Argentina, la
lucha continua....
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El hombre que más le duele a Clarín
PRENSA RED
Las
verdaderas razones de su pelea a muerte con el Grupo. Ley de Medios, relación
con el Gobierno y censura.
Víctor Hugo Morales (61) hace diez anos que no toca un diario Clarín. Todo un
símbolo. Uno de los periodistas más prestigiosos del país no lee el diario de
mayor tirada y la razón que esgrime para tan extraño hábito pega de lleno en el
mayor valor de cualquier medio de comunicación, donde más duele: Víctor Hugo no
lee Clarín porque no le cree. Y no solo eso. Lo demoniza.
"Es el rebenque que del diablo. Porque sus negocios los hizo con un método
mafioso que consiste en dar protección o castigo, según su conveniencia. Todos
le tienen miedo, hasta yo le temo. Entonces, Clarín no puede juzgar la ética de
nadie. No puede juzgar a un juez, ni mandar una cámara oculta porque es el
primer infractor, el primero en apabullar la ética periodística".
Desde que se instaló el debate por la nueva Ley de Radiodifusión,Víctor Hugo
radicalizó como nunca sus cuestionamientos hacia el Grupo Clarín tanto como dejó
en claro su apoyo al proyecto que presentó el Gobierno. Incluso, a sabiendas de
que se convierte en un aliado impensado para la Casa Rosada y que el poder
político podrá usarlo en su afán de sacar esa ley tan controvertida. Víctor
Hugo, periodista intachable y relator exquisito, milita activamente para que
esta norma salga y así lo plantea día a día desde su micrófono de Radio
Continental.
En su renovado rol de cruzado público anti Clarín pone mucho en riesgo. Recibe a
diario una catarata de mensajes de sus oyentes que le rescinden su fidelidad
porque el periodista tomó una posición coincidente con la del Gobierno, algo que
el admite le genera "angustia y bronca", pero que no modifica su opinión. No
solo eso. Su apoyo a la nueva ley contrasta con los intereses de la propia
empresa que lo tiene contratado: Radio Continental, que pertenece al Grupo Prisa
y que, de sancionarse la nueva ley, deberá -según admite Víctor Hugo-
desprenderse de mas de la mitad de los medios que adquirió en el país.
Su postura -"efervescente" como la califican compañeros de la radio,
"encarnizada" como la ven desde el multimedios Clarín- lo llevó a cometer
excesos como calificar a los críticos de la ley de "clarinistas" y dejar
flotando en el aire la posibilidad de que estas opiniones fuesen pagas, pese a
que luego admitió a que esa frase fue un exabrupto.
El periodista niega ser el antagonista del Grupo Clarín. "Sentirme su rival
seria un acto de soberbia mí ilimitado porque soy menos que una pulga al lado de
un elefante. Soy nada ante él", explica, con la combinación de humildad y
timidez que suele mostrar cuando se lo pone en un lugar protagónico. Pero su
opinión, combinada con su trayectoria, son un mix explosivo para la imagen del
monopolio de Ernestina Herrera de Noble y Héctor Magnetto. ¿Qué llevó a Víctor
Hugo a descargar sus verdades aún a sabiendas del costo de las mismas? ¿Qué hay
detrás de sus críticas?
"Critico a Clarín de la misma manera que lo hago con el Gobierno, con clubes y
dirigentes, porque mi trabajo es periodístico. Lo que no hice es escamotear la
critica como la mayoría de los medios por miedo a Clarín", dice Víctor Hugo y
tal vez ahí esté el poder de fuego que tiene ante el multimedios. Morales es un
periodista independiente al que solo un desvelado podría acusar de ser una voz
cooptada por el oficialismo.
Tiene el respeto de sus colegas -muchos de los cuales lo toman como un ejemplo
en la profesión- y una trayectoria intachable. Sufrió en los '90 la censura del
Grupo Telefónica, ex dueño de Continental, por criticar los negocios del futbol
como también la del gobierno de Néstor Kirchner, que levante de Canal 7 su
programa "Desayuno" por su postura ante el conflicto con Uruguay por la papelera
Botnia.
Con su apoyo honesto a la Ley de Medios, Víctor Hugo quedo en medio de lo que
para el Gobierno y el Grupo Clarín es otro round de su guerra desmedida. En el
debate publico de esta ley, a diferencia de lo que sucedía con el conflicto del
campo, no todo es blanco y negro, los grises abundan.
