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"A la invención de enfermedades le llaman el márketing del miedo"
Joseba Vivanco
Gara
Este periodista australiano de 46 años es un referente mundial en la denuncia de
la «invención» de enfermedades por la gran industria farmacéutica. Experto
conocedor del negocio de la salud, removió cimientos con su best seller «Selling
Sickness» (Vendiendo Enfermedades, 2005 ). En la última edición de la revista «PLoS
Medicine» defiende que cada vez se cuestionan más esas «nuevas» patologías.
«Hace treinta años Henry Gadsden, director entonces de la compañía farmacéutica
Merck, hizo unos comentarios sorprendentes y, en cierto modo, candorosos a la
revista «Fortune». Dijo que su sueño era producir medicamentos para las personas
sanas y así vender a todo el mundo. Aquel sueño se ha convertido en el motor de
una imparable maquinaria comercial manejada por las industrias más rentables del
planeta». Así comienza la presentación del libro en el que Moynihan describe las
estrategias que utiliza cierto sector de la industria farmacéutica para ampliar
el mercado de los medicamentos.
¿Qué definición haría usted de «enfermedad inventada»?
Así es, `inventada'. Lo estamos viendo con las mujeres, por ejemplo, con el tema
de la disfunción sexual o en los niños con el TDAH (trastorno por déficit de
atención e hiperactividad). Pero, generalmente, yo prefiero hablar de
`patrocinio de la enfermedad'. Es decir, las compañías farmacéuticas no crean
las enfermedades, ni directamente sobrepasan esos límites, pero a menudo
patrocinan las actividades de la medi- cina que están sumidas en este proceso de
crear o vender enfermedades.
Porque no hablamos sólo de inventar o patrocinar enfermedades, sino también de
hacer que cada vez más personas sean susceptibles de ser consideradas enfermas,
rebajando, por ejemplo, los límites del colesterol o la tensión arterial.
Es correcto. Yo lo llamo `ampliar los límites de la enfermedad', es decir, bajan
los baremos para que así las enfermedades o, mejor, el número de enfermos
aumente. Por ejemplo, si se reducen las cifras anormales de presión arterial,
mucha gente que estaba sana se despierta convertida en hipertensa, por lo que
debe tomar medicamentos. O se convierten los síntomas en un problema de salud,
como pasa con el colesterol. Nadie enferma de colesterol, porque es un factor de
riesgo, pero lo tratan como si fuera una enfermedad. La realidad es que cada vez
más gente está considerada como enferma. En cualquier caso, creo que es mejor
hablar de la ampliación de las fronteras de la enfermedad, algo que está pasando
en muchas enfermedades ya establecidas.
Pero, ¿cómo se patrocina una enfermedad?
Con la disfunción sexual femenina las grandes compañías farmacéuticas
patrocinaron casi todas las reuniones de los `expertos' que lo definían como una
nueva enfermedad. Algunos de aquellos `expertos' sugirieron que un 43% de las
mujeres sufren esta `enfermedad', algo que es claramente absurdo.
¿O la osteoporosis?
Ése es un ejemplo muy importante, donde un `factor de riesgo' se ha convertido
en causa de mortalidad y a millones de mujeres sanas se les ha hecho creer que
están enfermas, cuando pueden no estarlo. Algunos lo han descrito como el «márketing
del miedo».
¿O como la menopausia?
Otro ejemplo clásico, cuando ante lo que estamos es ante un proceso natural de
la vida que se ha vendido a las mujeres como una enfermedad de deficiencia
hormonal. Feministas y otros grupos fueron muy críticos con la medicalizacion de
la menopausia.
¿Por qué las compañías farmacéuticas comenzaron a hacer negocio con este tipo
de prácticas?
Las compañías farmacéuticas se interesan fundamentalmente por los beneficios
masificados y eso, generalmente, significa ventas masificadas. A cuanta más
gente puedas vender tus pastillas, mayores ventas. De este modo, si puedes
vender tus pastillas a gente relativamente enferma, esto es un gran negocio. No
es un fenómeno nuevo, aunque con las nuevas técnicas de márketing y el poder de
estas corporaciones globales gigantescas, este problema se ha convertido en una
amenaza para la salud pública.
¿Qué reflexión invitaría a hacer a los usuarios?
Que deberían ser escépticos con lo que digo, con lo que oyen en los medios de
comunicación sobre las enfermedades y con lo que escuchan a sus médicos.
¿Y cree que la gente ha ido percibiendo este tipo de denuncias como la suya o la
de Jörg Blech, autor de «Enfermedades inventadas»?
No estoy seguro de cómo responderle a esto. Creo que es otra gente la que
debería juzgar el efecto que han causado estos libros. Pero sí creo que cada vez
hay más gente que está al tanto de este tipo de críticas.
Usted ha asegurado en más de una ocasión que este tipo de prácticas de las
farmacéuticas está poniendo en riesgo el sistema sanitario público.
Yo creo que el dinero que se gasta en tratar a la gente sana podría ser empleado
en tratar o prevenir enfermedades genuinas y esto es lo realmente trágico en
algunos casos donde el dinero escasea, y todo porque enfermedades benignas han
sido medicalizadas y medicadas siguiendo unas campañas de márketing.
http://www.gara.net/paperezkoa/20080611/81917/es/A-invencion-enfermedades-le-llaman-marketing-miedo