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Argentina, la lucha continua....

"Est�n poniendo a los j�venes como victimarios para poder reprimirlos cuando salgan a luchar por el cambio social"

Ernesto Bruna
ACTA

La presidenta de Madres de Plaza Mayo L�nea Fundadora, Nora Corti�as y el secretario de Derechos Humanos de la CTA, Ricardo Peidro, visitaron Tucum�n para sumarse a "La Carrera de Miguel", la marat�n que recuerda a Miguel S�nchez, atleta y militante tucumano secuestrado durante la dictadura militar. Hablaron de la situaci�n actual de los Derechos Humanos, de la necesidad de que se abran los archivos de la represi�n existentes en oficinas p�blicas, juzgados y en los archivos de la Iglesia Cat�lica.

Puntualizaron como objetivo principal de los movimientos sociales la lucha contra el hambre. Destacaron la construcci�n en todo el pa�s de la Constituyente Social y la creciente participaci�n de las mujeres y los j�venes.

La "Carrera de Miguel" ya se convirti� en un cl�sico en la provincia de Tucum�n. Bajo la inspiraci�n del dirigente de la CTA Tucum�n Salvador "Turi" Agliano, y la colaboraci�n del maratonista Juan Pablo Ju�rez, desde hace cinco a�os se viene desarrollando esta competencia en memoria del atleta y militante tucumano Miguel S�nchez, quien fuera secuestrado por la �ltima dictadura militar en 1979.

Por cumplirse los 30 a�os de su desaparici�n, esta edici�n de la carrera, realizada el pasado s�bado 28 de noviembre, cont� con un acto especial, que se desarrollo en el monumento a la memoria de los 30.000 desaparecidos, ubicado en el parque El Provincial de la ciudad de San Miguel de Tucum�n.

Para este acto, en el cual se restituy� una placa que recuerda al atleta desaparecido, visitaron Tucum�n la presidenta de Madres de Plaza de Mayo L�nea Fundadora, Nora Corti�as y el secretario de Derechos Humanos de la Central de Trabajadores en la Argentina (CTA), Ricardo Peidro, quien durante la dictadura estuvo secuestrado en condici�n de detenido-desaparecido en el ex Centro Clandestino de Detenci�n "Club Atl�tico".

�Qu� significa participar de este homenaje a un militante social y deportista como fue Miguel S�nchez, desaparecido por la �ltima dictadura militar?

Nora Corti�as (NC): Venir a Tucum�n para este recuerdo y este homenaje a Miguel es tambi�n parte muy importante como ejemplo para la juventud, en el sentido de que hay que seguir luchando; y de que Miguel tendr�a tantos sue�os y cuando se volc� a alg�n deporte, para competir sanamente, esos sue�os se truncaron en ese estado de desaparici�n, en este crimen de lesa-humanidad, en esta aberraci�n que fue esta mitolog�a. Ya que todos esos j�venes que hoy no tenemos, estar�an forjando un pa�s distinto. Sin soberbia, lo digo, sin la intenci�n de hacerlos h�roes, porque ninguno de los que lucharon y hoy no est�n quer�an ni monumentos, ni estar en el bronce o en el m�rmol, de ninguna manera, quer�an estar en el coraz�n del pueblo. Y hoy Miguel est� en el coraz�n del pueblo junto a los 30.000 desaparecidos, y con un pueblo que quiere seguir luchando.

Ricardo Peidro (RP): Y m�s en un evento tan simb�lico en una tierra como �sta donde rein� uno de los m�s grandes genocidas como fue (Antonio) Bussi. Nosotros estuvimos con Norita para el juicio a Bussi en Tucum�n, y fue realmente impactante verlo llorando a semejante genocida. Es importante, esto de los sue�os porque nosotros rescatamos la lucha de los compa�eros para seguir. Porque lo importante es haber atravesado todos estos tiempos siendo militante, haber atravesado el proceso militar ya sea en las c�rceles, los campos de concentraci�n, los exilios internos y externos, y seguir siendo militantes. Y ese es el mayor homenaje que le podemos hacer a los compa�eros. Una cosa que me impresiona es que en el juicio que se est� realizando ahora de Atl�tico, el Banco y el Olimpo, nos dicen "vos sos un caso" y tengo que ir a declarar como caso para condenar a un genocida. Pero lo que m�s nos llena de satisfacci�n, es que adem�s de ser casos, sigamos siendo militantes para cambiar la sociedad y el sistema.

