Medio Oriente - Asia - Africa
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Crónica de un pueblo que resiste, pese al embargo mediático
Un grito desde el Sahara
Unai Aranzadi
Independent Docs
En el Sahara Occidental el colonialismo no es una cuestión del pasado, sino del presente. "Este anacronismo del siglo veintiuno", como lo clasificó Koffi Annan, "debe acabar" Pero a día de hoy, el Estado español, la Unión Europea y los Estados Unidos continúan haciendo oídos sordos al desgarrador clamor saharui, pues de nada han servido las múltiples resoluciones de las Naciones Unidas, de la Unión Africana o de la Unión Europea.
La RASD: territorio liberado
Los territorios liberados son la mitad este de la RASD (República Árabe
Saharaui Democrática) en donde no hay ni presencia marroquí, ni salida al mar.
Esta tierra es administrada por el Frente Polisario y en ella existe un alto el
fuego permanente desde la llegada de los observadores de la ONU en 1991.
En estos bastos territorios los pastores y nómadas saharauis viven libremente
junto al inmenso muro que el ejército marroquí construyó para seguir ocupando y
hostigando al pueblo saharaui a ambos lados de este. Pese a la amenaza impuesta
por el reino alauí, algunos saharauis se resisten a abandonar el territorio que
los vio nacer.
Habitantes ancestrales de estos bellos parajes, los saharauis mantienen aquí las
señas de identidad que los convierten en pueblo, como es la vida nómada, el
pastoreo y su propia lengua: el hassania. "La existencia aquí es dura, pero
estamos acostumbrados, es parte de nuestra cultura. A mi no me gusta estar en
los campamentos de refugiados de Argelia ni en las zonas ocupadas por Marruecos.
Vivir libre, a pesar de las dificultades, es lo mejor" Asegura Fátima, una
mujer nómada que pastorea junto a su hijo Moulay, un joven que crece bajo la
amenazante sombra de un muro al que –sorprendentemente- la prensa y las
instituciones europeas dedican muy poco espacio. "Desde aquí podéis observar
los tanques, los soldados y a veces sus aeronaves. Es una amenaza constante,
pero esta es mi tierra y de aquí no me van a echar" Denuncia Moulay sin
temor aparente.
El muro, que cuenta con una longitud de 2.720 kilómetros, tiene como objetivo
básico ideas expansionistas ,así como la posesión por la fuerza de un territorio
que siempre les ha sido ajeno. Mas esta muralla no es el único elemento
intimidatorio empleado por los marroquíes. Las minas y los restos de bombas
(muchas de ellas fabricadas y vendidas por España) siembran de horror el suelo
de la región y es que el Sahara Occidental es uno de los lugares mas densamente
minados del mundo.
Salek Baba, ministro de cooperación saharaui señala al Gobierno español como
parte interesada en el conflicto. "Los restos del lucrativo negocio de las
armas se encuentran por todas partes y lamentablemente muchos de los países con
responsabilidades históricas que pretenden mostrarse como mediadores neutrales
se ven directamente involucrados en el desproporcionado rearme del ejército
ocupante" Y añade, "Obviamente, este es el caso de España y Francia"
Una nación sin Estado
Actualmente la RASD está
reconocida por la Unión Africana y
por 46 países en el mundo, la mayoría de ellos africanos o latinoamericanos. El
último en hacerlo fue la República de
Nicaragua el 12 de enero de 2007. La RASD no está reconocida ni por
la ONU ni por la
Liga Árabe ni por ningún país
europeo ni ningún miembro permanente en el
Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. En Europa, el único Gobierno
que les recibe con honores de Estado, es el vasco. No es casual dada la cantidad
de lazos y compromisos existentes entre ambos pueblos. Docenas de organizaciones
sociales mantienen un constante intercambio de ayuda, experiencias e ilusiones.
