Nuestro Planeta
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Algo Feo Se Cocina Con el Agua
Cecilia Chérrez *
¿Qué buscan las grandes instituciones internacionales como las Naciones Unidas y el Banco Mundial al repetir con insistencia que el agua será cada vez más escasa y que las guerras de este siglo serán a causa del agua?
¿Qué
buscan las grandes instituciones internacionales como las Naciones Unidas y el
Banco Mundial al repetir con insistencia que el agua será cada vez más escasa y
que las guerras de este siglo serán a causa del agua? Veamos dos ejemplos
recientes. El lema de la celebración del día del ambiente, el pasado 5 de Junio,
promovido por el PNUMA, fue textualmente "Dos millones de personas están
muriendo por el agua". Un poco antes, en marzo, cuando se celebró el III Foro
Mundial del Agua, en Kyoto, se utilizó hasta la saciedad la espeluznante cifra
de que para el 2025 dos tercios de la población mundial deberán enfrentar
déficit de agua limpia. Y constantemente se nos recuerda que entre 1940 y 1990
la población del mundo creció de 2.300 millones a 5.300 millones de personas, y
que el uso de agua se elevó cuatro veces.
Lo cierto es que las corporaciones transnacionales del agua están aprovechando
muy bien la escasez del líquido vital para empujar una de las más perversas de
las privatizaciones, con una estrategia que consiste en convertir una crisis
ecológica como la del agua en el mercado de un recurso escaso. Es decir,
prometen garantizar la provisión de agua para quien pueda pagar por ella, con el
argumento de que el precio debe reflejar la escasez, y el costo de las
inversiones para su distribución. Política de recuperación de costos es el
nombre con que se está desmoronando el derecho fundamental ?irrenunciable- de la
población al agua .
Si corremos el velo de las cifras globales sobre el consumo de agua, en EE.UU.
un habitante promedio consume cada año 2.300 m3 y la Unión Europea más Japón
consumen en promedio 900 m3 anuales por habitante, según datos calculados en
base al uso doméstico y consumo diario de productos industriales cuyo
procesamiento demanda agua (papel, plásticos, alimentos, electricidad,
refrigeración). En India, en cambio, el 93% del agua que se utiliza es destinada
para regar los campos y producir alimentos.
También está el hecho de que una gran cantidad de agua dulce se destina a fines
industriales. Entre las de mayor demanda están industrias como la Coca Cola, la
minería metálica, la agro-industria, las plantaciones forestales, que en algunos
casos resultan ser además, altamente contaminantes, como lo es también la
industria petrolera. Un ejemplo bien cercano lo tenemos en las provincias de
Sucumbíos y Orellana, a las cuales 30 años de extracción petrolera les ha dejado
sin fuentes confiables de agua limpia, ni subterráneas ni superficiales. El
escandaloso récord que se aplicó en su territorio es que por cada barril de
petróleo extraído se vertió a los ríos un barril de ?agua de formación?, que
tiene un alto contenido de metales pesados y sustancias radioactivas, y es 6
veces más salina que el mar. Si trasladamos esta práctica a lo general, los 77
millones de barriles de petróleo que se consumen cada día a nivel mundial,
significa igual número de barriles de agua de formación vertidos a los cuerpos
de agua por día.
La Asociación Mundial del Agua, actor principal
Las nuevas políticas de agua ni se orientan a frenar el despilfarro ni condenan
la contaminación. Según la Guía para la Gestión de Recursos Hídricos, presentada
por Global Water Partnership en febrero del 2003, quienes contaminan ?pueden
obtener el derecho de comprar y vender cuotas para sus emisiones?, es decir:
comprar el derecho a contaminar.
Global Water Partnership, o Asociación Mundial del Agua, es impulsada por la
banca multilateral, ciertas ONGs, compañías privadas y la ONU, para garantizar
?mayor eficiencia y efectividad de las inversiones hechas en el sector agua?.
Funciona como una red, con comités regionales de asesoría técnica en cada región
del mundo. En Sudamérica, la Cepal-Buenos Aires es el comité que asesora a los
grandes donantes sobre qué programas financiar. Global Water Partnership impulsa
los mercados de agua superficial y subterránea, la transferencia del agua (desde
los usos de menor valor a los de mayor valor o rentabilidad), las subastas
públicas en que se ofrece el agua al mejor postor. Además considera que ?las
reformas impopulares pero necesarias, como el aumento de tarifas, recoger
cuentas no pagadas, reducir la fuerza laboral, es un motivo político para el
involucramiento creciente del sector privado de gran tamaño y/o internacional,
en vez de ser realizadas por políticos?.
Los grandes donantes, Francia, Inglaterra, EE.UU., España, países de origen de
un puñado de transnacionales del agua (Suez Lyonnaise, Vivendi, Thames, Bechtel,
Aguas de Barcelona), están pujando por una serie de reformas a las leyes
hídricas nacionales para operar a plenitud.
Con ayuda del Banco Mundial y el BID les faltaría poco: según un estudio del
Consorcio Internacional de Periodistas Investigativos, entre 1990 y 1995, el B.
Mundial dio 21 préstamos con la privatización como una condición; entre 1996 y
el 2002 el número aumentó a 61.
