Causa Brusa. El tortuoso recorrido de militantes
reconquistences en Santa Fe y la zona
Héctor Martín Galiano
NOTIFE
Los testigos que declararon ayer dejaron en claro que la Brigada Aérea de
Reconquista y la policía santafesina trabajan en forma aceitada en la represión
ilegal. Un ex detenido contó que lo torturaron con una soldadora eléctrica en
"La Casita". Todos recordaron a la profesora de letras Alicia López, que estuvo
detenida en la comisaría Cuarta en octubre de 1976. Cómo quedó al descubierto
una supresión ilegal de identidad. Hoy siguen las audiencias.
Cuatro hombres, marcados por sus huellas, epidérmicas y permanentes como un
tatuaje, pasaron ayer por el Tribunal Oral Federal de Santa Fe. No es justo que
el mismo banquillo sostenga las humanidades de las víctimas y de los verdugos.
Sin embargo, mucho tiempo después, algo parecido a la justicia llegará. Se
percibe. La jornada estuvo signada por la presencia de ciudadanos
reconquistences, detenidos en el norte santafesino y trasladados a Santa Fe para
el "ablande". La audiencia dejó en claro el interés que tenía el Segundo Cuerpo
de Ejército en perseguir a militantes políticos en latitudes un poco más
alejadas del área jurisdiccional del ex coronel Juan Orlando Rolón.
Temprano, Alcides Schneider, el primero de los testigos que llegó de
Reconquista, contó cómo lo maltrataron durante tres días en la Tercera Brigada
Aérea en los tiempos donde mandaba el capitán Danilo Sambuelli, hoy detenido en
Campo de Mayo, acusado por haber sido el brazo ejecutor de la dictadura en el
norte. El testigo fue trasladado a la comisaría Cuarta de Santa Fe en donde
conoció al (entonces) dirigente de la Federación Juvenil Comunista, José
Schullmann (muy reivindicado por todos los testigos). Padeció el encierro sin
causa justa en Coronda y recuperó sulibertad en 1978. Para entonces las heridas
físicas dolían menos que las otras, la que quedan pegadas en el paladar,
siempre.
"Había mujeres detenidas", dijo Schneider, "una de ellas pedía por sus hijos".
Recordó además que fue roturado también en "la casita", un centro de detención
clandestino que el Ejército tenía en las afueras de Santo Tomé, sobre la ruta
19, 200 metros antes de llegar al cruce de la autopista a Rosario. "Me
torturaron con una soldadura eléctrica", detalló pausado el expositor.
Otro testigo, Raúl Pinto, llegó a la sala del Tribunal acompañado por una
sicóloga oficial del Plan de Protección al Testigo de la Secretaría de Derechos
Humanos santafesina. Afectado por una hemiplejía Pinto encontró las palabras
necesarias para recordar el horror pasado. "Tómese el tiempo que quiera",
aconsejó el presidente del TOF, Manuel López Arango. En agosto de 1976 Pinto fue
detenido en su casa de Reconquista y trasladado a la jefatura de policía de esa
ciudad y de ahí, unas horas después, lo llevaron a la Brigada Aérea donde lo
sometieron a un simulacro de fusilamiento. A los pocos días lo trajeron a la
ciudad de Santa Fe y fue torturado en La Casita, "me desmayé producto de la
aplicación de la picana eléctrica. Luego me llevaron a la comisaría Cuarta. Allí
lo conocía a Schulmann y a (la profesora de letras) Alicia Adela López (que
tenía 29 años). Charlaba con nosotros, era muy chiquita, menudita, decía que
estaba anémica, tenía en la celda una frazada, me daba mucha lástima. Luego me
trasladaron a mi hasta la GIR y de ahí a Coronda, donde estuve cuatro años
preso". Para graficar su calvario en el centro de concentración del Ejército en
las afueras de Santo Tomé, Pinto señaló que "todo el tiempo se escuchaban
gritos, a un hombre lo amenazaban con cortarles los pies y entregarlo a los
yacarés para que se lo coman, un horror".
El tercer testigo en declarar fue Alejandro Faustino "Chicle" Córdoba, también
oriundo de Reconquista, de 56 años. El 8 de septiembre de 1976 lo detuvieron en
su ciudad natal por la policía santafesina y estuvo luego preso e incomunicado
en la Brigada Aérea alrededor de 40 días. En octubre del mismo año lo trajeron a
Santa Fe con otra tanda de 14 detenidos políticos, entre ellos Alcides Schneider,
Víctor González, Rubén Maulín y su madre, Juan Carlos Prato, Oscar Ortiz, y una
mujer de apellido Martínez, entonces, casada con Rubén Viola. Los llevaron a la
dependencia policial de Obispo Gelabert y San Martín. "Luego me trasladaron a la
seccional Cuarta, donde había cuatro celdas chicas, como calabozos. Allí estaban
José Luis Dalino (un radiólogo santafesino), frente a Dalino estaba Raúl Pinto y
frente a la mía Pablo Nuñez. A la vuelta, en las celdas grandes se encontraban
Alcides Schneider y José Schulmann", recordó "el Chicle", como lo conocen en
Reconquista.
