Cómo repercute en Argentina el genocidio de Gaza
Israel tiene pocos amigos y los palestinos muchos, con el Gobierno K haciendo
equilibrio
Emilio Marín La Arena
Una recorrida por las expresiones de la política local indica que la mayoría
está de parte de los palestinos masacrados en la Franja de Gaza. Anteayer el
jefe de los servicios de emergencia palestinos, el doctor Mouawiya Hassanein,
dijo que "la cifra total de muertos alcanzó los 905, de los cuales 277 eran
niños, 95 mujeres y 92 ancianos".
Esa realidad, sobre cuál es la parte que está poniendo la mayor parte de las
víctimas, influye entre los argentinos. No es que los palestinos o
representantes árabes están comprando voluntades en Argentina, ni que haya aquí
una campaña de desinformación de los "terroristas de Hamas", como pudiera pensar
el embajador de Israel, Daniel Gazit.
Son los hechos, tozudos, los que indican claramente cuál es la parte agresora y
cuál la agredida. Los argentinos tienen la costumbre de escuchar la radio,
hojear los diarios y prender la TV. Y a pesar de la campaña internacional para
"moderar" la imagen criminal de Israel y buscarle justificativos a su invasión
del 27 de diciembre, la mayoría de quienes toman contacto con esas noticias saca
aquella conclusión elemental de quién es el malo y quién el bueno de esta
tragedia, para decirlo esquemáticamente.
Esa polémica amenaza tomar un vuelo tan elevado que –por ejemplo- las
autoridades de Canal 7 decidieron levantar los programas de las comunidades
judía y palestina ("Amia para todos" y "Desde el aljibe", respectivamente). Lo
óptimo habría sido que siguieran, para que cada sector defendiera la postura que
considera correcta y el público pudiera sacar sus conclusiones.
En ese mismo canal, en "Visión 7 Internacional", el sábado último acudieron los
dos embajadores de los países en conflicto. Gazit la pasó mal porque quiso
mantener la versión israelí de que el bombardeo de las tres escuelas de la ONU
en Gaza, con una secuela de 47 muertos, se había producido porque desde allí se
habrían disparado cohetes Qassam. Los periodistas Hinde Pomenariec y Pedro
Brieger quisieron explicarle que esa justificación ya había sido desechada en
Tel Aviv. Brieger hizo otras repreguntas al diplomático que lo incomodaron,
referidas a los bombardeos, y éste se mordió los labios para no repetirle la
acusación que había hecho su antecesor en el cargo, Rafael Eldad. En agosto de
2006, en plena guerra contra El Líbano, Brieger tuvo opiniones críticas que
molestaron al embajador de turno, sobre todo por provenir de un judío, y Eldad
quiso que fuera cesanteado en Canal 7. Brieger acusó al embajador de "evitar que
yo salga por otros medios, me descalificó públicamente diciendo que yo era el
vocero de Hezbollah y admirador de Bin Laden, lo que es un atentado a la
libertad de expresión clarísimo".
Gazit piensa lo mismo pero se cuida de decirlo. Afirmó en el canal estatal: "con
la ofensiva militar lanzada en Gaza no buscamos cambiar el gobierno ni derrotar
a Hamas. Todo eso es asunto interno del pueblo palestino". Y le creció la nariz
mucho más larga que a Pinocho.
El lobby
Aún perdido en política, el lobby israelita es poderoso en la Argentina. Esa
comunidad y la constelación de negocios tienen la reputación de ser una de las
más fuertes a nivel internacional. Sólo cedería la pole position frente a la
neoyorquina, de tradicional influencia en Wall Street a partir del clan
Rockefeller, el Consejo de Relaciones Internacionales, la Sociedad de las
Américas, etc.
Una parte de este lobby actúa en el frente cultural. Por internet circula un
"poema" racista de Marcos Aguinis titulado "Adoro ser judío, ¡Somos Eternos!"
El que quiera conocer la lista de los miembros de la Cámara de Comercio
Argentino Israelí puede clicquear en www.ccai.com.ar y allí verá a Julio, Adrián
y Susana Werthein (La Caja, Standard Bank, Telecom, cabañas), Marcelo Midlin
(Pampa Energía), Eduardo Elztain (de Irsa, es tesorero del Congreso Judío
Latinoamericano), agencias de "seguridad", laboratorios, empresas de informática
y de agronegocios. Figura allí el vendedor de armas y ex abogado de Mario
Firmenich, Mario Montoto (Codesur), director de esa cámara posiblemente gracias
a sus contactos con las "Fuerzas de Defensa de Israel" (FDI) y a las FFAA de
aquí.