NC: Para m� lo impactante fue que en nuestra lucha, fuimos conociendo la gente que sal�a de ese calvario, que salv� su vida y que nosotros quer�amos hablar para conocer lo que sucedi� con nuestros hijos, y ver que son testigos y testimonio vivo permanente. Y que logran condenas como la de (Miguel) Etchecolatz, (Christian) Von Wernich, (Antonio) Bussi y todos estos genocidas que, aunque est�n en c�rceles privilegiadas, no dejan de ser ante el mundo lo que son. Pasar�n a la historia como genocidas, est�n donde est�n detenidos. Est�n marcados para siempre, ellos y sus familias. Y sus nietos nunca podr�n sentirse orgullosos de ellos y poder decir "mi abuelo�"; como mi nieta podr� decir de su padre desaparecido (Carlos Gustavo Corti�as). Por eso es importante seguir y terminen los juicios como terminen, porque el pr�ximo 10 de diciembre se va a dar una sentencia que es ofensiva para el pueblo y para la humanidad, por la cual cinco genocidas juzgados por los mismos cr�menes, a dos los condenan, que quedar�n libres porque tienen m�s de 70 a�os, y a tres los dejan en libertad. Pero igual de cualquier manera pasaron por el banquillo de los acusados y ante el mundo est�n marcados con ese signo del error que fue el terrorismo de Estado.

�En qu� estado se encuentra la cuesti�n de los Derechos Humanos en la Argentina?

NC: Sobre el pasado hemos tenido avances y logros importantes. Si bien la Justicia no est� funcionando como ser�a necesario, ya que a veces hay un juicio y las condenas no se condicen con los cr�menes horrendos que cometieron a trav�s de este genocidio; pero sin embargo, algo se pudo lograr a trav�s de haber volteado las leyes de la impunidad, Punto Final, Obediencia Debida e Indulto. Hay algo que yo quiero se�alar, precisamente de estos �ltimos d�as; precisamente que aparecieran pantalla 15 personajes, torturadotes, genocidas que ante el mundo fueron mostrados sentados en el banquillo de los acusados, la verdad que eso es una faz positiva de la lucha. Eso se logr� con la lucha de 30 a�os en la calle, movilizaciones, exigencias y no claudicando. Y bueno, los dos �ltimos gobiernos que escucharon y que decidieron llevar adelante un apoyo que no hab�amos tenido de otros gobiernos. Pero lo que es importante es que estos genocidas que cre�an que iban a vivir en la impunidad total fueron mostrados ante todo el mundo, canosos, viejos, caducos y basuras. Pero es un paso importante. La Justicia todav�a falta mucho, todav�a falta que se abarquen campos y genocidas, y que no se juzgue a uno, dos o a tres. Este es un paso que vamos dando d�a por d�a.

Y muchas veces se da tambi�n el alivio de la pena, como Antonio Bussi que est� recluido en su casa en un country y no en una c�rcel com�n.

