Argentina, la
lucha continua....
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¡No al desalojo de Villa Los Galpones!
Sergio Job
Cuesta comenzar a llenar de letras esta hoja en blanco, cuesta como pocas
veces costó, y todo por bronca, porque es demasiado para decir, y sé que todo lo
que diga, incluso si fuera un libro, dos, tres, todo va a ser poco. Sucede que
no se puede condensar las miradas, las risas, los abrazos, los sueños, las
conversaciones, los juegos, los minutos muertos, las luchas, los cortes, los
mates, las asambleas, las gomas quemadas, las injusticias, los llantos, los
partidos de fútbol, todo, un todo que es tan grande pero tan grande que es
imposible no pensar que no dije nada. Es imposible explicar que todo eso sucede
y se vive en las cinco hectáreas que ocupa Villa Los Galpones, pero ese "sucede"
es muy impersonal, es un "nos sucede", a los que viven en la villa y a los que
elegimos ese lugarcito como nuestra trinchera de batalla contra un sistema que
nos mata, y resulta que nosotros no queremos morir, y encima de eso, queremos
reír. Rebeldes, zurdos, pobres, piqueteros, negros de mierda, choros, putas,
sucios, vagos, así nos dicen. Los de arriba nos dicen. Y parte de razón tienen.
Lo que no dicen es que levantarse a las cinco o seis de la matina para ir a la
construcción o salir a cartonear no es un choreo; no hablan de que somos
laburantes. Lo que nadie escribe es que si no hay laburo, rebuscarsela o cortar
una calle no es ser vago. Tampoco comentan que si no tenemos agua porque la
privatizaron ellos, no quiere decir que somos sucios, ni tampoco si vienen
camiones y camionetas a descargar basura en nuestra villa, ¿qué culpa tenemos de
eso? Pero resulta que para ellos nosotros somos los culpables, encima somos
pobres que pretendemos vivir en un lugar que tiene hospital cerca, colegios
cerca, laburos (o algo así) cerca. Qué ocurrencias las nuestras. Nos empecinamos
con sostener que por más pobres que seamos tenemos derecho a la dignidad. Pero
todos los de arriba se empecinan en decirnos una y otra vez que no, que no es
así, que la dignidad se compra… pobres ellos que se creen dignos. Los de arriba:
empresarios, políticos, policía, ricos, sojeros; ellos que al choreo lo llaman
subsidios a la empresa o fondos extraordinarios o derecho de exportar o
competitividad o simplemente propiedad privada.
Pero a lo que iba antes de que la bronca me desviara, es que a ese predio que es
nuestro barrio, nuestro hogar desde hace quince años, ahora lo quieren desalojar
para hacer un "emprendimiento de colaboración público-privado", es decir,
edificios para ricos, locales comerciales para ricos, plazas para ricos que
tendrá policía para cuidar a esos ricos. ¿Y nosotros? A quién le importa, a
ellos al menos no. Nosotros iremos a "los barrios ciudades", ese maravilloso
invento que encontraron los de arriba para sacar al pobrerío bien bien lejos,
encerrarnos con alambres (literalmente), y dejar que muramos de hambre y
tristeza. Bueno, resulta que nosotros en asamblea decidimos que no nos vamos a
ir, que nos intenten sacar si quieren, pero nosotros no nos vamos a mover. Y
como es difícil decir todo lo que uno podría y tendría que decir, voy a desistir
del intento y voy a cortar acá, el resto lo diremos en la calle, en nuestra
villa cuando los de arriba vengan a querer sacarnos. Mientras nos quedamos acá,
en nuestra villa, tomando matecitos, construyendo ese mundo distinto con el que
soñamos.
Una última recomendación para los de arriba: piensen bien antes de venirse
porque acá está lleno de pueblo, de esos que ustedes llaman negros de mierda,
zurdos, putas, rebeldes, sucios, y tantas otras cosas, y encima de eso, estamos
enojados y con idea de defender lo nuestro. Bueno, yo ya cumplí con el avisito,
ustedes verán. Saludos al resto, a los más, a todos y todas las que somos
pueblo.
Sergio Job es integrante del Colectivo Villa Los Galpones/La Lonja/Gral. Savio.