A los pocos días, siempre en el mes de octubre, trasladaron al detenido Pinto a
la celda grande y llevaron en su lugar a una mujer que ingresó en los brazos de
un policía tapada con una frazada. "Era Alicia López, la mujer del abogado de
las Ligas Agrarias Luis Rodríguez, también conocido como ‘el rengo’ o ‘lucho’,
que en ese momento estaba detenido en la cárcel de Rawson. Me dijo en una charla
que el policía que la había llevado la había violado y que estaba muy enferma.
Nos contó que estaba viviendo en Resistencia pero cuando su marido quedó preso
se trasladó con sus tres hijos a Santa Fe, a la casa de su madre en Sargento
Cabral 1345, donde fue detenida el 22 de octubre de 1976".
López estuvo detenida en "La Casita". Fueron 12 horas de extrema crueldad. Fue
torturada desnuda. En la etapa de instrucción del expediente que por estos días
de ventila en el TOF quedó la posibilidad que uno de los integrantes de la
patota que la arrancó de su casa materna sea un familiar suyo que para 1976 se
desempeñaba como "un servicio". Alicia López cumplió 29 años detenida en octubre
de ese año. El"Chicle" pasó por la GIR y el 5 de enero de 1977 fue trasladado a
Coronda. "Un día, en la cárcel, en el patio del pabellón 6 me encuentro con una
persona de apellido Vázquez, que había sido policía en la seccional Cuarta y que
estaba preso por ayudar a los detenidos, concretamente por sacar una nota de uno
de ellos destinada a un familiar que vivía en Rafaela. Le pregunté por Alicia y
me dijo ‘la mataron, estaba muy grave, un día la sacaron para matarla". Desde
noviembre de 1976 López está desaparecida.
Después de Córdoba, el testigo Rubén Maulín llegó al sillón de los expositores.
También reconquistence, narró con inusitada síntesis sus años de represión y
encierro. "Me detuvieron el 19 de octubre de 1976 en mi domicilio donde vivía
con mi madre, mi pareja y mi hija de nueve meses. Me llevaron a la Jefatura de
policía donde también estuvo detenida mi madre. Fui sometido a golpes, apremios
ilegales y amenazas. Luego fuimos trasladados junto a unas 20 personas a Santa
Fe en un móvil de la Fuerza Aérea y nos trajeron a la GIR en Santa Fe, donde
había alrededor de 50 presos, entre ellos mi mamá y también mi hermana Alcira.
En noviembre de 1977 fui llevado a Coronda y mi hermana y mi mamá fueron presas
a Devoto. Una vez nos llevaron, en 1977, a Santa Fe. A mí primero a la seccional
Tercera, nos quedamos en unos calabozos sin ningún tipo de servicios. Luego
(Juan Calixto) Perizotti nos trasladó él solo hasta la comisaría Cuarta a mí y a
dos más. El manejaba y nos decía ‘son jóvenes, colaboren para poder obtener los
beneficios de la justicia'. En la Seccional Cuarta me torturaron y al día
siguiente llegó el que se decía secretario del juez federal Mánataras. Era
Víctor Brusa qe me vió sentado en una silla, lleno de golpes y mepreguntó se me
había sometido a apremios. Le dije que sí y me contestó ‘la sacaste barata’. Al
día siguiente nos vuelven a Coronda. Recuerdo que Brusa se presentó limpio,
pulcro, de camisa blanca y corbata. Me daba bronca porque nosotros estábamos
sucios, era una inmundicia como estábamos (…) terminñe firmando una declaración
que no me leyeron ni pude leer. Me condenaron por asociación ilícita a 4 años de
cárcel, apelé y me dieron 3, pero en total estuve 5 años y medio detenido".
-¿Hay algo más que haya impactado en su familia producto de todo lo ocurrido?,
preguntó sobre el cierre de la audiencia una de las abogadas de la querella.
-Sí, cuando en junio de 1982 recuperé la libertad (estaba detenido en La Plata)
regresé a Reconquista. Yo estaba muy nervioso, muy molesto. Me ponen en
conocimiento que mi ex pareja había dado a luz a un bebé en marzo de 1977. Me
dicen que el varón nació en una clínica privada de Reconquista. Ella, mi ex
pareja, había quedado en el desamparo total después de mi detención. Entonces se
le acercó una mujer en los últimos días de embarazo que quedó, incluso, a cargo
del chico. Me informaron (los familiares) que el chico vivía en Reconquista y
que si quería conocerlo, dije que no, por la reacción que podía tener. Tiempo
después supe que la entrega había sido todo un ardid, un engaño, una apropiación
ilegal. Sus nuevos padres lo habían anotado como si fuera un hijo biológico,
después me enteré que la familia adoptante tenía un vínculo con la Fuerza Aérea.
Ese chico, que hoy tiene 32 años, se enteró de la historia y quiso saber la
verdad. Se expuso a la justicia y a un ADN y se comprobó que era mío con mi ex
pareja que también vive y que al momento de tenerlo apenas tenía 23 años.