Antonio Montoro es un cooperante de la ONGD Mundubat. Convive con los refugiados
saharauis en los campamentos de Argelia y destaca la encomiable labor de
organización llevada a cabo por la sociedad saharaui desde el éxodo hasta
nuestros días, destacando además el importante papel de la mujer en este
sacrificado proceso "Al pueblo saharaui no lo ha organizado ni las agencias
de ayuda humanitaria de las Naciones Unidas, ni ningún Gobierno u ONG. Fueron
ellos mismos quienes mostraron una increíble capacidad para crear estructuras en
medio de la nada. Las mujeres mostraron una fortaleza y determinación decisiva
que perdura hasta nuestros días" De un día para otros los saharauis
levantaron escuelas, hospitales y talleres, pero Antonio asegura que "se
trata de una medida temporal, pues para ellos es importante recordar que todo
esto se realizó siempre con la idea de regresar a su tierra"
"Uno de los peligros de este conflicto", afirma Edur Mintegi, responsable
de comunicación de Mundubat, "es que la gente solo visualiza los campamentos
de refugiados de Tindouf y no sabe que ya existe un territorio liberado, además
del ocupado" Los continuos viajes a Tindouf de las familias que acogen a
niños saharauis en verano y las visitas de personajes vinculados a la política y
el mundo del espectáculo han relegado, involuntariamente, la existencia de
muchos saharauis que con heroica actitud sobreviven y se organizan en las zonas
ocupadas. "El Sahara Occidental tiene cientos de kilómetros de playas y mar,
ciudades y minas muy ricas, no es un páramo como a veces se da a entender"
aclara Mintegi.
Tifariti
Tifariti es la población mas grande de los territorios liberados. Realmente
se trata de una aldea en el cual el viajero tiene la oportunidad de repostar y
aprovisionarse. Es aquí donde los comerciantes, pastores y transeúntes hacen sus
negocios, obtienen tratamiento médico o acuden a una pequeña escuela.
Esta localidad ha permanecido prácticamente desabitada como medida preventiva,
ya que el muro y la artillería del régimen de Rabat se encuentran en las
inmediaciones del corregimiento. Tanto es así, que desde hace unos meses ciertas
plataformas políticas marroquíes han manifestado su intención de liderar (con la
protección de su ejército) una futura invasión; algo así como una nueva marcha
verde para que de una vez por todas se apoderen del territorio. Ante estas
alarmantes declaraciones, el Frente Polisario ha decidido incrementar su
presencia en la simbólica Tifariti, evitando así posibles invasiones, las cuales
cuentan ya con el silencio cómplice de la costosa e ineficaz misión de las
Naciones Unidas que aún conociendo los planes de Marruecos no ha lanzado
advertencia alguna.
El Polisario armado
En una recóndita base militar del Frente Polisario, el responsable del
segundo destacamento en la segunda región, Sid Ahmed Nayem, se muestra decidido
a defender su territorio con las pocas armas de las que disponen. "La gente
en los territorios ocupados lo pasa muy mal. Los activistas pro derechos humanos
son torturados, desaparecidos y encarcelados. Si hubiese una orden política de
acudir en su auxilio la acataría ahora mismo" Denuncia.
Consciente de lo adversa que es su situación (material bélico obsoleto y grandes
carencias logísticas y tecnológicas) el veterano militar previene:
"Aparentemente la milicia del polisario cuenta con un material militar que
difícilmente podría contrarrestar la capacidad ofensiva de la dictadura
marroquí, pero esto mismo se pensó en los setenta y la sorpresa fue que
aguantamos y golpeamos durante mas de quince años hasta el día de hoy. La
voluntad de un pueblo es su mejor arma" La experiencia así lo ha demostrado,
mostrándonos un Frente Polisario que sobrevive y se desenvuelve en el desierto
de forma ágil y natural.
Viaje a territorios ocupados
Para poder acceder al Sahara Occidental ocupado por Marruecos se ha de viajar
a las Islas Canarias y desde allí tomar una pequeña aeronave con destino a la
ciudad de Dakhla. El vuelo apenas dura una hora y en la pequeña aeronave tan
solo podemos encontrar a dos empresarios de la pesca y cinco turistas
interesados en las el submarinismo.