Ninguna de esas empresas podrá alegar desconocimiento de su participación en el
lobby israelita que tiene por objetivo explícito la defensa incondicional del
Estado de Israel. Tanto lo tiene que en la misma página de internet, se informa
de las fuerzas armadas israelitas. Se dice allí: "en la actualidad, los
objetivos de seguridad de las FDI son defender la soberanía y la integridad
territorial del Estado de Israel, disuadir a todos los enemigos y reprimir todas
las formas de terrorismo que atentan contra la vida cotidiana".
Estos sectores son muy influyentes en el gobierno de los Kirchner, al punto que
en setiembre de 2007 los dirigentes de la AMIA y Daia integraron la comitiva
presidencial que viajó a Nueva York a la Asamblea de la ONU donde el entonces
jefe de Estado acusó a Irán. El lobby fue recibido por Cristina Fernández, que
al año siguiente, ya como presidenta, volvió para hablar ante el Consejo de las
Américas del grupo Rockefeller y anunciar el pronto pago al Club de París y a
los bonistas defaulteados.
Casualidad o no, la primera participación de Cristina en el Mercosur, fue en
diciembre de 2007 cuando viajó a Uruguay y se suscribió el Acuerdo entre el
Mercosur e Israel, firmado por el canciller Jorge Taiana. ¿Cuánto demorarán en
dar de baja ese protocolo que nunca debió firmarse con un Estado practicante del
genocidio?
Voces a favor
La mayoría de las expresiones políticas y sociales del país coincide en
denunciar el genocidio cometido por el primer ministro Ehud Olmert, el ministro
de defensa Ehud Barak y la canciller Tipzi Livni.
La cancillería repudió esa agresión con un comunicado que decía: "el Gobierno
argentino condena la incursión terrestre efectuada por Israel en la Franja de
Gaza así como el uso desproporcionado de la fuerza por parte de ese país". El
comunicado cuestionaba a Hamas, como si fuera el segundo demonio: "asimismo,
reitera su condena el lanzamiento de misiles por parte de grupos palestinos
contra territorio israelí".
Un amplio y heterogéneo sector de intelectuales ha emitido varias declaraciones
y solicitadas, como la de Página/12 (11/1) bajo el título "Basta de barbarie,
Paz en Medio Oriente". Allí aparecen las firmas de escritores y artistas como
Osvaldo Bayer, León Ferrrari, Patricio Contreras, y otras de apellidos de origen
judío como Juan Gelman, Eduardo Pavlovsky, Horacio Verbitsky, Betty Raiter, Hugo
Yasky, etc. Esta corriente pone el blanco central en el gobierno de Olmert pero
también cuestiona el lanzamiento de cohetes por Hamas.
Corriendo en paralelo con este movimiento a favor de la paz hay un sector más
beligerante, si puede llamarse así, pues en su denuncia a Israel no cuestiona
sino que respalda a la resistencia palestina. Luis D´Elía, titular de la
Federación de Vivienda; Carlos Aznares, director del periódico Resumen
Latinoamericano; los dirigentes de la Confederación de Entidades Argentino
Arabes (Fearab), Hebe Bonafini (Madres) y partidos de izquierda que organizaron
la manifestación de protesta frente a la embajada de Israel, etc, son parte de
este conglomerado. En uno de sus textos afirman: "Todos somos, podríamos ser,
fuimos, Noche y Niebla, pero también Plomo Fundido".
Más allá de la diferencia política apuntada, las dos corrientes confluyen en
buena parte de las acciones y discusiones frente al drama de Gaza. Están por un
cese de los bombardeos y el retiro del ejército invasor de ese territorio,
ubicando a los palestinos como la población agredida y no de ahora sino al menos
desde la "Guerra de los Seis Días".
El que zigzaguea y busca hacer un equilibrio imposible en esta confrontación es
el gobierno nacional. La cancillería emitió dos comunicados cuestionando los
bombardeos primero y la invasión terrestre luego, pero los matizó con críticas a
Hamas, que resistía esos operativos. Taiana aún mantiene su firma en el Acuerdo
entre Mercosur e Israel. No por decisión propia sino de la cúspide del gobierno,
Argentina no cuenta con embajada en Ramallah (Cisjordania), sede la Autoridad
Nacional Palestina. Tampoco tiene un consulado allí y mucho menos en Gaza. ¿Qué
esperan para crearlos? Esa sería una señal de solidaridad efectiva y no en los
papeles.
Otro gesto cuestionable del Palacio San Martín se lee en su sitio web. "Por
indicaciones del canciller Taiana, ayer el embajador de nuestro país en Israel
se comunicó con los familiares de Amir Robinson, el joven soldado hijo de
argentinos que murió en Gaza, para solidarizarse en este doloroso momento y
enviarles las sinceras condolencias del propio Taiana y del gobierno argentino",
dice el comunicado.
El soldado Robinson murió mientras invadía el norte de Gaza como efectivo de un
grupo de artillería que asesinaba civiles. Un francotirador palestino lo abatió
con toda razón, justicia y puntería.