NC: Eso es lo que todav�a no logramos, que vayan a c�rcel com�n y con la condena perpetua. Pero lo vamos a lograr con la perseverancia y el trabajar todos juntos. Adem�s hay valores que son para se�alar, el testimonio de las v�ctimas que lograron salvar sus vidas, los ex detenidos desaparecidos, la gente que estuvo presa, ese testimonio, para las Madres que tantos a�os quer�amos imaginarnos qu� hab�a pasado con nuestros hijos, es valioso. Porque adem�s de mostrar la solidaridad es un acto de valent�a total. Y tenemos una prueba de que eso es tan impactante que desapareci� Julio L�pez, como queriendo parar con esta situaci�n que se ven�a firme. Por eso es importante que, a�n con la desaparici�n de L�pez, los testigos siguen firmes para dar su testimonio. Esto tambi�n es un avance en esta Argentina que ha tenido que vivir en el silencio tantos a�os. Lo que s� falta es que se abran los archivos y que nos digan qu� pas� con cada uno de los detenidos desaparecidos; porque hay archivos, hay posibilidad pero no hay voluntad pol�tica. Entonces para unas cosas hubo voluntad pol�tica y para otras estamos todav�a en camino.

Aunque muchos de los militares y funcionarios negaron la existencia de archivos o declaraban que todo hab�a sido quemado, de a poco fueron apareciendo monta�as de expedientes de la represi�n, como fue el caso de Rosario.

NC: S� en Rosario aparecieron como en otras partes; en C�rdoba hab�an aparecido hace algunos a�os unos documentos que est� manejando en un juicio el doctor Alberto Pedro Ancini, sobre qu� hacer con los chicos cuando hac�an los secuestros. Estaba escrito en actas. O sea hay pruebas de que archivos hay, as� que seguiremos luchando para que aparezcan. Y lo otro tambi�n es que se abran las gavetas de los jueces para decir a qui�n entregaron esos chicos y esos beb�s que fueron apropiados, porque eso tambi�n est�. Y la propia Iglesia Cat�lica tiene archivos y tambi�n esperamos que en alg�n momento los abra, como corresponde. Porque la c�pula eclesial fue part�cipe, con la excepci�n de un pu�ado de obispos, no fueron s�lo c�mplices, fueron part�cipes. Bueno, hay mucho por hacer, pero los avances son a trav�s de la solidaridad, de recomponer esas redes que la dictadura quiso destruir.

Hay una percepci�n de que la cuesti�n y el discurso de los Derechos Humanos ha calado en la sociedad, de que ha sido aceptado. Se ve por lo menos un triunfo cultural en este sentido con la incorporaci�n de la justa causa de los Derechos Humanos en el imaginario colectivo de nuestra sociedad.

NC: La Memoria camina y se alimenta d�a por d�a, pero tambi�n porque nos dan espacios. Hay que reconocer que empujando todos los d�as vamos obteniendo espacios.

RP: En la l�nea de lo que dice Nora; por supuesto que si al d�a de la fecha, llegamos a lo que llegamos despu�s de 33 a�os, a que los genocidas est�n sentados en el banquillo de los acusados es porque hay una lucha heroica del pueblo argentino, de los organismos de Derechos Humanos, de las Madres de Plaza de Mayo fundamentalmente que nos marcan un camino y que no nos resignamos nunca. Incluso cuando estaban las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, que incluso el posibilismo de algunos compa�eros progresistas dec�an "bueno no se puede m�s, hasta ac� llegamos"; y nos invitaban a no avanzar m�s queri�ndonos correr con el terror. Dec�an "no pidamos que caigan las leyes porque puede provocarse a�" El terror estaba muy afianzado en la sociedad. Era el terror de la dictadura y luego fue el terror en pleno liberalismo a la desocupaci�n. Siempre hay un terror que nos dice hasta ac� se puede. Si bien se avanz� mucho sobre esto, hay que tener en cuenta que para cometer un genocidio tiene que estar involucrada una enorme cantidad de gente. Por lo que falta mucha gente todav�a. Hay que ponerse de acuerdo, porque hay propuestas de los organismos de Derechos Humanos y de la CTA, para unificar causas para que no caigan los juicios por la muerte natural de los genocidas�

NC: �o porque los suicidan�

RP: �s� o porque los suicidan c�mo ocurri� ya. Y fundamentalmente, hay una cosa que est� instalada, naturalizada, quiz�s como en ning�n pa�s del mundo: que hay que juzgarlos. Lo que s� se empieza a instalar �y Rodolfo Walsh lo dijo a un a�o de la dictadura militar- de que no fue un grupo de militares fascistas de que se levantaron un d�a y dijeron "vamos a desaparecer gente al azar", sino que hab�a un objetivo, de plantar un modelo econ�mico que se afianz� a�os despu�s en la d�cada del �90. Pero en ese sentido qued� muy en claro la responsabilidad de los grupos econ�micos en la dictadura para plantar este modelo en la sociedad. Y eso es una cosa que hay que relacionar e instalar; porque muchas de las causas por las que luchaban aquellos desaparecidos, hoy esas causas est�n vigentes. Y de ah� que pueden prevalecer cuando aparecen determinados discursos disfrazados de seguridad � no estamos negando que hay que afrontarlo-, pero hay que afrontar este problema no desde el concepto de seguridad que muchas veces se alienta con un supuesto orden relacionado con la represi�n, y donde se apunta a nuestros j�venes y tambi�n a nuestros ni�os, que en lugar de mostrarlos como v�ctimas de este sistema, se los muestra como victimarios. En ese sentido tenemos que estar muy claros que nosotros queremos Justicia, hasta el �ltimo genocida preso, pero tambi�n que en este pa�s no haya ning�n pibe que pase hambre y que nuestros viejos puedan vivir con dignidad. Estos son los dos extremos de nuestra sociedad, en quienes se manifiesta crudamente la realidad de esta sociedad.

NC: Hasta este momento seguimos luchando; tenemos el apoyo de Derechos Humanos en las facultades, de la CTA, de los gremios que est�n con nosotros y que fueron muy golpeados durante el terrorismo de Estado; y que tambi�n mantienen la memoria y la exigencia de verdad y Justicia.

Si bien se nota la naturalizaci�n de la necesidad de juzgar a los genocidas pareciera que falta la conexi�n del Terrorismo de Estado con las luchas de los militantes sociales que hicieron desaparecer�

NC: �con lo social y econ�mico. Es claro, la dictadura dej� adem�s de 30.000 desaparecidos, 10.000 presos pol�ticos que hubo, el exilio para afuera y para adentro, es el hambre que tenemos hoy. Y a trav�s del manejo que hicieron en lo econ�mico, la deuda externa de hoy -que no es del pueblo argentino, es una deuda impagable porque es inmoral e ileg�tima y que no tendr�amos que seguir pagando porque ya fue pagada con creces- a medida que se paga genera m�s pobreza en el pa�s. Entonces es consecuencia de esa dictadura. Cuando las Madres nos pregunt�bamos "�por qu� se los llevaron?" y nos mir�bamos en el camino, supimos que fue porque eran militantes pol�ticos, sociales que estaban insertos en la sociedad y que quer�an un cambio. Cuando nos preguntamos "�Para qu� se los llevaros?" supimos que era para introducir el neoliberalismo a fondo en nuestro pa�s. Y que ven�a de atr�s; que tuvo que ver con la represi�n en el Cono Sur de Am�rica. Cuando vino Henry Kissinger a armar las dictaduras en el Cono Sur, fue a trav�s del Operativo C�ndor, siniestro y maldito, que trajo toda la situaci�n que hoy vivimos. Cuesta mucho, nosotros sabemos que salir del neoliberalismo, se sale con mucha voluntad pol�tica, pero en su conjunto, no se sale de este sistema porque los empresarios, los terratenientes est� al acecho. Lo vemos todos los d�as, la derecha en la Argentina quiere ser cada vez m�s rica, aunque sea a costa de m�s pobres cada d�a. Y tomar conciencia de eso tambi�n es importante, y creo que esa es la tarea que tenemos, llegar a que haya justicia social, que se termine el hambre en nuestro pa�s y los chicos puedan ir al colegio y no sean estigmatizados y judicializados. Porque todos los proyectos de baja de la imputabilidad es para judicializarlos m�s, no para protegerlos m�s. Pobre de nosotros que necesitamos de esta ley para proteger a los ni�os, porque van a tener derecho a la defensa. Entonces �hasta ahora no ten�an derecho a la defensa? Quiere decir que estaba muy mal todo.