El rol del BID en el Ecuador
El Ecuador se endeudó con el BID en $40 millones, en Julio del ?97, para
privatizar el agua de Guayaquil, ?reconfigurar? la autoridad municipal de agua y
alcantarillado (sobre todo despido de trabajadores de ECAPAG), y rehabilitar los
sistemas de agua y alcantarillado. Este crédito fue, por decirlo de alguna
manera, un primer esfuerzo para aliviarle las inversiones a Interagua,
beneficiaria de la privatización y subsidiaria de International Water Group of
Netherlands, que en realidad es Bechtel, la empresa responsable de la ?guerra
del agua? en Bolivia y que recibió enormes beneficios tras la invasión a Irak .
El segundo esfuerzo se dio el 24 de enero 2003, cuando Interagua/Bechtel pidió
al BID un préstamo de $40-50 millones, poniendo al estado de garante. Como el
total requerido para el período 2002-2006 es de $146 millones, la empresa prevé
que lo que falta se completará con un auspicio aún sin definir, y con los flujos
de caja, es decir el ingreso por planillas. Si la gente de Guayaquil se resiste
a pagar, Interagua no tendrá cómo responder al proyecto pues no cuenta con
capital significativo propio. Tal como lo hizo en Cochabamba. Con el nombre de
Aguas del Tunari, Bechtel operó sin invertir sus propios fondos y se respaldó en
el mismo membrete jurídico, International Water Group of Netherlands, con
registro en Holanda.
No hay que olvidar que la ley conocida como Trole 2, que contiene reformas a la
Ley de Modernización y a la Ley Especial del Cedegé (Comisión de Estudios para
el Desarrollo de la Cuenca del Guayas), dio gusto a la exigencia internacional
de que, a nivel nacional, el agua potable y de riego sean entregadas al sector
privado. Un año más tarde, 3000 campesinos de Pedro Carbo, Isidro Ayora y Lomas
de Sargentillo se movilizaron y frenaron temporalmente el intento de Cedegé de
iniciar el proyecto de riego Villao que pretende que la tarifa por el agua sea
de alrededor de mil dólares/há/año y de $6.274/há por el costo de la
infraestructura.
Bechtel de cuerpo entero
La política de recuperación de costos ya ha tenido nefastas consecuencias. En
Cochabamba, después que la distribución del agua fue concesionada a Bechtel, la
tarifa mensual de agua subió 400%, de 5 a 20 dólares, para el sector obrero,
cuando esos 15 dólares suponían la comida de una familia durante una semana y
media. Bechtel, la empresa de agua más grande de EE.UU., tuvo que salir de
Bolivia pero demandó por 25 millones de dólares a Cochabamba por las
oportunidades de ganancias no percibidas.
Un año y medio después, tras la invasión a Irak, la administración Bush le
otorgó como premio consuelo un contrato de $680 millones para participar de la
rentable ?reconstrucción de Irak?. En el directorio de Bechtel está George
Schultz, que fue secretario de estado en el tiempo de Reagan, y acaba de ser
jefe del Comité para la Liberación de Irak. ?Sería muy torpe? que EE.UU. se
quede con los contratos jugosos en Irak, fue la reveladora reacción del
comisionado de relaciones exteriores de la U.E., Chris Patten. Por ejemplo,
Bechtel debería dar a la británica Thames Water la posibilidad de intervenir en
contratos de alcantarillado.
La codicia por el agua
En Sudáfrica, la política de recuperación de costos significó la imposición del
sistema de pre-pago forzando en el 2000 a que la población prefiera obtener el
agua de ríos cercanos, lo que provocó la muerte de 300 personas y que más de
1.200 se infecten de cólera, la más grande epidemia de cólera en la historia de
este país. Desde 1996, más de 10 millones de sudafricanos han perdido su acceso
al agua como consecuencia directa de la privatización y la política de
recuperación de costos, que en este país hizo que las tarifas subieran por sobre
el 600%.
El acuífero guaraní, la mayor reserva mundial de agua dulce ya comienza a ser
privatizado, de acuerdo a información dada por el Movimiento de los Sin Tierra.
Nestlé compró las fuentes en el municipio de Armazén, estado de Sta. Catarina,
en Brasil y Coca Cola está moviéndose en Paraguay. Durante el régimen de Cardoso
se entregó al Banco Mundial la coordinación de los estudios sobre el acuífero
Guaraní, el más grande del planeta, con el detalle de que las informaciones no
estarán ni a disposición del gobierno ni de los ciudadanos de Brasil.
Está claro que algo muy feo se cocina con el agua. Los derechos de los
inversionistas quieren burlar el derecho fundamental de la humanidad al agua,
convirtiéndola en una mercancía funcional a los requerimientos del mercado y la
rentabilidad. Pero sin duda la sed de control de las corporaciones seguirá
encontrándose con la resistencia de otras ciudades como Cochabamba, de otros
campesinos como los de Pedro Carbo, de jóvenes como el que en Sudáfrica escribió
en las paredes ?!disfruta del agua, rompe el medidor!?.
*Por Cecilia Chérrez Acción Ecológica