Santa Fe: Represores en acción.
Extraño robo y aprietes anónimos preocupan a funcionarios del área de DD.HH.
Héctor M. Galiano
NOTIFE
Un auto oficial utilizado por la Secretaría de Derechos Humanos de Santa Fe fue
robado de un estacionamiento céntrico de Rosario el viernes pasado y la policía
lo encontró, 12 horas después, a un kilómetro del lugar de sustracción. El lunes
un escrito anónimo llegó a la sede central de la Secretaría en la capital
santafesina: "¿Se dan cuenta de lo que podemos hacer? Hoy desparece un auto,
¿mañana?" rezaba.
Un auto oficial del gobierno de Santa Fe, al servicio de la Secretaría de
Derechos Humanos, fue sustraído el viernes pasado de un estacionamiento ubicado
en Balcarce al 900, de la ciudad de Rosario.
Hasta allí habían llegado en un auto Chevrolet Corsa (patente HOV 490) la
secretaria del organismo, Rosa Acosta, el subsecretario de la dependencia en el
centro norte, Gustavo González y una funcionaria del ministerio de Justicia.
Dejaron el vehículo a las 9:50 hs, y se fueron a una entrevista pautada con
autoridades judiciales del ámbito federal.
Regresaron a las 12: 50 al estacionamiento. González pidió las llaves en
recepción y le dijeron que "estaban puestas en el auto". Lo concreto es que el
coche no estaba. Se lo habían robado. Los funcionarios de la Secretaria de
Derechos Humanos primero denunciaron informalmente el episodio e inmediatamente
arribaron patrulleros y varios jefes de la Unidad Regional Dos, entre ellos el
responsables de la División Sustracción de Automotores. Pidieron al encargado
del estacionamiento que emita la sábana de tickets que se había facturado hasta
el momento. El rollo con los detalles determinó que al auto se lo llevaron a las
12:10 del lugar, sin violencia. El encargado inmediatamente quiso comunicarse
con el dueño del lugar, que nunca apareció. Tres veces en sede policial
terminará declarando lo mismo "que no vio nada extraño", y que estuvo acompañado
en la mañana de ese viernes por el dueño o regente y otro personal de la
cochera.
La policía ordenó un operativo cerrojo en la ciudad y envió un radiograma a
todas las comisarías informando el episodio. "Es el primer robo que tenemos así
en Rosario", intento apaciguar los ánimos el jefe de la División Sustracción de
Automotores. Logró el efecto contrario. Gustavo González hizo la denuncia en
sede policial y regresó a Santa Fe. Por la noche recibió un llamado telefónico
de un número sin identificar que fue a parar al buzón de mensajes de voz. Se
escuchaban disparos y explosiones, nada más, nada menos. Horas más tarde le
informaron desde Rosario que el auto había aparecido en Montevideo y San
Nicolás, sin la batería y sin la rueda de auxilio. La esquina donde estaba
aparcado el Corsa está a 12 cuadras de donde fue sustraído. Una fuente
calificada de la policía santafesina narró a este portal en off: "el hecho tuvo
circulación en la policía de todas las unidades regionales, de ahí presumo que
cayó en manos de un fanático o un tarado que informó a otra persona del mismo
perfil que ponga un anónimo en el buzón de la Secretaría. Para mí el robo es un
hecho común con alguna connivencia policial y el anónimo otra cosa", señaló. El
robo de vehículos es una constante en Rosario. Fiat Uno y Duna son los
preferidos de los reducidores. También el Siena y el Corsa. "Autos de buena
salida", comenta un oficial de las TOE que supo de robos a plena luz del día en
las propias narices. El 8 de marzo de este año, un Fiat Siena que estaba en
caución judicial bajo tutela de las TOE fue robado de la dársena ubicada frente
a la dársena de la mismísima Jefatura Policial. Apareció dos días después, en
Santo Tomé.
Por la vuelta del P.R.N
La idea de un robo común no cerraba. Rosa Acosta informó al ministro de
Seguridad Daniel Cuenca el episodio el mismo viernes. El lunes, en el buzón de
mensajes que la Secretaría de Derechos Humanos tiene en su sede de Santa Fe
apareció un sobre cerrado, sin remitente, pero dirigido a Gustavo González, el
subsecretario de la delegación centro norte. Decía textual: "Zurdito GG. ¿El
auto?. Haber (sic) si entienden de qué se trata esto!. Hoy desaparece un auto.
¿Mañana?. Por el regreso del PRN (Proceso de Reorganización Nacional)". González
se reunió ese mismo día con el secretario de Seguridad Carlos Iparraguirre,
acompañado de Juan Lewis (secretario de Asuntos Penales), Leandro Trangoni
(secretario del ministro Daniel Cuenca que estará ausente un mes del cargo por
una operación de hernia de disco) y el comisario Juan José Mondino (jefe de la
División Judiciales, y a cargo de una dirección fantasma, sin recursos ni
logística creada por Obeid para combatir la trata de personas). También estuvo
presente en la reunión Rosa Acosta. Iparraguirre relativizó el alcance del
anónimo. Lewis apuntó que era necesario investigar y Trangoni solo escuchó.
Gustavo González salió del despacho de la conducción política de seguridad y
subió hasta el segundo piso para denunciar la intimidación en el D5. Allí
apareció por sorpresa Daniel "Chiche" Sueldo, jefe de la Plana Mayor de la
Jefatura y habitual visitador de Juan Calixto Perizotti en su domicilio, donde
cumple prisión por una causa de lesa humanidad actualmente debatida en juicio
oral en la capital santafesina. Hasta este miércoles por la noche no había una
pista de nada. Ni del robo ni del anónimo
Es la tercera intimidación hecha pública luego de la trascendencia que alcanzó
una foto de los hijos del fiscal José Ignacio Candioti descubierta en el
escritorio de su esposa en el juzgado federal de Reconquista en los primeros
días de septiembre. La imagen había sido manipulada por manos anónimas y tenían
dibujado arriba de las figuras de los niños signos de ahorcamiento. El 4 de
septiembre la querellante Patricia Isasa también denunció una intimidación ante
el Programa de Protección a Testigos de la Secretaría de Derechos Humanos por
dos mensajes de textos que se mofaban de las "supuestas amenazas al fiscal
Candioti y su esposa". En Santa Fe y Rosario comenzaron hace un mes dos jucios
orales en el marco de delitos de lesa humanidad que tiene varios militares
retirados, ex policías, civiles y hasta un ex juez federal imputados.