicados y fuera del alcance de
las comisiones investigadoras de derechos humanos.
REPRESIÓN EN PERÚ "Estos policías, que entregaron (...) su existencia, por abrir
caminos y garantizar a las ciudades desabastecidas y sitiadas el derecho de
tener alimentos y combustibles, son sin lugar a dudas, aquellos a los que hoy
debemos homenajear, y no solamente a los que están muertos o heridos, sino a
todos los policías del Perú enfrentados a la delincuencia, en este caso a la
barbarie subversiva y sediciosa, no han dado un paso atrás, los saludamos en la
inmortalidad, los saludamos en nombre de todos los peruanos y su futuro(...)".
Palabras del presidente peruano Alan García, al día siguiente de haber ordenado
la represión en manos de la DirOEs, dirección de operativos especiales,
provocando la masacre de aproximadamente 103 nativos jóvenes y niños,
periodistas, y otros tanto heridos del pueblo de la Amazonía peruana.
El 9 de mayo García decretó "estado de emergencia" en las provincias amazónicas
para profundizar el debilitamiento de los pobladores que, sin alimentos ni agua,
resistían en los ríos y la ruta costera a la altura de la ciudad de Bagua desde
hacía más de 50 días.
Luego de apelar a las conocidas Comisiones y Mesas de Diálogo que sólo sirven
para impedir la lucha, intentando convencer a algunos dirigentes con subsidios o
beneficios, la militarización fue el puntapié a la criminalización de la
protesta y la masacre, en nombre de los intereses de las empresas de
hidrocarburos, que se vieron beneficiadas desde el año pasado por un paquete de
decretos, y ante la inminente sanción de la llamada Ley de la Selva que amenaza
con la depredación de los recursos naturales y las tierras de los pueblos
originarios.
Es así, que esta semana se produjo el desembarco policial disparando a diestra y
siniestra desde tierra y aire por la ruta, en las casas y escuelas con armamento
bélico.
El siguiente paso fue construir un "muro informativo" para evitar que se
conociera la verdad de lo sucedido, difundiendo únicamente la muerte de algunos
policías apedreados o muertos a manos de sus propios colegas de civil.
Asesinaron y detuvieron periodistas, impidieron a médicos y asistentes
sanitarios llegar a los moribundos, trasladaron cadáveres a un cuartel militar
para incinerarlos y arrojaron otra cantidad al río Marañon.
La respuesta popular, tras resistir la represión, fue rodear una estación
petrolera y encerrar a grupos de policías cuando se les acababan las municiones,
impidiendo la llegada de refuerzos. Así quedó la ciudad de Bagua bajo toque de
queda. El dirigente Santiago Manuín fue uno de los primeros asesinados y se
ordenó la captura de Alberto Pizango, como corolario de la escalada represiva de
Alan García, que agradeció a su policía la masacre del pueblo que se resiste a
la depredación de los intereses que tan fielmente representa.