Santa Cruz
Muere un piquetero en un confuso episodio policial
Indymedia
En un confuso episodio policial, el 13 de enero, murió Jaime Vargas alias "Popeye"
mientras participaba de un piquete en la puerta de la petrolera Repsol-YPF.
Vargas, participaba juntos con otras personas desocupadas, de un reclamo por
puestos de trabajo en la puerta de la empresa petrolera, cuando se acerca un
móvil policial a los efectos de realizar una diligencia procesal dispuesta por
el juez de instrucción en una causa por robo, a la que Vargas accede sin mostrar
resistencia y se dirige con los agentes a su domicilio. Según el informe
policial unos minutos después, Vargas, cambia de actitud y comienza a "increpar
violentamente" a la policía. Según el parte oficial se produjo un enfrentamiento
donde Vargas no fue herido de gravedad: "se efectúa un disparo a zona no
vital… a larga distancia, el que impacta en parte delantera de su pierna
izquierda", sin embargo ingresa al hospital con paro cardiorrespiratorio y
30 minutos después fallece.
Un trabajador desocupado que compartía el piquete con Vargas expresó:
"Tenemos ahora el problema que hay un muerto más en Las Heras…Es un piquetero,
un trabajador, alguien que reclamaba trabajo…no sabemos el motivo por la cual lo
sacan del piquete y a los veinte minutos escuchamos balazos, ruidos de
ambulancias y patrulleros y nos traen la denuncia que Popeye había muerto".
Una de las referentes del reclamo manifestó: "El mediodía llegó el patrullero
donde estamos protestando. Lo llamaron a Popeye y le dijeron que lo iban a
llevar porque tenían un oficio. El aceptó ir a pesar que nosotros no queríamos.
Quédense tranquilos, nos dijo. Voy a ir y luego vuelvo". Sus compañeros y
compañeras dijeron que a Vargas, la policía, nunca le mostró la orden de
allanamiento, además era analfabeto y que murió porque no recibió inmediata
atención médica.
Dos días después de la muerte de Vargas, tras 8 días de piquete, la medida de
fuerza fue levantada porque los trabajadores y trabajadoras, lograron que la
empresa Repsol-YPF se comprometiera en otorgarles los puestos de trabajo, a las
más de 40 personas que se encontraban participando del reclamo. Luego de
sucedida la muerte de Vargas, los medios locales parecieron justificar su
muerte, haciendo hincapié en el "frondoso" prontuario que tenía: "Más allá de
lo ocurrido la fatídica tarde del pasado martes 13 y los sucesos que
desencadenaron en la balacera en la que finalmente cayó muerto, lo cierto es que
si bien hay quienes lo desconocían, o lo niegan, Popeye Vargas era un
delincuente de frondoso prontuario" (Tiempo Sur). Vargas, había sido
procesado, en dos oportunidades, por hurto (robó dos bicicletas y una amoladora)
y tenencia ilegal de arma de uso civil.