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Informe de la ONU analiza ejecuciones extrajudiciales en Brasil
Adital
Fue divulgado ayer (15) el informe de la Organización de las Naciones Unidas
(ONU) sobre ejecuciones arbitrarias, sumarias o extrajudiciales, elaborado por
el relator especial Philip Alston, que visitó Brasil durante 11 días en
noviembre de 2007. El relator recorrió las ciudades de San Pablo, Río de Janeiro
y Pernambuco para examinar la política de seguridad, la violencia policial, el
sistema carcelario, la acción de grupos de exterminio, la violencia en el campo
y en contra de pueblos indígenas.
Según el informe, en Brasil tienen lugar aproximadamente 48 mil muertes por año,
haciendo que el país tenga una de las mayores tasas de homicidios del mundo.
Datos de 2006 señalan que la tasa de homicidios del país es cerca de dos veces
superior a la media mundial, con 25 homicidios por cada 100 mil habitantes. La
media mundial es de 8,8 muertos cada 100 mil habitantes, no incluyendo las
muertes relacionadas con las guerras.
El relator especial recomienda reformas en la Policía Civil, Policía Militar,
corregeduría de policía, medicina legal, fiscalía pública, poder judicial y en
la administración carcelaria: "Muchas veces, los integrantes de las fuerzas
policiales contribuyen con el problema de las ejecuciones extrajudiciales en vez
de ayudar a solucionarlo. En parte, existe el problema relevante de los policías
en servicio que usan fuerza excesiva y practican ejecuciones extrajudiciales en
esfuerzos ilegales y contraproducentes para combatir el crimen. Pero también
existe el problema de los policías que no están de servicio y que se congregan
para formar organizaciones delictivas que también participan de asesinatos".
De acuerdo con el texto, policías en servicio son responsables de una proporción
significativa de todas las muertes que ocurren en Brasil. Datos del informe
revelan que mientras la tasa de homicidios oficial de San Pablo disminuyó en los
últimos años, el número de muertos por la policía aumentó, de hecho, en los tres
últimos años. En 2007, los policías en servicio mataron a una persona por día.
En Río de Janeiro, los policías en servicio son responsables por casi el 18% del
número total de muertes, matando a tres personas cada día.
El informe critica también los trabajos practicados por policías cuando están
fuera de servicio: "Es un hecho sabido en los más altos escalones del gobierno,
de la policía y por los comandantes de policía que la práctica prohibida de
tener un segundo empleo -principalmente como guardias de seguridad- está
bastante difundida. Sin embargo mientras se realizan esfuerzos en Pernambuco,
quedó claro para mí que en San Pablo y Río de Janeiro nada se está haciendo para
tratar este problema".
Sobre las milicias, el relator afirma que "para los vecinos, vivir bajo el
dominio de una milicia es, muchas veces, tan violento e inseguro como vivir bajo
el dominio de una facción. Las milicias ejecutan extrajudicialmente a los
sospechosos de ser traficantes para forzar su retirada del área, ejecutan a
sospechosos de otros crímenes, intimidan a los vecinos y amenazan y matan a
aquellos que hablan en contra de la milicia o que sean considerados aliados de
otros grupos que ambicionan el control".
En relación con los escuadrones de la muerte, Alston dice que esos grupos de
exterminio están formados por policías y otros, con la finalidad de matar,
principalmente en busca de lucro. "Tales grupos a veces justifican sus actos
como una herramienta extralegal de ‘combate del crimen’. En los casos en que los
grupos son contratados por dinero, los contratantes a veces integran otras
organizaciones delictivas, son traficantes o políticos corruptos que se sienten
amenazados y buscan dominar esa amenaza, obtener ventajas sobre otro grupo
rival, o para vengarse".
Según el informe, datos del Ministerio Público de Pernambuco indican que
aproximadamente el 70% de los asesinatos en Pernambuco son practicados por los
escuadrones de la muerte. "Una CPI del congreso nacional constató que los grupos
de exterminio están en su mayoría, formados por agentes del gobierno (policías y
agentes penitenciarios) y que el 80% de los crímenes cometidos por los grupos de
exterminio involucran a policías o ex-policías", agrega.
En conclusión, el relator de la ONU hace una serie de recomendaciones al poder
público brasilero sobre estrategias de vigilancia policial, involucramiento de
policías en el crimen organizado, responsabilización de las policías, pruebas
periciales, protección de testigos, promotores de justicia, estructura del poder
judicial, sistema carcelario. Sobre el sistema carcelario, el informe aconseja
que el gobierno tome medidas que terminen con el control de las facciones en los
presidios, eliminando los celulares y diminuyendo la superpoblación.
Traducción: Daniel Barrantes -
barrantes.daniel@gmail.com
http://www.adital.com.br/site/noticia.asp?lang=ES&cod=35048