Desde el aire se puede apreciar la estrecha península que protege a Dakhla de la
imponente costa Atlántica. Es en esta zona donde se encuentra uno de los
caladeros mas ricos del continente africano, el cual (a pesar de estar en
litigio) es explotado de manera ilegal por diversas empresas españolas.
A pesar de la relación de especial cordialidad que el actual Gobierno español
presume tener con el régimen marroquí, la mera contemplación del paisaje nos
recuerda que estamos en un área trascendente en la que el Ejército de ambos
países monta guardia día y noche por tierra, mar y aire.
Desde este momento y hasta el final de nuestro viaje habremos de viajar de
incógnito simulando ser nostálgicos turistas interesados en recorrer la última
colonia española. El mero hecho de revelar la condición de periodista podría
desencadenar de inmediato la deportación. Sencillamente aquí la prensa no es
bienvenida.
Dakhla
Al llegar a la terminal observamos el primer símbolo de la ocupación marroquí
en forma de bandera. En la aduana unos policías de paisano hacen todo tipo de
preguntas, la primera de ellas si se es periodista o militar. Por mucho que se
esfuerzan, la manera de interrogar y la forma de revisar es del todo anómala
para un país en el que según ellos mismos, "no existe conflicto alguno"
Conocida anteriormente como Villa Cisneros, la ciudad fue un importante centro
logístico y militar de la colonia española. Hoy Dakhla es una ciudad sellada por
las fuerzas de seguridad en la que las detenciones arbitrarias y la tortura
sistemática brotan con cruel frecuencia a manos de las autoridades marroquíes.
En el año 2005 la localidad se convirtió en escenario de numerosas protestas en
contra de la ocupación marroquí. La policía disolvió brutalmente las
manifestaciones pacíficas en apoyo al referéndum de autodeterminación y al
Frente Polisario. Estas expresiones democráticas tenían la intención de apoyar a
otras protestas prosaharauis que se produjeron en diversos centros
universitarios de Marruecos. Fue así como nació la nueva intifada
saharaui.
Discretamente y sin llamar la atención nos hospedamos en un hotel prestos a
contactar con los activistas pro derechos humanos que valientemente arriesgan su
integridad física por dar a conocer la trágica realidad en la que su pueblo
vive.
En cualquier Estado que se quiera llamar democrático existe el derecho a la
libertad de expresión, de reunión y manifestación; No siendo este el caso de
Marruecos debemos de ser extremadamente cautos a la hora de realizar los
primeros contactos.
Visitando a la resistencia
La iglesia de Dakhla es uno de los últimos restos de la colonia española. Es
allí, alejados de miradas indiscretas, donde tenemos la oportunidad de
entrevistarnos con Mohamed Fadel Semlali un veterano activista saharaui sin
pelos en la lengua. "Aquí lo que hay es un claro intercambio entre España y
Marruecos. Si Marruecos contiene la emigración ilegal, España se calla sobre el
Sahara. Si España les vende tanques, Marruecos les deja el banco pesquero
saharaui, y así con la droga, el terrorismo islámico, etc…Que me perdonen, pero
es la verdad" Y añade, "Pero para nosotros lo mas doloroso es lo del
PSOE. Desde que Felipe González vino aquí en los setenta hablando sobre nuestro
derecho a la autodeterminación hasta la actualidad con Moratinos hemos recibido
una puñalada por la espalda tras otra. Al menos con en el PP sabemos que no
tenemos nada"
Pedro Zerolo, portavoz designado por el PSOE para hablar con nosotros sobre el
Sahara Occidental relaciona las buenas relaciones comerciales y policiales entre
España y Marruecos como algo muy positivo para el pueblo saharaui, recurriendo
constantemente a "la mejoría y la buena vecindad que el PP nunca tuvo con
Marruecos" Pero para los saharauis estas "buenas relaciones de vecindad"
no significan mas que la venta de carros blindados M-60, el apoyo diplomático a
la dictadura monárquica y la explotación ilegitima de su banco pesquero por
parte de la flota española. Nada de ello contribuye en ninguna medida a la
resolución del conflicto saharaui, tan solo quizás las partidas de ayuda
humanitaria de la AECID (Agencia Española de Cooperación y Desarrollo
Internacional) en los campamentos de refugiados se puede entender como un gesto
provechoso, el cual "es como poner tiritas a un herido que se está
desangrando" en boca de un cooperante catalán de misión en Tindouf.