RP: Aparte, en un pa�s como este, donde en lugar de tener una relaci�n distinta del Estado, con los j�venes, las j�venes, los ni�os y las ni�as, de garantizarle las necesidades b�sicas elementales, ante la falta de garant�as de derecho, se lo quiere disfrazar la baja de la imputabilidad como garant�a de derecho. Pero de lo �nico que se est� dispuesto a hablar es de derechos penales; ahora �y el resto, y los derechos econ�micos y sociales? Lo m�s indignante es que uno espera esto de los que claramente desde la derecha plantean estas cuestiones, porque uno conoce su intenci�n de m�s represi�n y ven a los chicos como enemigos, pero enemigos de este sistema injusto, porque cada vez m�s los j�venes se est�n organizando y uniendo en propuestas de transformaci�n de la sociedad, y por eso necesitan tener un aparato represivo que frene estas organizaciones; ahora que con un supuesto ropaje progresista, nos quieran convencer que esto es positivo sinceramente no tienen retorno. Porque los que levantan la mano, disfrazados de progresista diciendo que judicializarlos m�s a los pibes es lo justo� �por qu� no pusieron el mismo esfuerzo para garantizar otros derechos elementales? En ese sentido, no s�lo no se vuelve del rid�culo, sino que de estos lugares tampoco se vuelve. Despu�s se justificar�n y cambiar�n de tribuna, pero nosotros los tenemos que recordar.

NC: Adem�s, como pasa en la provincia de Buenos Aires, son leyes que salen para control social, porque otra vez vuelven con los edictos policiales que nos cost� tanto voltearlos despu�s de la dictadura. Normas que le dan a la polic�a amplio margen para reprimir y para detener a los j�venes, donde sabemos que el joven que entra a una comisar�a es torturado, golpeado y llegan a veces a la muerte y esconden su cuerpo, como es el caso de Luciano Arruga en Buenos Aires; Iv�n Torres en Comodoro Rivadavia; y hay 3.000 casos de desaparecidos j�venes en los a�os de gobierno constitucional. Entonces, volver otra vez al pasado con estas leyes hacen mal a la democracia y efectivamente, los diputados y senadores que votan estas leyes y que no se van a poder volver atr�s f�cilmente, sabemos que tendremos que dar m�s lucha. Pero dentro de nuestra lucha esperanzada, nosotras tampoco pens�bamos que un momento �bamos a tirar abajo las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, y no lo pensaban los genocidas, y sin embargo con la lucha lo logramos. Y ahora volveremos a retomar fuerzas cada d�a, para voltear esta infamia que se comete, y que sean respetados, porque adem�s esta ley que votaron de baja imputabilidad, ni siquiera est�n preparados estos espacios para poner a estos chicos. Ni siquiera est�n preparados para los que queden en libertad tengan un camino de protecci�n del Estado. O sea, es una improvisaci�n que yo lo presiento, y lo digo a t�tulo personal, es el reclamo de una sociedad pacata y fascista y el deseo del gobierno de satisfacer a esa sociedad para ganar votos.

Pensando en construcci�n al futuro hay que analizar qu� pas� con el Gobierno que ha dividido incluso al campo popular. �C�mo ven este tiempo en que el gobierno da el brazo a torcer en estos temas de seguridad para ganar la clase media y a la vez otorga la asignaci�n por hijo o les brinda un extra de $300 a los jubilados para fin de a�o, con el objetivo de ganar a los sectores m�s postergados?

