Argentina, la
lucha continua....
|
Escrache futbolero a Juan de la Cruz Kairuz
El que no salta es un represor de los milicos
Alejandro Wall
Critica de la Argentina
Ni el toque de tintura castaño oscuro, ni los lentes ahumados, ni mucho menos
–o quizá por eso– la gorra color verde militar pudieron evitar que la cancha de
Deportivo Maipú, en Mendoza, reconociera a Juan de la Cruz Kairuz apenas asomó
en la platea. El técnico de Talleres de Perico, acusado de comandar un grupo de
tareas durante la última dictadura militar, quedó escrachado por su pasado. El
estadio entero lo repudió. Hubo insultos, banderas y un grito futbolero: "El que
no salta es represor".
"De mi pasado no voy a hablar. De lo deportivo hablemos de lo que quieran, lo
único que les digo es que estoy esperando el juicio para demostrar que soy
inocente de todo lo que me acusan", dijo Kairuz después de un partido que no lo
trató muy bien. No sólo recibió el rechazo de las tribunas sino que además su
equipo perdió 1-0 frente a Maipú por el torneo Argentino A.
Kairuz ya sabía lo que le esperaba en Mendoza: agrupaciones sociales y
políticas, como Barrios de Pie y Libres del Sur, además de organismos de
derechos humanos como Hijos, Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y Familiares de
Detenidos y Desaparecidos, llamaban desde hacía varios días a manifestarse
contra el DT represor. Tanto en el hotel en que se hospedó como en el viaje
hasta la cancha y en el campo de juego mismo, el entrenador estuvo custodiado
por la policía.
Hubo más: Kairuz apareció por el estadio Omar Higinio Sperdutti bajo algo muy
parecido a un disfraz: el pelo teñido, con lentes y una gorra. Cuando su equipo
salió a calentar, minutos antes del partido, él se mantuvo en el vestuario. Pero
luego no pudo evitar dar la cara. Se ubicó en la platea, desde donde dirigió a
su equipo por estar suspendido. En seguida se escucharon los silbidos. Y el hit
de la hinchada de Maipú: "El que no salta es represor". O la versión: "El que no
salta es militar". Una bandera de Libres del Sur daba una biografía básica: "J.
Kairuz, DT de Talleres, represor de la Dictadura". Primero estuvo colgada en la
popular, pero luego la trasladaron hacia la platea techada, de frente al
técnico, para que sus ojos no pudieran esquivarla.
Kairuz fue un lateral izquierdo que salió de San Martín de Tucumán. Como
futbolista pasó por Atlanta, Newell’s y Gimnasia y Esgrima de Jujuy. Quienes lo
vieron cuentan que era bastante bueno. En su vuelta a San Martín de Tucumán,
debió jugar frente al mítico Santos brasileño. "Tuve que marcar a Pelé y al
decir de todos los diarios lo hice perfectamente, al extremo de haberlo
anulado", le relató a la revista El Gráfico años atrás.
Pero su lugar fue Jujuy. Cuando se retiró del fútbol, consiguió un puestito en
la policía local. Y otro como entrenador de Atlético Ledesma, el club del
ingenio azucarero que pertenece a la familia Blaquier, y de donde la dictadura
hizo desaparecer a treinta trabajadores, con el apoyo empresarial. En el pueblo
de Libertador General San Martín todavía recuerdan la Noche de los Apagones
durante la que secuestraron a más de cuatrocientas personas.
Kairuz figura en el legajo Nº 3.376 sobre la desaparición de Luis Aredes, el ex
intendente radical que se atrevió a enfrentar el poder del ingenio. Olga Aredes
lo reconoció un año después de que se llevaran a su esposo cuando su domicilio
"fue invadido por un gran número de soldados uniformados del Ejército, al mando
de un empleado de la empresa Ledesma, Juan de la Cruz Kairuz".
Mientras Olga luchaba por justicia en Ledesma, Kairuz seguía dirigiendo equipos:
Juventud Antoniana y Central Norte, de Salta; San Martín de Tucumán y Atlético
Policial, de Catamarca. Ella, que llevó su pañuelo en soledad, murió en 2005 por
un cáncer. Pero sus hijos tomaron el legado. Kairuz dice que espera el juicio,
aunque la causa está estancada. Y él no está imputado: sigue libre, todavía
camina las calles de la jujeña Perico como director técnico, aunque cada tanto
le recuerden el pasado del que él no quiere hablar.