Para Mahayoud Mohamed Fadel , otra activista que asumiendo un gran riesgo ha
decidido recibirnos, la complicidad con Marruecos no solo proviene de países
vecinos y poderosos sino de las propia misión de las Naciones Unidas. "Aquí
cada observador de la ONU tiene un vehículo nuevo, un sueldo de ocho mil euros
al mes, los mejores hoteles, helicópteros… y todo ¿para que?, ¿qué observan?,
¿cuándo nos ayudan? Somos arrestados y torturados de manera sistemática y ellos
no hacen mas que mirar para otro lado" critica indignado sin dejar de mirar
la puerta que da a la calle. "La represión ha aprendido de nuevas formas de
tortura menos obvias pero igual de terroríficas. Como son la bañera, la bolsa y
el pollo" Estos métodos se emplean cada vez con mas frecuencia, pues dejan
pocas señales y lamentablemente a día de hoy cuentan con la aceptación de mucho
países "avanzados"
Pero los excesos del régimen monárquico no solo afectan a la población saharaui.
Los propios ciudadanos marroquíes son utilizados como un mero elemento
colonizador por medio del cual se les instala en chabolas cercanas a la costa,
con el fin de explotarlos en una precaria e insostenible actividad mariscadora
que tiene como objetivo esquilmar las riquezas del banco pesquero sahariano.
"Los traen en camiones y autobuses desde las zonas mas deprimidas del reino.
Llegan exhaustos y los dejan tirados a su suerte en la costa. Aunque ellos no
sufren la violencia sistemática que nosotros soportamos también ellos son
maltratados por el régimen absolutista. Nuestra lucha no es contra el pueblo
marroquí, sino contra el Rey Mohamed VI y sus militares corruptos" lamenta
Mahayoud.
La gran ciudad de El Aaiún
En el extremo norte del Sahara Occidental se encuentra El Aaiún, la ciudad
mas grande de todo la región. Aquí uno de los colectivos pro derechos humanos
mas numerosos de todo el Sahara ocupado nos revela una nueva forma de represión:
la violación masculina. "Lo están empezando a hacer con los activistas mas
valientes, que como suele suceder muy a menudo son los mas jóvenes. Los violan y
después los dejan abandonados en el desierto. Eso para la dignidad del saharaui
es algo muy duro"
Mohamed Ahmed Laabeid, de la Asociación de Familiares de Presos y Desaparecidos
Saharauis (AFAPREDESA) denuncia que muchas de las situaciones mas extremas se
viven en el interior de la tenebrosa "cárcel negra" que está situada en la
periferia de la ciudad "Eso es un infierno al que la ONU no presta ninguna
atención. Allí se cometen cientos de abusos de los derechos humanos, además de
desapariciones forzadas. Hay mucha gente que ha sido arrestada y no se le ha
vuelto a ver"
Entre los miembros de la comunidad de ex presos políticos que me acompaña hay
activistas que han pasado hasta veinticinco años encarcelados. A veces sus
familiares no sabían si estaban vivos o muertos y durante mucho tiempo no los
pudieron ni tan siquiera ver. Entre algunos de ellos se intuye cierta
frustración con respecto a las denominadas vías pacificas. "No está sirviendo
de nada. Es triste decirlo pero la comunidad internacional no nos está tomando
en serio. Yo diría que ni siquiera escuchando…"
El Sahara Occidental es un ejemplo de resistencia molesto para occidente, pues
contradice ese discurso por el cual la UE y Estados Unidos exigen a kurdos y
palestinos el cese de toda violencia para poder dialogar y así alcanzar la
pretendida paz…
En el Sahara el pueblo es pacifico y cuenta con todas las resoluciones posibles,
sin embargo ni la secretaria de Estado norteamericana Condoleeza Rice, ni el
jefe de política exterior de la UE Javier Solana han movido un dedo por traer la
ansiada paz o hacer cumplir la legalidad de los organismos internacionales que
ellos mismos fundaron. "Quieren perder tiempo y asimilarnos, que nos
disolvamos en Marruecos. Al igual que en otros conflictos el tiempo siempre
juega a favor del ocupante. Aquí por ejemplo ya hay una especie de junta de
saharauis pro marroquíes que viven muy bien. Es triste reconocerlo, pero
empiezan a ser muchos los que no han aguantado y se han vendido" denuncia
Ahmed, uno de los mas veteranos.