NC: A m� me mortifica eso, porque estamos luchando para el 82% m�vil que es lo que dice la Constituci�n y entonces mucha gente se enga�a con este gesto de repartir $200, $300 a los jubilados, y eso es un enga�o. Creo que este gobierno va a tener que empezar a abrir sus orejas al pueblo, a tener di�logo con la gente que est� reclamando para empezar a resolver en hechos concretos estas reivindicaciones que se est�n exigiendo. Porque todos los reclamos que est�n en la calle son factibles de poder ser satisfechos. No se pide nada injusto, sino que se pide vivir en un mundo con necesidades b�sicas satisfechas, con trabajo, volver al Estado de bienestar, que yo lo viv�. Cuando me cas�, hab�a un Estado de Bienestar, que era fundamentalmente tener trabajo, obra social, hospitales con elementos. Ahora la gente va a los hospitales y no tienen insumos, est� desatendida la salud, la educaci�n, los maestros tiene que estar en la calle todos los d�as. Y ac� hay responsabilidades municipales, provinciales y nacional. No puede el gobierno decir, esto pasa en tal provincia; ac� hay una responsabilidad nacional de todos los funcionarios, para escuchar a este pueblo y solucionar estas falencias graves que tenemos.

RP: Aparte, en nuestro an�lisis el tema prioritario a solucionar en este pa�s es el hambre. Siempre decimos que es tremenda injusto que un pa�s que produce alimento para 300 millones de personas, sufra el hambre. Hay que hacer un esfuerzo muy grande para inventar el hambre en este pa�s. Pero esta claro que el hambre disciplina y ese es el motivo principal. Que haya hambre en este pa�s es una decisi�n pol�tica. Y en todo el pa�s hay organizaciones que estamos luchando contra esto, pero claro, no aparecen en los medios de comunicaci�n hegem�nicos, pero experiencias de lucha y de propuestas de organizaci�n para encarar el flagelo del hablo hay en todo el pa�s. Lo que hay que hacer es mostrarlas en nuestros propios medios y construir desde ah� la propuesta de cambio de la sociedad y hacernos cargo de esa propuesta. Excusas para decir que no se puede avanzar siempre va a haber, incluso disfrazadas de progresistas. El posibilismo es uno de los enemigos m�s importantes de los cambios profundos; porque el posibilismo disfrazado de progresista es el que le hace el juego a la derecha. Porque no es que hay una derecha fantasmal que est� por venir, sino que la derecha nos gobierna todos los d�as. Es mayor�a en los sectores econ�micos, en el campo de la comunicaci�n, en la Iglesia, en los gremios� La derecha est�, no est� por venir. Entonces si la cuesti�n es no pidamos porque viene la derecha, �entonces qu� es lo que hay?, �qu� es lo que est� gobernando esta sociedad para que sea tan injusta? Nos causa gracia porque muchos reivindican la revoluci�n bolivariana, la revoluci�n de Evo Morales, pero nos dicen "no hagamos nada ac�, porque sino ponemos en peligro el proceso regional". Ahora, la �nica manera de garantizar la revoluci�n en Venezuela, en Bolivia, en los pa�ses sudamericanos es hacer la revoluci�n ac�. Es la �nica manera, sino es una contradicci�n.

NC: �distribuci�n de la riqueza, porque hasta ahora s�lo se distribuy� la pobreza. Entonces es posible lo que se pide, as� que seguiremos luchando y buscando reforzarnos para que no nos separen y nos hagan hilachas a los grupos que hemos luchado tantos a�os.

Y precisamente el contexto regional que se est� viviendo con gobiernos de izquierda en Bolivia, Venezuela, Ecuador, Nicaragua nuevamente, tiran por tierra el posibilismo. �Qu� le falta a la Argentina para ponerse en sinton�a real y no de forma reclamativa con este proceso iniciado en el Cono Sur?

