Mendoza: En una semana trágica, murieron seis ex empleados de
YPF por enfermedades
Maxi Quinteros
MDZOL
En siete días, ex empleados que trabajaban en la Destilería de Luján de Cuyo
fallecieron por cáncer e infartos. Todos ellos participaban de los piquetes y
medidas de fuerza en reclamo de 230 mil pesos adeudados desde que la empresa
estatal pasó a manos privadas. La otra cara de una deuda social que ya lleva 276
muertes en un año.
En la última semana, seis ex empleados de YPF -que reclamaban una deuda
histórica de la empresa en su etapa estatal- han fallecido por causas vinculadas
a enfermedades cancerígenas y paros cardiorrespiratorios. En el último año,
según estimaciones realizadas por el mismo grupo, han muerto 276 ex obreros
presumiblemente por causas vinculadas a su trabajo en la Destilería de Luján de
Cuyo.
El pasado lunes 26 de enero, a la edad de 68 años y sin ver un peso de lo que le
adeudaban, murió Francisco Aguilar, uno de los referentes del grupo de
trabajadores de la antigua empresa estatal, por un cáncer fulminante que se le
detectó el año pasado.
Esto fue confirmado por Nélida, su esposa, quien manifestó que "es otro ex
ypefiano muerto en la lucha y que no logró nada, y así como él han fallecido
otros trabajadores en estos días. Y el gobierno que decía que trabajar ahí no
era tóxico". Aguilar había trabajado durante 30 años en la destilería.
Oscar Landeiro, otro de los referentes en los cortes que se realizaban a modo de
protesta en la entrada a la Destilería, confirmó que la fatídica serie comenzó
"el lunes de la semana anterior, cuando falleció el compañero Arce, de cáncer de
pulmón".
Landeiro también mencionó que "Guillermo Añeñi murió el jueves, de cáncer al
estómago, y otros dos compañeros de apellido Rodríguez de infarto, al igual que
el compañero Correa. Todos ellos participaban en los cortes".
De hecho, la última medida de fuerza debió ser suspendida porque tanto Añeñi
como Aguilar se habían descompuesto en medio del paro, por lo que tuvieron que
ser asistidos. Correa, por su parte, había participado en el corte del último
viernes y se retiró a su casa también por un malestar físico. Al día siguiente,
fallecería de un paro cardíaco. Estas situaciones han hecho caer el ánimo del
grupo en su reclamo.
La mayoría de ellos trabajaba en la destilería, donde "se aspiran muchos ácidos,
mucho azufre. Es una zona declarada insalubre porque es muy contaminante todo lo
que se quema con fósforo", explicó brevemente Landeiro.
Según los cálculos que llevan adelante el grupo de ex trabajadores que llevan
adelante la protesta desde hace ya bastante tiempo, en el último año han
fallecido 276 personas que trabajaban como obreros en la planta industrial de
YPF. La mayoría de ellos por enfermedades cancerígenas, problemas renales, paros
cardiorrespiratorios y diabetes.
"Esta es la cifra, entre el 4 de febrero de 2008 y el lunes 26 de enero, con el
fallecimiento de Aguilar", puntualizó Landeiro.
"Mi esposo conocía la destilería como la palma de su mano. Lo habían mandado a
Bahía Blanca y al sur para levantar plantas allá, pero al final la destilería se
lo terminó llevando", comentó Nélida, la esposa de Aguilar.
Los ex ypefianos comenzaron su reclamo luego de ser despedidos de la empresa
estatal en los años 90, que pronto pasaría a manos privadas en la primera tanda
de privatizaciones encarado por el gobierno de Carlos Menem. En todos estos
años, han reclamado una suma de 230 mil pesos per cápita del Programa de
Propiedad Participada (PPP), originado desde el desmantelamiento de YPF como
empresa petrolera del Estado que ya lleva 15 años
Llegados a esta época, muchos han superado la barrera de los 65 años y la fuerza
y el ánimo no son los mismos, sobre todo ahora que las condiciones de salud han
comenzado a deteriorarse. Otro ex empleado, Aldo Garritano, por caso, toma al
día de hoy 9 pastillas distintas por su deteriorado estado de salud, según
refirió Oscar Landeiro.
La próxima medida que tomarán los ex empleados será una cuestión de justicia
poética. Una solicitada en los medios de comunicación con el rostro de los seis
compañeros que fallecieron en estos días de enero y la reivindicación de su
reclamo.
Sin embargo, el espíritu ya no es igual. "Los mismo hijos nuestros ya no quieren
que sigamos reclamando, porque no quieren que nos muramos así, pidiendo la plata
que nos deben, y el Gobierno sigue haciendo oídos sordos", graficó Landeiro, que
forma parte de un grupo de 180 ex empleados que todavía sobreviven.