"Incluso en el caso de que aceptásemos la falsa autonomía impuesta por Rabat
no viviríamos en un Estado de derecho, pues el marco de una monarquía
absolutista no es garante de nada. Aquí es hasta ilegal cuestionar de manera
pacifica la integridad territorial. ¿Qué futuro nos espera en un país así?"
Mohamed Mayara, un estudiante de ciencias políticas de veinticinco años asegura
que "Marruecos no quiere un referéndum de ninguna forma. Nosotros hemos
aceptado incluso que todos los marroquíes que vinieron aquí antes de 1999 puedan
votar, pero ni aún así quieren permitirnos autodeterminarnos"
El embargo mediático
La ciudad de Smara es el último destino en nuestro viaje. Aquí el cerco
policial es insoportable. La ciudad está controlada por múltiples anillos "de
seguridad", es decir, policiales y militares. Los activistas viven
permanentemente acosados por todo tipo de medidas represivas, que van desde las
detenciones arbitrarias hasta los registros injustificados. Esto se hace
claramente visible en los cacheos, en las incesantes patrullas y en las
precauciones con las que se gesta nuestro encuentro.
Pese a este contexto de violencia y machismo castrense, es grato descubrir que
la vanguardia de la resistencia aquí está constituida por un entusiasta grupo de
mujeres. "Las madres, las estudiantes y las hijas nos organizamos junto con
nuestros compañeros en la mas absoluta clandestinidad" Afirma Mariam en
perfecto castellano. "Y por supuesto también sufrimos las palizas o los
golpes de la policía en nuestras manifestaciones, no se vaya a pensar que por
ser mujeres nos pegan menos"
Najat es una joven de diecisiete años que con su cámara de video trata de romper
el embargo mediático al que se les ha sometido "Grabamos nuestras acciones y
las colgamos en Internet. Tenemos la esperanza de que la gente nos vea resistir
y se sume a nuestras reivindicaciones democráticas. ¿Allí en Europa les importa
mucho la democracia verdad?"
Se hace tan difícil como vergonzoso explicar a una muchacha como Najat, que la
agenda de los grandes partidos políticos y sus medios de comunicación no
responde a los nobles principios que dicen defender, sino mas bien a fortalecer
los intereses electoralistas y empresariales que los sostienen en el poder… Si
bien es cierto que otros conflictos parecidos han acarreado grandes debates
políticos, protestas internacionales y coberturas mediáticas, como es el caso de
Israel en Palestina, la invasión de Kuwait por parte de Irak o mas recientemente
la independencia de Kosovo, la violación del derecho internacional en el caso
saharaui es silenciada y pasada por alto, imponiéndose así un cínico doble
rasero.
Mientras tanto activistas como Mahayoud, Ahmed y Najat se siguen preguntando
¿qué ha de suceder para que de una vez por todas se escuche el justo clamor
saharaui?
Esta crónica se basa en el documentalb Cry Sahara, fr Unai Aranzadi, que
se estrenará el próximo otoño en Suecia y en el Estado español (http://web.mac.com/uaranzadi/iWeb/independentdocs/COMPANY.html).