Entre ellos, la existencia de personajes irreprochables, como los legisladores
socialistas de Hermes Ginner, el director de cine Juan José Campanella o el
periodista Jorge Lanata, que se pararon frente al proyecto del mismo lado que el
Gobierno. Entre ellos, el caso de Morales es el más doloroso para Clarín, porque
es un caso extremo de un profesional independiente que siempre fue crítico de
los poderes de turno. La posición anti Clarín de cualquier ministro es una
medalla para el multimedios. La mirada dura del uruguayo es un filo contra el
que no encuentran una adecuada respuesta.
Las criticas de Víctor Hugo hacia Clarín se endurecieron con el ingreso de la
empresa en el negocio del futbol, que el Gobierno le quite hace menos de dos
meses de la mano de la AFA. "La observación de lo que pasaba en el futbol me
hizo ir comprendiendo que era un Órgano periodístico metido en cuanto negocio
era posible. Yo miré el fútbol y sin darme cuenta vi a Clarín. Y los vi.
quedarse con todo", sintetiza.
Aunque el no lo admita abiertamente, el ahogo que le produjo Clarín a lo largo
de su trayectoria periodística, quizás haya sido el disparador de una postura
hoy tan radicalizada. Pero los tironeos de Víctor Hugo con el multimedios no
empezaron ahora.
El relator recuerda come ante cada comentario critico de su viejo programas
"Hablemos de futbol", en ESPN, recibía presiones o se le escatimaban imágenes
que el Grupo manejaba en exclusiva. O cuando en el Canal Metro, también de la
empresa, dieron marcha atrás con poner en pantalla un programa ofrecido por una
productora y conducido por él.
También tomó como algo personal la decisión de Torneos y Competencias de
transmitir solo el audio de los partidos con imágenes de las tribunas, lo que
les restó auspiciantes y audiencia a sus coberturas radiales. De esta manera,
sintió que Clarín le achicaba su capacidad de movimiento laboral.
- ¿Por qué lo compara con una mafia?
- Manosearon tanto el futbol, no pagando lo que correspondía, no permitiendo
licitar, que lo dejaron en estado de postración. Los vi comprarse los canales,
dejar a muchísima gente sin trabajo, generar un periodismo guarango que vive de
polémicas del futbol, armar el cable con los canales que ellos mismos iban
desalojando, maniobrar, dar el futbol a un canal para fundir a otro y luego
comprarlo, todo con los papeles del contrato del futbol. Y lo hicieron con un
método mafioso que consiste en dar protección o castigo. Al dirigente que
cacareaba un poco le mandaban periodistas que mostraban los problemas de sus
clubes. Los que eran complacientes y cómplices eran protegidos. Y el primero de
todos fue Julio Grondona. Durante quince años mintieron sobre quien es Grondona,
que los traiciono al final, como una mueca cruel para ellos. Han tenido una
perversidad, una avaricia y una ambición de lo que nadie puede ser ajeno: a
Clarín le temes, le perteneces o lo odias, no hay nadie que los quiera.
- Pero no es maniqueo decir que todo el que critica la Ley de Medios es "clarinista"?
- Fue una forma de contestar... si alguien piensa que puedo estar pagado por el
Estado, que lo piense. Fue una respuesta con asco. Y deje picando que los que no
están a favor están pagados por Clarín, lo que es un absurdo. Si, les pertenecen
pero no están pagados. Y le pertenecen más sus empleados que no tienen margen
para salirse del discurso de su posición dominante. Ahora, los diputados y
senadores que se oponen, le pertenecen por sus miserias personales. Y alguno
podría estar perfectamente pagado, porque pusieron tanta energía en decir
idioteces Primero criticaban el ingreso de las telefónicas, después el plazo de
revisión de las licencias cada dos año, ahora critican la autoridad de
aplicación. Se quedan sin argumentos. Clarín no necesita dar platas. Le alcanza
con dar protección o con la amenaza del castigo.
- ¿Le tiene miedo a Clarín?
- Si, manejo con más cuidado, mires si atropello a una persona. Te tenés que
manejar de otra manera. Le pregunto a mi contador si estoy bien con los
impuestos. Porque yo se que el día que me pase algo, mala suerte. Y soy humano y
falible. Mauricio Macri, que dice ahora que el Gobierno es fascista, les tiene
miedo.
