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Guatemala: Se triplica el área cultivada con palma africana
La expansión en el país de cultivos para agrocombustibles, como la palma
africana y la caña de azúcar, ha ocasionado un cambio en el uso del suelo, el
cual podría afectar la soberanía alimentaria del área rural, según un estudio
a cargo de Action Aid Guatemala.
Juan
Fernando Estrada
Prensalibre.com
El informe "Las plantaciones para agrocombustibles y la pérdida de tierras
para la producción de alimentos en Guatemala" destaca aspectos como el
aumento del área sembrada con palma africana, que de 2003 a este año pasó de
31 mil a 88 mil hectáreas.
Laura Hurtado, experta en soberanía alimentaria y quien estuvo a cargo
del estudio, explica que el cambio del uso del suelo es dramático: "Al final
los pobres serán los más afectados, porque no tendrán lugar para sembrar",
advierte.
El informe critica, además, la forma en que las empresas adquieren las
tierras. Normalmente se valen de dos estrategias: la primera es aprovecharse
de la ignorancia de algunos campesinos para comprar a precios bajos, y la
segunda es alquilar por 25 años, tiempo de vida útil de la planta.
Confirman estafa
Marcelino Balam, de la Pastoral Social de Ixcán, Quiché, declara que en
ese lugar muchas familias han vendido porque les ofrecen cantidades de dinero
que nunca han visto. "Hay familias que han vendido sus parcelas a precios
mucho menores de los que realmente valían", denuncia Balam.
Las comunidades más afectadas, según el informe, se encuentran en El Estor,
Izabal; Ixcán, Quiché; Sayaxché y San Luis, Petén, y Chisec, Fray Bartolomé de
las Casas, Chahal y Panzós, en Alta Verapaz.
Ceferino de Paz, alcalde de Fray Bartolomé de Las Casas, afirma que
muchas familias han vendido sus tierras a la empresa Padesa y ahora se
encuentran desprotegidas. Artemio Lima, alcalde de Chisec, explica que
en ese lugar ha sucedido lo mismo. En Izabal la situación es diferente, y
Jorge Benito, concejal primero de El Estor, asevera que las únicas tierras
que se han comprado son fincas privadas.
Inversión millonaria
La compañía estadounidense Green Earth Fuels, cuya subsidiaria en el
país es Palmas del Ixcán, que opera en Quiché, anunció a principios de
año que invertiría 14 millones de dólares para aumentar la producción.
Entre los planes de la transnacional está construir plantas de extracción en
distintas partes del país en los próximos diez años, según afirma un
comunicado de prensa fechado el 4 de junio último.
Aída Lorenzo, gerente de la Asociación Promotora de Combustibles
Renovables, explica que el incremento en la siembra de palma africana es real,
pero niega que la producción sea para generar agrocombustible. "Es más
rentable vender aceite comestible", aclara.
Daño irreparable
Hace cinco años la palma africana se usaba para producir aceite comestible,
pero luego de la crisis energética que afecta al mundo, el cultivo de esta
planta se vio como una alternativa, ya que el aceite que se extrae de ella
sirve para generar energía.
Para los ecologistas, el daño es mayor que el beneficio, ya que, "para
producir de forma lucrativa estas materias primas se arrasan grandes zonas de
bosque húmedo tropical. Además, las plantaciones son saturadas con agrotóxicos
que terminan contaminando las fuentes de agua".
Olivier de Schutter, relator especial de la Organización de las
Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), calificó -durante
la novena sesión del Consejo de Derechos Humanos, celebrada este mes en
Ginebra, Suiza- de "retrógrado" el incentivo que Estados Unidos
y la Unión Europea dan a la producción de agrocombustibles sin
criterios de sustentabilidad, ya que podría afectar la soberanía alimentaria
de los países más pobres.