RP: Hay experiencias de organizaciones tanto a lo largo de la historia como en la actualidad. Si uno recorre el pa�s hay experiencia de organizaci�n, de propuestas que piden desde la resistencia y para sobrevivir como fue en los �90 hasta propuestas actuales del campo popular que podr�amos decir ofensivas, en el sentido de organizaci�n hacia adelante. La resistencia sirvi� como proceso de lucha desde los organismos de Derechos Humanos, desde las organizaciones sociales, desde lo gremial. Ahora lo que hace falta es construir un nosotros. Y esto es lo que nos proponemos todas las organizaciones que nos convocamos en la Constituyente Social: entrelazar las propuestas y construir una experiencia pol�tica de nuevo tipo en la Argentina. Que no significa la oposici�n de pol�tica social con la partidaria. Pol�tica hacemos todos los d�as. Las Madres de Plaza de Mayo hicieron pol�tica cuando se enfrentaron a la dictadura; las organizaciones sociales hacen pol�tica confrontando con el modelo. Lo que pasa es que generalmente los partidos pol�ticos tradicionales dicen "bueno, la pol�tica que se refiere a los cargos estatales la hacemos nosotros, ustedes ded�quense a lo social". Eso para nosotros est� terminado. La construcci�n en su conjunto es todo. Todos los que construimos todos los d�as hacemos pol�tica. Esta construcci�n pol�tica de nuevo tipo es lo que pretendemos que realice la Constituyente Social. Los que estuvimos en Neuqu�n lo vimos. Esos 4.000 compa�eros debatiendo en comisiones en las carpas, expresando opiniones, sin darse concesiones en el debate, pero sabiendo que las diferencias no pueden ser factor de fractura sino al contario ser aportes al objetivo final que perseguimos. Y llegado el momento hacernos cargo, �c�mo nos hacemos cargo? Hay que tener en cuenta cuando hablamos de los pol�tico partidario que en la Constituyente Social de Neuqu�n estuvieron presentes 17 partidos pol�ticos, o sea que no es que estos van a hacer un partido pol�tico, porque excusas para no juntarse va a haber siempre. Hay que buscar los caminos para unirse.

Pensando en el caso Tucum�n, hay que reconocer que hay distintas etapas de este proceso hacia la Constituyente Social, y en la construcci�n de esta experiencia nueva. Y muchas veces lanzar la idea de una pronta competencia electoral asusta a muchas organizaciones sociales. �Se van a respetar en esta construcci�n los tiempos propios de cada distrito?

RP: Las desconfianzas nos atraviesan a todos. Pero creo que es en la pr�ctica concreta donde las desconfianzas se funden en el objetivo com�n. Si nos vemos las caras, si vemos lo que estamos haciendo, si compartimos todas las experiencias y entrelazamos las miradas, ah� es donde se empiezan a fundir las diferencias, que no significa perder la identidad. La Constituyente Social no es una organizaci�n, en el sentido de "la orga" que tenga sus autoridades. La Constituyente no tiene autoridades. En cada lugar donde se abre una Constituyente es una coordinaci�n nacional. Es decir, la coordinaci�n nacional no est� en la Ciudad de Buenos Aires, donde est� V�ctor De Gennaro. Ac� en Tucum�n se abre un local de la Constituyente y es la coordinaci�n nacional de la Constituyente, en cada regi�n, en cada localidad, en cada provincia. Porque no hay una estructura, creo que ese deliberara en redondo, sin mesa que conduzca, son s�mbolos importantes, porque esto lo estamos construyendo. �Alguien tiene la f�rmula, est� escrita en alg�n libro? No la tenemos. Lo mejor que tiene la constituyente es que vamos construyendo el barco a medida que navegamos.

NC: Es un movimiento. A m� me hace recordar tambi�n a la formaci�n de Madres de Plaza de Mayo. Lo nuestro fue un movimiento que se fue creando, modificando de acuerdo a las necesidades. La voz la ten�a cualquier madre que ingresaba y que tra�a una propuesta de lucha. Es movimiento, donde un d�a somos tantas, y al mes somos menos, y despu�s crece porque se van sumando nuevamente. Yo creo que es as�, cuando nos dicen una ONG� no, las Madres somos un movimiento social, que hace pol�tica por la necesidad, porque todos hacemos pol�tica y el reclamo es un reclamo netamente pol�tico. Por eso nosotras tenemos el deseo de apoyar esta construcci�n de la Constituyente Social. En Neuqu�n hemos escuchado testimonios tan valiosos y tambi�n es importante destacar c�mo la mujer es protagonista importante de esta construcci�n y este cambio.