- ¿Por que lo dice?
- En un momento, Macri estaba asombrado de mis críticas y se veía bien como
presidente de Boca. Había conmigo una vez y yo le reproche por que, estando
adentro del futbol, no se metía con Grondona. Y su respuesta fue: "Víctor Hugo,
no es Grondona. Detrás de él está Clarín, ¿que querés que haga?" Esta semana lo
vi en un programa de TN en una vergonzosa nota que le hacían. Estés en campaña.
Macri sabe que algún día le pegarán, pero necesita llegar y para eso precisa a
Clarín. ¿Vos creés que Macri leyó la ley o tiene la menor idea de lo que dice?
Este es solo un ejemplo, no me anima nada contra el porque con Macri tomo café,
me cae mucho mejor que la mayoría de los políticos, tengo buen trato y es un
tipo tolerante que me permite hasta tener este dialogo. Pero ¿con qué cara
defiende a Clarín?
-¿Qué cree que piensan sobre usted en Clarín?
- Creo que saben que soy sincero y quisieron hacerme ver las cosas como ellos la
ven, porque la ven fenómeno. Me encontré con Luis Otero, un periodista del Grupo
que es muy amigo mío. Y me dijo: ¿"Por que nunca pensás que Clarín es la
consecuencia de una audacia empresaria que otras empresas no tuvieron? Porque
muchos se pudieron largar a hacer lo que hizo el Grupo y no lo hicieron". Es
verdad, La Nación no tuvo la vocación de hacerlo. Seguramente mucha gente en
Clarín debe pensar así, que son producto de una genialidad empresarial. Lo que
yo veo es el monstruo que crearon quizás hasta sin darse cuenta, que para mi es
despreciable. Es lógico que desde adentro, no se lo vea. Y yo no los odio, no
pasa por ahí. Yo lo veo por lo que me toco de cerca y por su comportamiento en
el futbol. Mi crítica a Clarín pasa por la ética periodística.
- El Gobierno puso publicidad oficial sobre la Ley de Medios en su programa.
¿Es consciente de que su apoyo es usado políticamente?
- No me interesa. No estoy a favor del Gobierno, sino que el Gobierno se puso a
favor mío. Vos me encontraste en la radio preparando una nota durísima contra el
Gobierno, yo sigo con lo mío. Lo lógico es que todos estén enojados con un
periodista. No me importa lo que parece, quien este contento o triste, me
importa que salga la ley. Clarín es el que actúa como un partido político y
quizás hoy es el más importante.
- Marcelo Araujo le ofreció ser parte de las transmisiones de fútbol que ahora
se hizo cargo el Estado. ¿Por que lo rechazo?
- La gente de Canal 7 me quiere. El director del Servicio Nacional de Medios
Públicos, Tristán Bauer, es amigo y el director ejecutivo Martín Bona Betti
también, pero no pueden soportar las andanadas de críticas. Por eso no se
mantuvo mi programa (N de la R.: "Protagonistas de la segunda Argentina", ahora
por Canal 26). Ellos, aunque no me lo dijeron, no pueden pasarse todos los días
atendiendo a senadores y diputados que les dicen: ¿Como este tipo que nos
critica tiene un programa ahí?". Mi productor escuchó al senador oficialista
Miguel Pichetto decir sobre mi, enojado: "¡Y todavía le dan un programa en el 7
a este hijo de puta, somos unos cornudos!". Ahora no puedo aceptar transmitir el
futbol para que un tipo me diga: "Con razón vos protestabas". Tiene que pasar el
tiempo y yo sentirme cómodo y habilitado. Mientras tenga que explicar, no lo
debo hacer. Es el costo de hacer periodismo de opinión. Pendes tanto que te
entrenás para perder.
No es el único costo de Víctor Hugo. Hace un mes tuvo un cólico renal que aún lo
mantiene en alerta. Entonces, ironizo en la radio: "La ultima vez que tuve esto
me echaron". Es que Continental, con una política de ajuste, despidió a algunos
de sus colaboradores -Alejandro Apo, su eterno comentarista, entre ellos-
intentó limitar en su programa la cobertura del fútbol, lo que llevó al relator
a ofrecer que le pagaran el contrato para dejarlo libre. Pese a que no cree que
alguna radio pudiera emplearlo evalúa la posibilidad de irse a vivir a su país
natal, Uruguay. El exilio antes que el silencio.