Nuestro Planeta
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Biólogos en México ¿por qué y para qué?
Frente al calentamiento global, al agotamiento del petróleo, a la crisis
ambiental y social, al aumento desmedido en los precios de los alimentos…
Víctor Komeco
En días pasados se realizó en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM), un foro singular. Se trataba del esfuerzo de un
conjunto de estudiantes que, preocupado por el excluyente proceso de
transformación del plan de estudios en la carrera de Biología, decidieron
convocar a la comunidad académica y estudiantil a reflexionar sobre el papel que
deben desempeñar los biólogos en el México actual.
Para un conjunto de autoridades y algunos despistados, la reforma debe estar
encaminada al fortalecimiento de la "biotecnología", el "ecoturismo" y otras
técnicas de gran rentabilidad, pero poca sensibilidad para resolver los grandes
problemas ambientales y sociales del país.
Como ha ocurrido con muchos planes de estudio en las universidades mexicanas,
tanto en las llamadas ciencias duras como en las sociales, las modificaciones se
hacen ad hoc a las grandes empresas, para aumentar sus ganancias, no para
resolver los problemas de la gente. Esto estaba en la preocupación central de
los estudiantes de biología que organizaron el foro "Biólogos en México: ¿por
qué y para qué?", que su formación científica y la de las generaciones futuras
de estudiantes sirviera a la nación, no sólo a las elites empresariales.
Enlisto aquí algunos puntos de la información y discusión que emanaron de este
encuentro. Pienso que son valiosos y pueden ayudarnos a todos a meditar sobre la
función que deben desempeñar las universidades públicas en el mundo, en un
contexto de crisis social y ecológica que se profundiza en el planeta,
principalmente a consecuencia de las absurdas políticas económicas que despojan
a los pueblos de sus derechos y recursos, al tiempo que devastan el medio
ambiente, comprometiendo gravemente nuestro desarrollo, el de las generaciones
futuras, así como la sobrevivencia de cientos de especies vivas en todos los
rincones de la tierra.
Según los ponentes, la UNAM es pionera en el estudio de la Biología en México,
pues fue con la reforma académica de 1939 y la refundación de la Facultad de
Ciencias, que se consolidó la carrera de Biología en el país. En 1941 se hace lo
propio en el Instituto Politécnico Nacional y así comienza un progresivo avance
de las ciencias biológicas, al grado de que, actualmente, existen ya 45 centros
mexicanos formadores de biólogos, de los cuales más del 70% son públicos. Sin
embargo, aun hace falta mucho por hacer, pues todavía son pocos estudiantes de
biología los que hay en México, y los que hay, están muy concentrados en el
centro del país: de la totalidad de la matrícula de educación superior que
tenemos en todas las carreras, tan sólo el 1% estudia biología, y más del 40% de
ellos lo hacen en el Distrito Federal.
En las leyes orgánicas y estatutos de estas carreras, por lo general, se
especifica que los objetivos centrales son coadyuvar a la formación de los
recursos humanos, el desarrollo independiente del país, su fortalecimiento
técnico, así como el aprovechamiento racional de los recursos naturales de la
nación, entre otros.
Hoy vemos que, para los gobiernos neoliberales como el de México, los intereses
de los grandes magnates nacionales y extranjeros están por encima de los
intereses de los pueblos. No hace falta dar demasiados ejemplos al respecto,
baste decir que en este momento, en nuestro país el gobierno de Calderón
pretende entregar al menos el 75% de la riqueza petrolera a las empresas
trasnacionales, con una reforma que dice "no va a privatizar el petróleo", pero
que en los hechos entrega petroquímica, refinamiento, almacenamiento,
transportación y distribución del hidrocarburo a un puñado de empresas
trasnacionales; mientras que en Venezuela este preciado recurso sirve para el
desarrollo nacional, para la diversificación de la producción, para sostener
programas sociales que garantizan el acceso de la población a derechos tan
esenciales como la alimentación, la educación, el trabajo, la vivienda, la
cultura, etc.
En esta perspectiva, la disyuntiva en la formación de nuestros estudiantes de
biología en la UNAM como en el todo el país estará entre atender los problemas
de la nación mexicana, o los de estas corporaciones rapaces.
Decía una de las ponentes del foro que, siendo México uno de los países con
mayor biodiversidad del planeta, el objetivo de los biólogos debía ser,
fundamentalmente, preservar, conservar, difundir y aprovechar sus bondades, sin
destruirla, para lo cual se hace necesario entablar una estrecha relación y
coordinación entre las comunidades y las políticas públicas. Y está en lo
cierto.
El problema es que, quienes imponen las políticas públicas, no están pensando en
la coordinación con las comunidades, ni están pensando en preservar los recursos
naturales. Por el contrario, los gobiernos neoliberales que hemos padecido están
más empeñados en enriquecerse a través de ceder esta riqueza a los capitales
extranjeros, sin importar el impacto ecológico y pasando por encima de las
comunidades locales.
Comentaba una profesora que frente a la crisis social y biológica del país, se
hacía cada vez más importante la reflexión de los "¿biólogos para qué?", pues
sin duda la sociedad necesita biólogos, pero más que eso, necesita de personas
concientes, informadas, que entiendan los problemas que atravesamos y busquen
alternativas para resolverlas. Es así que un biólogo, como un sociólogo, un
médico o un economista, puede hacer mucho, usando sus conocimientos,
difundiéndolos, generando conciencia y buscando con los pueblos soluciones.
En cuanto al problema concreto de la Biología, es evidente que mientras más suba
la temperatura del mundo y más suban los precios de los alimentos; mientras más
desastres naturales y sociales se generen a causa del calentamiento global y del
agotamiento del petróleo, más necesarios serán los egresados de las escuelas y
facultades de biología. Pero no egresados con un perfil egoísta e individualista
que el "mercado necesita", sino formados con rigor científico y sensibilidad
social y ecológica.
Al fin que la ciencia no es "neutral" como pretenden hacernos creer los nuevos
positivistas. Por el contrario, la ciencia tiene un objetivo, y es hacernos la
vida mejor a todos.
Los que dicen que los planes de estudio deben ser para ser "más competitivos en
el mercado laboral… para obtener empleo" están diciendo que debemos abandonar la
diversidad de conocimientos para reducirnos a simples técnicos, operadores
parciales, no científicos. Lo que no entienden es que el desempleo no es por los
planes de estudio, sino por la dinámica capitalista de reducir costos y aumentar
la producción empleando nuevas y menores tecnologías que desplazan fuerza de
trabajo, cosa que no se resuelve recortando los conocimientos de los
estudiantes. Por lo demás, un egresado con una formación integral, se enfrentará
mejor al "mercado laboral" que uno con formación parcial y mocha.
Es entonces, que debemos hacernos seriamente las preguntas, ¿biólogos por qué?,
¿biólogos para qué?, pero también, y hoy más que nunca ¿biólogos para quién?