Medio Oriente - Asia - Africa
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Un genocidio a sangre fría
Los misiles Qassam: una vil excusa que no engaña a nadie
Patricia Rivas
Al Estado de Israel no le importa la verdad, como no le importa un comino la vida de civiles ni el Derecho Internacional. Estados Unidos e Israel justifican la masacre del sábado en Gaza por el hecho de que la resistencia palestina contra la ocupación lance misiles de fabricación casera contra las poblaciones israelíes aledañas a Gaza.
El poder mortífero de los cohetes Qassam quedó demostrado este sábado,
después del peor ataque israelí contra los palestinos en 40 años, cuando Hamas
lanzó 20 de estos proyectiles y dejó un saldo de una ciudadana israelí
asesinada. Una víctima civil israelí contra más de 230 civiles palestinos
asesinados.
Esa desproporción no es sino evidencia de la desigualdad de fuerzas entre uno de
los Ejércitos mejor equipados del mundo y un movimiento de resistencia palestino
que se alimenta de la desesperación de los palestinos en los territorios
ocupados, donde la muerte parece el único destino claro: mártir o víctima, esa
es la única opción para los niños palestinos que viven todos los días bajo la
bota militar israelí.
La cuestión no es si se justifica o no el terrorismo, nadie se confunda. La
cuestión es, de nuevo, de proporciones. Equiparar los crímenes de Hamas con los
del Estado de Israel es como comparar a los judíos partisanos que combatieron la
ocupación nazi en Europa con el III Reich. Sencillamente inmoral, y criminal,
porque hace igual a la víctima y al victimario.
Claro que disparar proyectiles explosivos, así sean de fabricación casera y
alcance limitado, contra población civil viola todo el Derecho Internacional
Humanitario y la IV Convención de Ginebra. Nadie dice que eso esté bien. El
asunto es que hay gobiernos, como el de Israel, Estados Unidos y Canadá, que
esgrimen eso como justificación de un bombardeo masivo contra una de las zonas
más densamente pobladas del mundo.
Según el cartel mediático internacional, los niños, las mujeres y los civiles
que vimos tendidos en las calles, o con el cuerpo destrozado, son peligrosos
"terroristas islámicos". Pero sí nos hablaron con detalle de la mujer israelí
que murió víctima del misil Qassam lanzado por Hamas.
Desde que la población palestina en los territorios ocupados se levantó contra
las Fuerzas Israelíes de Ocupación en septiembre del año 2000, han muerto 430
civiles israelíes en los diversos atentados y acciones armadas llevados a cabo
por todas las facciones de la resistencia palestina en su conjunto (1). En el
mismo período, las Fuerzas Israelíes de Ocupación han asesinado a más de cinco
mil civiles palestinos, entre ellos casi 900 niños (menores de 18 años no
combatientes).
Y, por cierto, según el