El Terrorismo de Estado instalado a partir del golpe cívico militar del 24 de marzo de 1976 desplegó más de 600 centros clandestinos de detención y puntos de apoyo de su sistema represivo en todo el territorio nacional. Uno de los mayores centros de desaparición y del que menos se conoce, por donde pasaron más de 5000 personas y muy pocas sobrevivieron, funcionó en Campo de Mayo. Su área de operaciones fue la Jurisdicción de la Zona 4 que abarcaba los siguientes partidos de la provincia de Buenos Aires: Escobar, General Sarmiento, General San Martín, Pilar, San Fernando, San Isidro, Tigre, Tres de Febrero, Vicente López, Exaltación de la Cruz, Zárate y Campana. Estaba a cargo del Comando de Institutos Militares, del que dependían las escuelas de "formación" del Ejército, cada una de las cuales tenía un área geográfica asignada. Desde 1976 hasta 1980, funcionaron allí cuatro centros clandestinos de detención, tortura y muerte: El Campito o Los Tordos, Las Casitas o La Casita, el Hospital Militar y la Prisión de Encausados. En el Hospital Militar se montó una maternidad clandestina en la que dieron a luz numerosas prisioneras embarazadas de ese y otros centros clandestinos ubicados en la zona. Sólo seis de esos niños nacidos en cautiverio, arrancados a sus madres y apropiados por represores, fueron recuperados. Hay además 540 denuncias de testigos de Jehová que sufrieron torturas y detención ilegal muy prolongada en otras dependencias dentro del mismo predio por ser objetores de conciencia. Próximamente -con precisión el 27 de octubre- dará comienzo un nuevo juicio oral y público en el que se juzgará a responsables de crímenes de lesa humanidad que actuaron en la Zona 4 - Campo de Mayo. Como es de conocimiento público, el primero presentó el caso del Negrito Floreal Avellaneda y su madre y se desarrolló en San Martín. En esta oportunidad se llevará a cabo en nuestra zona, en el Centro Cultural Munro y -afortunadamente- la causa ha concentrado más imputados por más casos, que suman casi 40. Entre otros represores, será juzgado el último presidente de la dictadura genocida, Reynaldo Benito BIGNONE, junto a Santiago RIVEROS y Fernando VERPLAETSEN, ex jefes de Zona 4 y de la Policía Bonaerense, respectivamente. Por lo tanto, declararán decenas de testigos y el juicio se extenderá por unos cuantos meses, sin interrupción para la habitual feria judicial. Sabemos que será necesario contribuir al desarrollo de este juicio con presencia en las audiencias y acompañando a los testigos que después de décadas de impunidad aportarán su memoria y palabra para que se condene a los responsables de tanto horror. Como ha ocurrido en el juicio del Negrito Avellaneda, no es fácil cubrir los horarios que suelen superponerse con los de la jornada laboral de la mayoría. Los medios (en general) no dedican espacio suficiente a informar ni lo sostienen en el tiempo. Una sala vacía no sólo es soledad para los familiares y otros testigos, es ausencia de las voces, las miradas y las voluntades de los muchos que han marchado por años para que estos juicios lleguen. Y son necesarias. En consecuencia queremos convocar a todos los vecinos y organizaciones de la zona que siempre han traducido en acción su compromiso por la verdad y la justicia, a fin de organizarnos entre todos y asumir juntos este desafío. Las audiencias se desarrollarán durante los días martes, miércoles y jueves de cada semana y se accederá previo registro en el lugar con presentación de DNI. No pueden ingresar a la sala del juicio los menores de 18 años. Participemos con nuestra presencia, convoquemos a otros, difundamos las noticias sobre el juicio y las actividades que se organicen en torno a él. Para cualquier consulta no duden en comunicarse a nuestro mail: memoriazonanorte@gmail.com.

Esta es nuestra historia, no sólo la de quienes han reclamado justicia durante décadas por sus seres queridos. Por eso, avanzar sobre tanta impunidad será un logro colectivo hoy y el legado de una sociedad más justa para los que vendrán. Esperamos estar juntos en esta instancia tan fundamental para todos.