Argentina, la
lucha continua....
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"Durmiendo con el enemigo"
Manuel Justo Gaggero
En la reunión cumbre del Mercosur, realizada el año pasado, se concretó la
firma de un Tratado con Israel, propuesto por la Cancillería Argentina y
acordado por la totalidad de los países miembros. El argumento para una decisión
que, sin lugar a dudas, colisiona con los objetivos que se trazaran las naciones
de esta subregión al crear el Mercosur, es que servirá para generar "buenos
negocios", potenciar las exportaciones a ese país, expandiendo, asimismo, las
importaciones, en particular de agroquímicos israelíes.
Para nada se ha tenido en cuenta el rol que juega y ha jugado en el mundo Israel
desde su nacimiento en 1948 como pieza fundamental en la política expansionista
de los Estados Unidos. Así que estrecha relación comienza en 1956 cuando tropas
israelíes, aliadas a Francia y Gran Bretaña invadieron Egipto en represalia por
la nacionalización del Canal de Suez decida por el gobierno de esta nación Árabe
que encabezaba Gamal Abdel Nasser. La permanente vulneración que ha realizado a
las Resoluciones de las Naciones Unidas que planteaban la retirada de las tropas
israelíes de los territorios ocupados en las llamadas alturas de Golan. La
colonización de Cisjordania y Gaza y el genocidio desatado contra la población
palestina; uno de los más importantes en la segunda mitad del siglo XX.
Todavía permanecen en nuestra memoria la matanza en la Aldea Deir y Tasin en
abril de 1948, en la que fueron asesinados todos sus habitantes, incluidos niños
y mujeres. Sabra Y Shatila —dos campamentos de palestino ubicados en el Líbano
constituyeron otras de las "hazañas militares" del ejército israelí conducido en
esa oportunidad por Ariel Sharon. Centenares de palestinos desarmados fueron
victimados por falangistas libaneses y soldados israelíes.
El Israel, con el que el Mercosur ha firmado un tratado, es el mismo que se ha
negado, sistemáticamente, a adherir al Tratado de No Proliferación de Armas
Nucleares y que posee un arsenal de misiles con cabeza nuclear que hoy se
preparan para, junto con Estados Unidos, agredir a Irán; siguiendo la línea
trazada por la guerra de exterminio que se desarrolla en Irak.
Ese Estado, no ha suscripto la Convención Internacional contra la Tortura y
otros tratos crueles y aberrantes, ya que la Corte Suprema de ese país ha
autorizado el uso de la tortura y el servicio de inteligencia del estado —MOSSAD—
junto con la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos —la siniestra
CIA— realizan operaciones encubiertas en distintos países de Europa, Asia y el
Medio Oriente, secuestrando ciudadanos, supuestamente vinculados a
organizaciones revolucionarias, que son trasladados a centros de torturas que
funcionan en Marruecos, Polonia y Bulgaria, entre otros países.
Israel, con el que se ha suscripto el convenio que mencionamos, es el único país
que en las Naciones Unidas respalda el Bloqueo a Cuba que realiza Estados Unidos
desde hace casi 50 años.
Fueron expertos israelíes los que adiestraban, en el uso de la tortura, a los
contrarrevolucionarios que hostigaban al gobierno del Frente Sandinista de
Liberación Nacional en Nicaragua.
Ninguno de estos elementos se tuvieron en cuenta al suscribir el Tratado que
consideramos absolutamente contrario a los objetivos del Mercosur; al respecto a
los derechos humanos que debe primar en todos sus miembros, al reconocimiento de
las diferencias y de la diversidad y a la tolerancia en el marco de una
integración que no es sólo económica, sino que debe ser política y cultural.
Esta unidad latinoamericana, que soñaron San Martín, Bolívar, Artigas, Sucre,
O’Higgins y Solano López, se ve ahora mancillada por una decisión que no se tomó
en consulta con los pueblos que componen el Mercosur; sino que la adoptaron los
Presidentes, prescindiendo de la opinión de aquéllos.
Este convenio nos confronta con Irán, que espera, en cualquier momento, una
agresión del tandem Estados Unidos – Israel; ya anunciada por la prensa
estadounidense. Desconoce los recientes acuerdos de cooperación suscripto por
este país con Nicaragua, Venezuela, Cuba y Bolivia y nos coloca del lado de una
nación que ha erigido una gran muralla, que la separa de la región en la que
habitan los palestinos, que persiste en su política de colonización de los
asentamientos en el territorio palestino. El número de colonos en los
territorios ocupados pasó de 7.000 en 1977 a más de 200.000 en el 2.006, además
de otros 200.000 en Jerusalén. Sus 2000 colonias controlan el 41,9 % del
territorio de Cisjordania.
Como corolario de esta breve descripción de lo que es el Estado de Israel,
debemos señalar que por esta vía, la del acuerdo comercial con arancel cero se
filtrarán en nuestra región las industrias norteamericanas concretando, en los
hechos, el Tratado de Libre Comercio que impulsa la Casa Blanca.
No cabe duda de que hemos empezado a dormir con el enemigo y de que en política
internacional, como también en el plano interno, debemos ser claros de que lado
estamos. Hay un gran abismo entre los pueblos que luchan por la libertad y la
independencia y los que como Estados Unidos e Israel, llevan adelante guerras de
agresión y desconocen los derechos más elementales de aquéllos. En este dilema
no es posible el doble discurso.
Manuel Justo Gaggero es abogado. Director de "Diciembre 20"