Argentina, la
lucha continua....
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Juicio Guerrieri-Amelong. Volver al infierno
Redaccion rosario
Una larga caravana de más de diez autos partió a las once de la mañana del
miércoles desde el palacio de los Tribunales Federales de Rosario rumbo a
Granadero Baigorria, para que Emma Stella Buna, la ex detenida que declaró este
martes en el juicio Guerrieri-Amelong, realice una inspección ocular en dos
lugares apuntados como centros clandestinos de detención.
Acompañada por una gran comitiva, compuesta por el Tribunal Federal N° 1 en
pleno, la fiscal, los abogados de los querellantes, los defensores de los
imputados y personal de Gendarmería, Buna identificó "varios elementos de los
que recordaba" en la casa donde funcionó el campo de concentración denominado La
Calamita. Para disipar todas las dudas, también visitó el centro clandestino que
funcionó en Funes llamado El Fortín o El Castillo, pero descartó de plano que
ese fuera el lugar donde estuvo cautiva durante 40 días.
Cuando Buna comenzó a caminar rumbo a la casa, luego de bajar del auto, rompió
en llanto. "Necesito saber dónde estuve", había pedido la testigo este martes,
en el marco de su declaración en la décima audiencia por el Juicio Guerrieri-Amelong.
La testigo, estuvo cuarenta días en condición de detenida y durante su
cautiverio pudo además identificar la voz de Guillermo White, su marido, quien
también fue secuestrado y continúa desaparecido.
Una vez adentro de la casa, que se mostraba muy deteriorada –y que se conoce que
sufrió varias modificaciones– Stella comenzó un recorrido, que repitió luego con
los ojos cerrados, a la manera en que estuvo durante su detención. Cuando llegó
al baño, uno de los lugares que más podía recordar, encontró "varios de los
elementos" que tiene registrados su memoria: las dos puertas, la vista de la
ventana por la que se ve pasto y parque, la ubicación del inodoro, los ambientes
con los que se comunicaba, hacia un lado una gran cocina comedor, hacia otro, la
habitación que podría ser en la que estaban detenidos los hombres.
Stella también halló familiares los dos escalones que tuvo que bajar para entrar
a la habitación en la que habrían estado ella y otras dos detenidas, y a la que
se llega pasando por la cocina comedor, tal cual lo relató en su declaración de
este martes.
Terminado el recorrido, los jueces parecía que ya se daban por satisfechos con
el reconocimiento, la mayoría de los presentes entendía que eran suficientes los
elementos similares como para concluir que Buna estuvo en La Calamita, pero la
testigo que quería visitar el otro lugar en la localidad de Funes para no
quedarse "con las dudas", y hacia ahí se dirigió la comitiva.
En el Castillo o el Fortín, como se conoce a la casa de Funes a la que arribó la
comitiva junto a la testigo, Buna descartó inmediatamente que pueda haber sido
su lugar de detención. En la recorrida, confirmó rápidamente que ese sitio no se
ajustaba a sus recuerdos.
Te están buscando matador
La Justicia Federal de Rosario solicitó a Interpol la captura internacional del
ex comisario Rodolfo Isach, quien fuera señalado por el imputado de la causa
Guerrieri-Amelong, Eduardo Costanzo, como uno de los matadores de los catorce
detenidos que fueron ultimados en la quinta La Intermedia. La esposa de Isach
recibió la notificación en su casa de Ostende, de la localidad balnearia cercana
a Pinamar. "Está de viaje", fue la respuesta de la mujer.