Egipto: Otra huelga, regalo de cumpleaños para Mubarak
Adam Morrow y Khaled Moussa al-Omrani
IPS
Cientos de activistas siguen detenidos en Egipto tras la protesta de principios
de abril por la crisis alimentaria y el estancamiento político. Pero los
activistas no se amilanan y convocaron a una segunda huelga general para este
domingo, con motivo del cumpleaños del presidente Hosni Mubarak.
"La huelga del 6 de abril contó con la adhesión de alrededor de 40 por ciento de
los egipcios", dijo a IPS el activista Mohammed Zeki, de 28 años. "A pesar de
los métodos dictatoriales del Estado, esperamos una respuesta aun mayor el 4 de
mayo".
Los empleados de una gran fábrica textil estatal en la septentrional ciudad de
Mahalla organizaron una huelga el 6 del mes pasado en reclamo de un ajuste de
salarios para paliar el alza de los precios de alimentos básicos y de servicios.
El gasto en alimentos y servicios de un hogar egipcio promedio se incrementó 50
por ciento desde en enero, estimó la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Al influjo de unos cuantos activistas políticos, la huelga se extendió a todo el
país en reclamo de mejoras económicas y de un cambio político. La iniciativa fue
impulsada por el Partido Laborista, de tendencia islamista y proscrito desde
2000, y por el movimiento prodemocrático Kefaya.
Los líderes de la protesta divulgaron una declaración por Internet urgiendo a la
población a expresar su descontento con la situación política y económica
quedándose en su casa o participando en las manifestaciones organizadas en
varios puntos del país.
El llamado, difundido mediante el popular sitio web de vínculos sociales
Facebook, parece haber tenido fuerte repercusión.
El 6 de abril, las calles de la capital, por lo general congestionadas por el
tránsito, estuvieron extrañamente silenciosas, a pesar de que otras
movilizaciones previstas fueron evitadas por los fuertes dispositivos de
seguridad dispuestos en los mayores centros urbanos.
La huelga en Mahalla nunca llegó a concretarse. La ciudad, situada en el delta
del Nilo, se convirtió en el escenario de enfrentamientos entre las fuerzas de
seguridad y manifestantes que lanzaban piedras.
Los choques, en los que la policía antidisturbios utilizó balas de goma y gas
lacrimógeno, dejaron tres muertos y una veintena de heridos.
En los días siguientes, cientos de personas, incluyendo organizadores de la
huelga de Mahalla, activistas y administradores de blogs, fueron detenidas por
las autoridades.
Unas 200 fueron liberadas, pero se estima que otras 450 más continúan en los
centros de detención acusadas de instigar la huelga y provocar disturbios.
Organizaciones de derechos humanos locales e internacionales condenaron lo
sucedido.
"Arrestos masivos y cargos difusos son una reacción típica del régimen hacia los
disidentes", dijo a IPS Khaled Ali, director del Centro de Derechos Hisham
Mubarak, con sede en El Cairo, que brinda asistencia legal a personas de bajos
recursos y ahora ayuda a coordinar la defensa de los detenidos.
A mediados de abril, la fiscalía ordenó la liberación de 20 detenidos, la mitad
de los cuales eran activistas de Internet que promovieron la huelga a través del
sitio Facebook.
Pero antes de que pudieran ser liberados, el Ministerio del Interior, apelando a
la draconiana ley de emergencia, que ya tiene 27 años, ordenó que volvieran a
ser detenidos por tiempo no especificado.
"La primera detención y el segundo arresto de activistas por la paz no tiene
excusas", dijo a IPS Hafez Abu Saeda, secretario general de la Organización
Egipcia por los Derechos Humanos, con sede en El Cairo. "La orden del Ministerio
del Interior puede interpretarse como una contravención a la autoridad de la
fiscalía".
La detención masiva de activistas políticos es una "prueba de que el Estado no
reconoce el derecho de los ciudadanos a expresarse de forma pacífica", señaló
Zeki.
De los 10 activistas de Internet detenidos, sólo una fue dejada en libertad.
El 23 de abril, Israa Abdel-Fattah Ahmed, fundadora de un grupo en Facebook
favorable a la huelga, fue liberada tras una amplia campaña en Internet y una
gran cobertura mediática en la prensa local.
"No soy una líder política", dijo a los periodistas la joven de 29 años poco
después de ser liberada.
A pesar de la situación, los activistas llaman a una segunda jornada de protesta
nacional para este domingo.
Pero esta vez la convocatoria se limita a reclamos sociales y económicos, entre
los que se encuentra el aumento de salarios para acompasar el alza del costo de
vida y medidas concretas contra la inflación y los monopolios de mercado, así
como la liberación del resto de los detenidos el 6 de abril.
En la convocatoria difundida por Internet, los organizadores urgen a los
egipcios a no concurrir a sus trabajos este domingo y a tratar de no hacer
compras en los centros comerciales. Dos grupos de Facebook egipcios, con unos
115.000 integrantes, se sumaron al llamado.
La huelga se convocó aprovechando el cumpleaños 80 de Mubarak, pero los
organizadores subrayaron que no abogan por un cambio político. Sin embargo ya
anunciaron que habrá más protestas si no se cumplen sus reclamos.
La utilización de medios electrónicos parece ser ahora la forma de expresión del
activismo político en Egipto.
"Para difundir los comunicados enviamos correos electrónicos, mensajes de texto
por teléfono celular y a los grupos de Facebook", señaló Zeki.
A fin de evitar detenciones masivas, los organizadores de la huelga urgen a los
participantes a evitar conglomerarse masivamente en sitios específicos.
Al igual que en la protesta de abril, el papel de la principal agrupación
opositora de Egipto en la movilización de este domingo ha sido desdeñable.
"Los diferentes partidos de oposición todavía no anunciaron sus respectivas
participaciones", señaló Ali. "Pero si deciden sumarse con manifestaciones,
pueden haber más choques violentos con las fuerzas de seguridad".
También a diferencia de la protesta de abril, precedida por una campaña del
Ministerio del Interior que advertía a los ciudadanos de no participar, el
gobierno por ahora guarda silencio.
"Aguardamos la reacción del gobierno", señaló Abu Saeda. "Es posible que el
Ministerio del Interior trate de clausurar Facebook o detener a los miembros
fundadores del grupo".
Los organizadores parecen estar preparados para cualquier eventualidad.
"Por supuesto que pueden detenerme por convocar a la huelga", señaló Zeki, "pero
no hice nada malo y otros seguirán con la lucha".