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Argentina, la lucha continua....

Trasnacionales aplican la minería metalífera química
Termas de Rosario corren un gran riesgo de contaminación

Sylvia Ubal
Barómetro Internacional

"Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano,
equilibrado, apto para el desarrollo humano
y para que las actividades productivas satisfagan
las necesidades presentes sin comprometer
las de las generaciones futuras;
y tienen el deber de preservarlo."
(Art. 41 de la Constitución Argentina)

La Ciudad de Rosario de la Frontera, en Argentina, es un espacio donde la salud, el paisaje y esparcimiento se congregan alrededor de las mundialmente reconocidas aguas termales y sus propiedades medicinales.

Los primeros en explotar las "Aguas Calientes" fueron los Indios Incas quienes las llamaban Inti Yaco, que significa "Aguas del Sol". Ellos descubrieron sus propiedades curativas, y para aprovecharlas correctamente construyeron en el fondo de la quebrada unas piletas para reunir el agua.
Luego estos baños se fundaron el 1 de abril de 1880, y fueron los primeros baños termales de la Argentina. Su creador fue el Dr. Antonio Palau, quien dio principio a la apertura de caminos y desmontes que le permitieron levantar una precaria edificación de casillas de madera cerca de las fuentes. Construyó las primeras piletas, y un primitivo hotel, que fue llamado "Martín García", en un área de 800 hectáreas.

El auge de los baños termales de Rosario de la Frontera logró que en el año 1921 se construyera la estación ferroviaria Baños, a dos kilómetros al noreste del hotel, con un estilo de arquitectura romántico inglés, de tres plantas, y varias habitaciones, que en aquellos años funcionaba también como alojamiento.

Agua termal mineral Palau

El manantial Palau provee el agua de mayor consumo a la Ciudad de Rosario de la Frontera, emana de la montaña, a una temperatura de 76ºC. Se encuentra al sur del establecimiento balneario, a una distancia aproximada de 78 metros. De una pureza extraordinaria, aséptica, exenta de microbios, y muy radioactiva, debe ser tomada (en lo posible) en el mismo manantial.

Rápidamente absorbida por las vías digestivas, estimula la osmosis celular y provoca la eliminación por los riñones, de una cantidad de agua superior a la bebida. Determina a la vez una diuresis líquida y una diuresis sólida, además es de gran provecho para el tratamiento de las dispepsias y de las afecciones nerviosas del estomago.

Pero estas Termas de Rosario de la Frontera corren un gran riesgo por un proyecto metalífero en pleno corazón de las sierras productoras de aguas termales. Los grandes intereses extranjeros por estos recursos naturales no reconocen límite alguno.

La gran minería metalífera química constituye hoy una de las principales causas de contaminación.

Pero las trasnacionales Mineras buscan desarrollarse en los países de Latinoamérica sacándonos nuestros ricos recursos naturales porque en los países desarrollados esta actividad esta prohibida.

El Proyecto León

Este proyecto que se extiende por las Sierras subandinas al oeste de los valles fértiles de Rosario de la Frontera y ahora se suma otro proyecto Alexander que tiene sus actividades en Norte de las Sierras de la Candelaria a muy poca distancia del centenario gran Hotel de las Termas.

Los ciudadanos y las fuerzas vivas locales manifestaron su rotunda oposición de esta actividad minera en la zona, pero la respuesta del Gobierno Provincial ha sido ambigua y muy difusa. Diferentes voceros intentaron tranquilizar a la población diciéndoles que no se llevara a cabo dicho proyecto, pero la realidad es que los expedientes siguen su curso hacia la aprobación.

Ante la tensa situación lo que se perfila como solución del conflicto es la elaboración de un documento legal por parte del gobierno salteño que impida de manera precisa y definitiva, el desarrollo de este tipo de actividad minera en los departamentos del Sur de Argentina.

Cristina Kirchner vetó la Ley de Glaciares

El pasado mes de diciembre la Presidenta Argentina vetó la Ley de la industria más perjudicada, la Ley de Glaciares, que la Cámara de Diputados y el Senado habían sancionado para proteger a los glaciares Argentinos de la explotación minera metalífera contaminante

En su artículo sexto, la norma prohibía las actividades que pudieran afectar la condición natural de los glaciares y que implicaran su destrucción o traslado. Sin vueltas, vedaba la exploración y explotación minera o petrolífera.

En su decreto, la Presidenta dice que de acuerdo con lo expresado por ese organismo "el establecimiento de presupuestos mínimos no puede limitarse a la absoluta prohibición de actividades".

El veto de Cristina continúa: "En este sentido dice: la prohibición de la exploración y explotación minera o petrolífera, incluyendo aquellas que se desarrollen en el ambiente periglacial saturado en hielo, daría preeminencia a los aspectos ambientales por encima de actividades que podrían autorizarse y desarrollarse en perfecto cuidado del medio ambiente". Lo que no dice, en realidad, es que su decisión favorece un negocio de tres mil millones de dólares.

Las Termas de Salta como los Glaciares de la Patagonia, son tesoros únicos en el mundo. Polos indiscutidos de desarrollo turístico, y reservas mundiales de agua potable, que amenazan ahora con ser contaminadas.

Por eso decimos NO a la Minería Química a Cielo Abierto y la Minería Nuclear en todas sus formas.

Fuente: lafogata.org