En un fallo sin precedentes, Alejandro Sánchez Freytes, titular del Juzgado Federal Nº 2, resolvió la suspensión del juicio por extradición a Mario Liñán Vázquez y ordenó su inmediata libertad. La resolución satisfizo las expectativas de todos. La justicia peruana tiene 30 días para subsanar los errores cometidos. El mismo tiempo opera a favor del acusado de pertenecer a Sendero Luminoso, que solicitó el refugio político.

La audiencia anunciada para las 10, comenzó con dos horas de retraso. El juez del Juzgado Federal Nº 2, Alejandro Sánchez Freytes, resolvió suspender el juicio de extradición y ordenar la inmediata libertad de Liñán Vázquez, privado de su libertad desde diciembre del año pasado. Además, le impuso las siguientes condiciones: fijar domicilio, comparecer entre los días 1º y 5 de cada mes, a fin de constatar su sujeción al proceso, y la prohibición absoluta para salir del país, todo ello bajo apercibimiento de ley.

La sentencia se basó en argumentos ofrecidos por la fiscalía y también por la defensa. El magistrado citó la existencia de "falencias" en la solicitud de extradición. Destacó que "se carece de la resolución dictada" a la que considera "de vital importancia" y que corresponde a la absolución del primer juicio realizado en Perú, en 1993. En aquella oportunidad, fue torturado y sometido a un juicio que duró 14 días, ante los jueces sin rostro, y del que salió absuelto.

En ese sentido, el fiscal de la causa, Gustavo Vidal Lascano destacó la importancia de lo resuelto habida cuenta de que "no hay precedentes en Córdoba". El funcionario se mostró satisfecho porque "el juez hizo lugar al pedido de la Fiscalía, que en el marco de la documental, este ciudadano peruano que hace 15 años vive en Córdoba, había sido juzgado dos veces en un proceso judicial a todas luces inconstitucional, y pedimos la suspensión del juicio hasta que se resuelva el carácter de refugiado político", afirmó.

Por otra parte, el Juez también tuvo en cuenta un pedido de la defensa a favor de la no extradición cuando advirtió sobre la falta de precisiones respecto al tiempo a computar ante una supuesta condena futura. Sobre este punto, Amato se manifestó "sumamente satisfecho por lo resuelto por su Señoría, porque hizo lugar a lo que nosotros solicitábamos. Porque tiene vicios de forma y hay un trámite administrativo que debe resolverse en migraciones". En tanto, su par el abogado Carlos Orzaocoa evaluó que "esta resolución favorece a Liñan y es un paso muy positivo. Podrá trabajar y terminar con esta pesadilla". Además, recordó que tienen 30 días hacia delante.

"Con arreglo al Art. 31 de la ley 24.767-de cooperación internacional penal- se debe suspender el juicio de extradición a Liñán Vázquez y conceder un plazo de 30 días corridos al país requirente para que subsane los errores señalados", refiere el texto. Y agrega que corresponde al Fiscal Federal que en el tiempo establecido obtenga de la justicia peruana, una copia autenticada de la primera sentencia absolutoria en 1993 y que se expida respecto al tiempo de detención.

El asilo político, como remedio a la injusticia

Una segunda resolución, leída por el Juez, da cuenta de los trámites realizados por Liñán Vázquez ante el Ministerio del Interior para ser reconocido como refugiado político. En esa línea, el escrito considera que el carácter de refugiado debe ofrecerle protección a la persona desde el mismo momento en que inicia la gestión; por lo tanto, debe regir el principio de no devolución. Entonces, los beneficios deben ser gozados desde el principio del trámite y hasta tanto se resuelva la situación.

El planteo central alude a la persecución política. Uno de los fragmentos del texto leído por el Juez expresa que "existen elementos que permiten suponer que la detención de Liñán Vázquez podría estar relacionada con sus ideas políticas, ya que la solicitud estaría ligada a la supuesta participación del nombrado en el Movimiento guerrillero Sendero Luminoso en un atentado fallido, en 1992".

Sobre esta cuestión, el director de Derechos Humanos de la Municipalidad de Córdoba, Luis Miguel Baronetto, valoró que "con las pruebas que se incorporaron al expediente, y las argumentaciones que hizo el Fiscal y la Defensa, quedó claramente demostrado que existió un riesgo cierto de persecución política a Liñán Vázquez en Perú. De manera que nos da tiempo para acelerar los trámites de asilo político, cosa que estimo tendrá resultado positivo porque el carácter político de la detención ha sido ratificada incluso por la misma resolución del Juez".

La solicitud se realizó ante el Cepare y la Cancillería, que ahora sumarán estos elementos a la petición que, finalmente, deberá resolver la Presidenta. Si es favorable, se acaba con el juicio de extradición.

La alegría de recuperar la libertad

"Ha concluido el juicio". Estas palabras pronunciadas por el juez Alejandro Sánchez Freytes, fueron las más esperadas por Mario Liñán Vázquez, su familia, la defensa y un grupo de organizaciones sociales y políticas que desde hora temprana se acercaron a las puertas del edificio de Tribunales Federales.

Liñán se abrazó a su esposa y también a su hermana, y lloraron emocionados por largos minutos. "No tengo de qué quejarme, he tenido un trato justo", afirmó momentos después de recuperar su libertad. "No como en Perú, donde me torturaron", recordó con amargura.

Ante la pregunta de Prensared sobre qué será lo primero que hará respondió son simpleza: "quiero ver a mis hijos, a mi hijo mayor que está en el colegio, disfrutar y estar tranquilo. Esta semana quiero estar con mi familia, y después empezar a trabajar para pagar las deudas".

Agradeció la mano tendida por numerosas personas y organizaciones sociales que le han brindado ayuda. Gloria, su esposa solo atinó a decir: "mira, estoy muy contenta de estar con mi esposo y mis hijos, y muy agradecida a las organizaciones".

En la calle, un nutrido grupo de militantes le hizo el aguante todo el tiempo que duró el juicio. Bombos y redoblantes, muchos cánticos y la convicción de estar luchando por una causa justa bastaron para justificar el paso de las horas en unos días atípicos.

Se hicieron presentes, miembros de la Comisión por la Libertad de los Presos Políticos de Córdoba, la Coordinadora Antirrepresiva, Quebracho, Fogoneros, entre otros militantes del campo popular. Oscar Martínez, del Movimiento Teresa Rodríguez, expresó el sentimiento reinante entre lo militantes por lo acontecido en el quinto piso de Tribunales: "es un triunfo para el campo popular, y en contra de las leyes antiterroristas. Es una manera de demostrar que la única forma de arrancar los presos del régimen, es con lucha y movilización. Además, es una muestra de que se puede. Ahora nos queda el refugio político. Estamos muy alegres", sostuvo.