Argentina, la
lucha continua....
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Dengue, ¿enfermedad de la pobreza?
Sebastián Ariel Crespo
AnRed
"La gran alarma mediática que hay alrededor del dengue posiblemente tiene que
ver con que el mosquito puede picar a cualquier individuo. Que el pobre esté más
expuesto y desprotegido para adquirir el dengue no se diferencia en nada de lo
que puede ser estar expuesto y desprotegido en cualquier enfermedad que se nos
ocurra".
Para poder responder esta pregunta, es necesario que hagamos una descripción
simple de las características de esta enfermedad. Así podremos conocerla,
entenderla, y sobre todo, prevenirla.
El dengue es una enfermedad causada por un virus, y transmitida al ser un humano
a través de la picadura de un mosquito, que es el vector de la enfermedad. En la
mayoría de los casos, este es el Aedes aegypti, mosquito de hábitos
domiciliarios, por lo que la enfermedad es predominantemente urbana. No todos
los mosquitos contagian el dengue, sino aquellos que previamente picaron a un
individuo enfermo. El contagio solo se produce por la picadura de los mosquitos
infectados. No se transmite directamente de una persona a otra, ni a través de
objetos ni de la leche materna. El mosquito que transmite el dengue, se
desarrolla en envases caseros que puedan retener agua, tales como latas,
barriles o tanques, llantas descartadas, floreros, y cualquier otro recipiente
que contenga agua estancada.
El dengue es un problema creciente de Salud Pública en el mundo, debido a un
aumento de la población de Aedes aegypti. El aumento de la población de
mosquitos es una consecuencia de la urbanización rápida y desorganizada, de la
insuficiente provisión de agua potable y de recolección de residuos, de la gran
producción de recipientes descartables que sirven como criaderos de mosquitos, y
claro, de la ausencia de medidas sanitarias preventivas que tiendan a controlar
la reproducción del mismo. Al no existir vacuna, las estrategias para
controlar la enfermedad están destinadas a: reducir la población de mosquitos,
protegerse de la picadura de los mismos y detectar precozmente los casos de
enfermedad.
Ahora bien: ¿Es realmente el dengue una enfermedad de la pobreza?. Es innegable
que las viviendas precarias, la ausencia de recolección de residuos, y la
necesidad de utilización de baldes, barriles, etc. para la obtención y
almacenamiento transitorio del agua en aquellas poblaciones que no poseen agua
potable, todas estas situaciones vinculadas estrechamente con la pobreza, hacen
que esta población de algún modo se encuentre mas susceptible a padecer el
dengue. Pero de ahí a decir que el dengue es una enfermedad "de" la pobreza o
que es "el grito de la pobreza" hay una distancia enorme. El mosquito pica
universalmente, no discrimina por sexo, edad, raza, religión ni condición
socio-económica. Que el pobre esté más expuesto y desprotegido para adquirir
el dengue no se diferencia en nada de lo que puede ser estar expuesto y
desprotegido en cualquier enfermedad que se nos ocurra.
La gran alarma mediática que hay alrededor del dengue posiblemente tiene que ver
justamente con que el mosquito puede picar a cualquier individuo. ¿Por qué no
nos alarmamos con las verdaderas enfermedades de la pobreza? ¿No son la
desnutrición, la tuberculosis y el Chagas los verdaderos gritos de la pobreza?
Pero claro, esos gritos si discriminan por condición socio-económica y están
tristemente naturalizados por gran parte de nuestra sociedad.
En Argentina mueren 8 chicos por día a causa de enfermedades relacionadas con la
desnutrición, los enfermos chagásicos superan los 2.000.000 millones de personas
(si, 2 millones), y se enferman 11.000 habitantes por año de Tuberculosis y
cerca de 800 mueren a causa de esta enfermedad.
Claramente la pobreza está afónica o tiene la boca tapada, porque sus verdaderos
gritos no son escuchados.