RP: Lo que dice Nora es llamativo. Nunca v� tanta participaci�n de las mujeres y de los j�venes�

NC: �en el taller en que yo particip� pude ver una compa�era misionera que estaba amamantando a su bebita, carg�ndola con un brazo, y en la otra mano con el micr�fono peleando por este drama que est�n viviendo con los proyectos de represa, porque Misiones va a terminar como una isla a causa del convenio que firm� Argentina con Brasil, ya que las represas y las inundaciones que van a haber, van a separar la provincia y est�n aterrorizados. Despu�s la pobreza, y tambi�n la persecuci�n que sufre esta gente en sus tierras, que despu�s ser�n una isla, pero con alg�n due�o. Bueno, y yo ve�a esta persona, una mujer joven, con esa desesperaci�n y defendiendo el futuro de su bebita, fue algo impresionante. C�mo hay que salir a luchar y compartir esa experiencia pol�tica y compartiendo mujeres y varones. Cosa que cost� mucho, porque las mujeres sufrimos en este pa�s machista, que fue cambiando de a poco. Yo lo v� en mi hijo, que no era machista a pesar de que se cri� en un hogar machista y patriarcal. El pudo compartir con su esposa la crianza del beb�, el salir a trabajar los dos pero compartiendo todo. Y yo v� como fueron modificando en la lucha, mostrando el codo a codo de hombre y mujer.

Otro grupo espec�fico que est� dando un aporte fundamental para esta cambio es el de los j�venes. �C�mo ven en su experiencia cotidiana este aporte?

NC: Yo tengo mi c�tedra (NdelP: Poder Econ�mico y Derechos Humanos) en la Facultad de Ciencias Econ�micas de la UBA y cuando empezamos el cuatrimestre de este a�o hicimos una pregunta a los j�venes que antes la hac�amos al final. "�por qu� eligieron cursar esta materia?", y las respuestas fueron maravillosas. Los alumnos que tienen unos veinte a�os dijeron "que los Derechos Humanos y el Poder Econ�mico est�n ligados de tal manera que tienen que ir juntos para avanzar y para terminar con un sistema injusto" y a m� me maravill� eso, ver que son chicos y chicas que ya tienen esa conciencia. Y a la vez, hab�a otros que dec�an "yo tengo curiosidad, �qu� son los Derechos Humanos y c�mo est� relacionado con la Econom�a? Porque en mi casa no se habl� nunca de Derechos Humanos". Pero ellos ya van tomando para s�, lo que ven que es parte del futuro para que este pa�s salga de esta postraci�n.

RP: Todos estos pibes que se est�n organizando en las marchas contra los edictos policiales, en la Constituyente Social, y en tantas otras organizaciones en todo el pa�s, son los hijos del 2001 y es esta generaci�n que empieza a tomar conciencia, e impulso. Es por eso que est� tan claro que la vuelta de los edictos y la judicializaci�n de los chicos es una respuesta de control social; que usan las estrategias de mostrar 40 veces al d�a un asesinato que sucedi� a la ma�ana para crear un estado de angustia. Por supuesto, no estamos negando que la situaci�n social crea determinadas condiciones para que estos hechos se produzcan; ahora tambi�n es cierto que se aprovecha esto porque da la casualidad que se produce una participaci�n cada vez importante de los j�venes nuevamente en la pol�tica, va paralelamente un aumento de todas las leyes represivas hacia los j�venes y hacia los chicos. Ahora, ya a esta altura, ninguno de los que tenemos a�os militando podemos decir que esto sea una casualidad. Se est� poniendo nuevamente a los j�venes de este pa�s como victimarios, para poder reprimirlos cuando salgan como lo est�n haciendo para cambiar la realidad de esta sociedad.

Ernesto Bruna es integrante del Equipo de Comunicaci�n de la Constituyente Social de Tucum�n.

Fuente: lafogata.org

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