Argentina, la
lucha continua....
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Endemoniados
Miguel Apontes
PRENSA RED
Un ex funcionario Área Denuncias CONADEP-Córdoba envió una carta de lectores en
la que opina sobre el editorial del diario La Voz del Interior al cumplirse el
33 aniversario del golpe militar de 1976.
Desde el título, "Memoria para todos", ya se sugiere la idea de la nota. Otra
vez -y en LA VOZ es recurrente- la cuestión de los dos demonios.
Creo que ya se ha dicho suficiente sobre el tema. Incluso bastaría leer algunas
sentencias judiciales recientes, ensayos de juristas e intelectuales, para
cerrar definitivamente este debate absurdo que, a no dudarlo, es propuesto
permanentemente por la derecha argentina, que no termina de asimilar la terrible
derrota política y cultural sufrida en este terreno.
Pero, aunque peque de repetitivo, voy a insistir con un concepto: no existe nada
igual a un Estado terrorista. Por lo tanto, toda vez que se pretenda equiparar
ése Estado terrorista con cualquier otra violencia, por más cruenta que sea,
sólo se está soslayando la magnitud del terrorismo de estado. Y que quede claro:
en este país la dictadura militar cometió al amparo del terrorismo de estado un
genocidio.
Y también vale insistir con esto: fue el terrorismo de estado la herramienta
escogida para implementar un modelo de país determinado, un modelo de país de
economía concentrada de mercado, un modelo de país que excluye a millones de
compatriotas, un modelo de país neoliberal (recomiendo leer el mensaje del 2 de
abril de 1976 que dirigió al país el inefable Alfredo Martínez de Hoz).
Además, en un párrafo del editorial se dice: "… una dictadura que sumergió al
Estado nacional en la actuación más tenebrosa que alguna vez haya sucedido." Me
parece contradictorio, entonces, otra vez insistir con la idea de "los dos
bandos", a no ser, claro, que se simpatice con el bando hoy en baja (bueno en
baja quizás las fuerzas armadas como brazo armado del proyecto económico del
‘76, pues el poder real sigue estando intacto y como siempre en pocas manos, y
esto nos lo hacen sentir en forma permanente, incluso mediante editoriales de
escaso vuelo intelectual en algunos medios), con esa dictadura militar asesina
de argentinos, secuestradora de niños, torturadora, defensora de los intereses
más concentrados de este país.
Y donde, en esa defensa de sectores privilegiados y dominantes, no estuvieron
exentos los medios de comunicación masiva, aliados fundamentales en ese periodo
oscurantista. De eso, y de lo que sucedió con los medios en Córdoba, puedo
hablar bastante; y no porque me haya nutrido leyendo ningún ensayo sobre la
época. Simplemente porque lo viví en carne propia.
Ahora, lo que me llama más la atención es que LA VOZ DEL INTERIOR incurra en
errores increíbles, groseros. En su afán de sumarse al coro de medios
opositores, que buscan de todas maneras hacer el doble juego, contradictorio,
presentándose, por un lado, como defensores a ultranza de la
"institucionalidad", pero por el otro promoviendo de manera sutil (y no tanto)
la banalización de la actividad política, el desprestigio mediante el trato
peyorativo de las autoridades legítimamente elegidas, en definitiva promoviendo
el desprecio y ataque a las instituciones que primero dice defender a ultranza.
No puedo decir otra cosa, cuando en un verdadero error de concepto, grueso error
de concepto de los demócratas editorialistas, se afirma que "haber instaurado
por decreto el feriado nacional del 24 de marzo fue una decisión teñida de
parcialidad histórica y de intencionalidad política. Es como si el gobierno del
entonces presidente Néstor Kirchner hubiera pretendido establecer como criterio
de verdad histórica "
No sigo porque me da vergüenza ajena. Señores de LA VOZ DEL INTERIOR: deberían
saber que el feriado del 24 de marzo fue instaurado no por decreto como lo
afirman en el editorial (de decreto "K", como les agrada a ustedes siempre
decir), sino a través de una Ley de la Nación, votada en la Cámara de Diputados
el 15 de marzo de 2006, donde había llegado ya con media sanción de la Cámara de
Senadores (se debatió largamente en las dos cámaras).
La legitimidad de su sanción, los fundamentos del proyecto finalmente aprobado,
no dejan dudas de la intencionalidad política (eso siempre estará, es lógico) y
del criterio que prevaleció para su aprobación. Pero no quedan dudas, ustedes
que permanentemente apelan al respeto de la institucionalidad, que su conversión
en Ley de la Nación, fue mediante un proceso absolutamente legítimo, que emanó
de un Poder del Estado absolutamente legítimo.
Por otro lado, no es un argumento válido lo referente a la fecha, si antes o
después. En realidad, yo no puedo dejar de acordarme en esa fecha de otros hitos
del terrorismo de estado en el país: la matanza de indígenas en la campaña del
general Julio Argentino Roca, la Semana Trágica de 1919 con Hipólito Irigoyen
como presidente y después los fusilamientos de obreros rurales en la Patagonia,
en 1921.
Todo tendrá una visión sesgada cuando ideológicamente se está en las antípodas
de una posición. O si no ¿qué es el feriado del 8 de diciembre, con una clara
connotación católica a pesar de regir en nuestro país la libertad de culto? ¿Y
qué se puede decir del Día de la Raza, que por decreto –esta vez sí por decreto-
también de Irigoyen del 4 de octubre de 1917? Y, ya que se habla de historia
parcializada cuando se critica el feriado del 24 de marzo, ¿saben algunos de los
considerandos del decreto de Irigoyen cuando declara feriado el Día de la Raza?
Vean: "Art. 2: Que se debió al genio hispano intensificado con la visión suprema
de Colón… Art.3: Que la España descubridora y conquistadora volcó sobre el
continente enigmático el magnífico valor de sus guerreros, el ardor de sus
exploradores, la fe de sus sacerdotes, el precepticismo de sus sabios, la labor
de sus menestrales, y derramó sus virtudes sobre la inmensa heredad que integra
la nación americana."
Y bueno, no deja de llamarme la atención la preocupación de LA VOZ DEL INTERIOR
por una visión completa de la historia, sin sesgos. Este diario que tanto
censuró a quienes pretendíamos apenas alcanzar alguna visibilidad pública a
partir de la lucha desde la Comisión de Familiares de Desaparecidos, que no nos
publicaba nada, ni aún pagándolo a modo de solicitada, que jamás se hizo una
autocrítica al respecto y que ahora hable tan suelto de cuerpo y afirme que "Si
se quiere apelar a la verdad y mantener vigilante la memoria histórica, hay que
reconstruir toda la verdad."
Es el mismo diario que aceptó que el poder político –algo inadmisible cuando se
habla de la independencia de un medio de prensa- le haya puesto a la avenida
donde se ubica su redacción, sus talleres, el nombre de Avenida La Voz del
Interior. Quizás hubiera sido más atinado que LA VOZ DEL INTERIOR hubiera
propuesto para su calle el nombre de algún periodista icono en cuanto a valores
de compromiso y libertad de expresión, como Rodolfo Walsh.
Digo, para evitar tanto sesgo.
Miguel Apontes es ex funcionario Àrea Denuncias CONADEP-Córdoba.
El editorial de La Voz del Interior en: