Argentina, la
lucha continua....
|
Casos de cáncer y malformaciones por agroquímicos
"La gente que está expuesta cree que es por designio de Dios"
Chaco día por día
Lo afirmó el Jefe del Laboratorio de Biología Molecular del IMR sobre los casos
de cáncer y malformaciones producidas por el contacto con agroquímicos, como el
glifosato. "No es un designio de Dios tener un chico malformado", señaló.
"La gente que está expuesta a esto cree que es un designio de Dios que haya
tenido un chico malformado, y le puedo asegurar que no es un designio de Dios,
es un designio de la gente que está cohabitando su propia tierra", aseguró
Lucero, con relación al aumento alarmante de casos de cáncer y malformaciones de
recién nacidos producidos en los últimos años a causa de los agrotóxicos
utilizados en la producción sojera, puntualmente en la zona del sudoeste
chaqueño comprendida entre Santa Sylvina, Coronel Du Graty y Villa Angela hasta
el límite con la provincia de Santa Fe. Días atrás el propio intendente de Santa
Sylvina, Gustavo Steven, había alertado por la profusión de esas enfermedades
durante los últimos años.
En los '90, los diputados miraron para otro lado
Lucero recordó que a mediados de la década del '90 entregó un documento a la
Comisión de Salud de la Cámara de Diputados del Chaco con las conclusiones de
una investigación por los casos de algunos pacientes que habían estado en
contacto con agroquímicos y cuyos hijos presentaban "malformaciones congénitas".
Hasta hoy espera una respuesta. Su intención era lograr algún tipo de respaldo
económico para realizar una investigación más amplia sobre el tema y que
incluyera más casos, pero en aquel momento a ningún legislador le pareció
relevante.
"Empecé a tener pacientes que venían del interior de la provincia del Chaco con
malformaciones muy llamativas, que generalmente están expuestas a sustancias que
se llaman teratógenos. Que solamente se las ve con una dosis muy alta de
radiación, como después de las bombas de Nagasaki e Hiroshima", relató el
bioquímico, y explicó que "son malformaciones mayores donde hay malformaciones
ortopédicas y a nivel de los órganos internos, tanto corazón, riñón. Estudiamos
a qué se podía deber esto y daba la coincidencia que la mayoría de estas
personas que consultaban venían de zonas de alta producción agrícola con alto
uso de plaguicidas, sobre todo organofosforados y organoclorados".
"Los plaguicidas tienen efectos nefastos"
Lucero advirtió que "los plaguicidas que se usan en toda esta zona están
prohibidos en la mayor parte de los países desarrollados. Y son los países que
generalmente los producen y los venden a los países en vías de desarrollo". En
ese sentido, el bioquímico agregó que "ellos los prohibieron en sus países
porque tienen efectos cancerígenos, efectos mutagénicos y en la reproducción
humana, sobre todo los que son organofosforados y organoclorados, y los de
última generación que son los que se usan para la soja transgénica, que son los
plaguicidas como el glifosato".
El investigador puntualizó que "acá hay normativas que establecen perfectamente
cuáles son los plaguicidas de mayor poder genotóxico, hay que ver si se cumplen
esas normativas". Añadió que "por lo que sé, en muchas ocasiones se utilizan en
forma bastante indiscriminada: primero con el algodón y luego, con el cambio de
conducta agropecuario, se está haciendo mucho para la soja transgénica. Y el
glifosato, el que más se utiliza en este tipo de cultivos, tiene unos efectos
adversos bastante importantes que están siendo tratados a nivel mundial".
Lucero alertó que utilizar altas dosis de agroquímicos para combatir las plagas
sólo hace que esas plagas desarrollen mayores resistencias y luego se necesiten
dosis mayores para obtener resultados similares, por lo que recomendó un manejo
biológico del control de plagas, no químico. "Las plagas tienen un poder de
mutación y de resistencia hacia los productos que se utilizan, como cualquier
ser vivo va haciendo resistencia a diferentes insecticidas, entonces cada vez se
necesita mayor dosis para lograr el mismo efecto", especificó, y agregó que "se
tiene que aplicar mayor cantidad de insecticida para lograr controlar esas
plagas".
"En los países que ya han pasado por esta experiencia nefasta, se han dado
cuenta que el manejo de las plagas tiene que ser un manejo biológico, no un
manejo químico, porque las consecuencias de querer controlar químicamente una
plaga son muy nefastas, sobre todo para el humano que está expuesto a esto",
aseveró el bioquímico.
Por último, Lucero concluyó que "tendría que haber organismos de control que
estén funcionando correctamente para que esto no se produzca, porque la gente
que está expuesta a esto cree que es un designio de dios que haya tenido un
chico malformado, y le puedo asegurar que no es un designio de dios es un
designio de la gente que está cohabitando su propia tierra".