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CEP-Bolivia
El sector más conservador y reaccionario de la burguesía salió esta semana a
la "ofensiva" dentro de la pugna permanente con el gobierno del MAS. Los grupos
de choque armados por la burguesía compradora y los terratenientes,
autodenominados "media luna", asaltaron y quemaron instituciones del Estado en
los departamentos de Pando, Beni, Santa Cruz y Tarija.
El gobierno de Evo Morales tildó a esta acción de "golpe de Estado civil
prefectural", pero al mismo tiempo anunció que no va "a caer en la provocación".
Eso significa en los hechos, como no sucede con su actitud para con los sectores
populares, la mera contemplación de estos actos violentos pues la Policía brilla
por su ausencia y las Fuerzas Armadas han enviado a adolescentes del servicio
militar obligatorio a "defender" esos predios estatales.
¿Cómo se llegó a este enfrentamiento? Luego del referéndum revocatorio del 10 de
agosto (donde Morales sacó más del 65% en el país), el gobierno convocó por
decreto a otra consulta para el 7 de diciembre que incluye la elección de dos
prefectos en La Paz y Cochabamba, subprefectos en todos los departamentos,
consejeros departamentales y la aprobación de la Constitución del MAS salida de
la fracasada Asamblea Constituyente.
A la vez el prefecto de Santa Cruz, Rubén Costas (con 70% de apoyo en el
revocatorio en ese departamento), llamó a la elección de asambleístas
departamentales en función de crear su asamblea legislativa autonómica. El
reaccionario Consejo Nacional por la Democracia (Conalde), que agrupa a los
prefectos de la "media luna", anunció protestas para recuperar el Impuesto
Directo a los Hidrocarburos (IDH), restado este año por el gobierno a los
presupuestos departamentales.
Lo concreto es que el gobierno intenta conseguir algunas subprefecturas y
consejeros departamentales en las regiones orientales donde tiene fuerza el
control terrateniente. Tanto el gobierno como la "media luna", respaldados por
los votos, buscan afianzar sus posiciones y disputan por imponer sus respectivos
programas, uno burgués burocrático (gobierno del MAS) con su Constitución y
reformas políticas, y el otro que apuntala el proyecto terrateniente y
"neoliberal". La pugna de estas facciones está llevando al país a una situación
que aparenta ser incontenible, aunque en menores "escaramuzas" ambos han
terminado en la negociación.
El gobierno tiene bases que piden "mano dura" contra los cívicos de la "media
luna", pero los ministros y Evo Morales proclaman que es mejor "tener paciencia"
y amenazan con el "peso de la ley" para los movilizados. Por otro lado algunos
sectores de la "media luna" también tienen contradicciones, mientras unos exigen
intentar el diálogo (empresarios afectados por el bloqueo), otros, los
terratenientes (particularmente del chaco y llanuras del norte), son los más
determinados a quebrar el brazo al gobierno e incluso han criticado al Conalde
por su "falta de medidas contundentes".
Con todo, los terratenientes han comenzado a tomar acciones para afianzar su
poder. En Pando, el prefecto y latifundista Leopoldo Fernández designó como
nuevo jefe de la oficina departamental del Instituto Nacional de Reforma Agraria
(INRA) a Gary von Boek. Así los terratenientes quieren asegurar sus propiedades.
Los grupos de choque juveniles, militantes "cívicos", empresarios, forman parte
de este poder gamonal. Como nunca antes, el primer herido en los enfrentamientos
en Santa Cruz fue el vicepresidente de los empresarios privados José Céspedes.
La respuesta del gobierno
Los ministros Alfredo Rada y Walker San Miguel denunciaron que "se ha
iniciado un golpe de Estado civil prefectural", pero anunciaron que "no caerán
en la provocación y que actuarán responsablemente" con acciones legales y una
investigación. Para esto pidieron ayuda del mismo presidente del Comité Cívico
de Santa Cruz, Branko Marincovic, para que éste "entregue la lista de los
responsables de estos hechos".
Las demandas de los cívicos de las regiones, ahora estructuradas en un proyecto
autonomista, han sido solamente la otra cara del centralismo estatal. Estas
demandas han sido desplazadas sin ningún problema cuando a esos cívicos les ha
tocado ser parte del poder central, y han sido retomadas cuando éstos eran
desplazados del aparato estatal centralista. Centralismo y regionalismo son dos
caras de una misma moneda, las clases dominantes precisan del Estado para
enriquecerse con la brutal explotación burocrático terrateniente, y esto hace un
tanto difícil pensar en un proyecto separatista que los revisionistas y el
gobierno denuncian todos los días.
Las organizaciones afines al gobierno anunciaron que van a responder. El
dirigente del Consejo Nacional por el Cambio (Conalcam), Fidel Surco, anunció
que van a cercar la ciudad de Santa Cruz, en el Chapare; el dirigente cocalero y
diputado del MAS Asterio Romero anunció que harán un bloqueo, en Bulo Bulo, en
defensa del proceso de cambio y del gobierno de Evo Morales. También otras
organizaciones pretenden hacer una marcha para cercar el Congreso.
Las manifestaciones de los dirigentes masistas están orientadas a defender la
legalidad burguesa, las declaraciones de dirigentes como Isaac Ávalos, acerca de
tomar las tierras de los terratenientes, sólo quedan en declaraciones pues sus
acciones, bajo la dirección del gobierno, concentran su fuerzas en "defender la
democracia", "el proceso de cambio", "cercar el Congreso" para aprobar una ley,
pero se pierde y desvanece cuando sus bases piden hacer tomas de tierras.
Mientras Evo Morales decía "somos pacientes", los campesinos de El Porvenir, en
el departamento de Pando, se enfrentaban a un grupo de efectivos de la
Prefectura con un saldo, hasta el cierre de esta edición, de 4 muertos por bala
y más de 20 heridos (de ambos bandos). Los campesinos se dirigían a un ampliado
cuando fueron emboscados por un grupo de autonomistas.
Otros sectores como el Comité Cívico Popular en La Paz, cercanos al MAS,
pidieron estado de sitio, pero fueron calificados por el gobierno como
"grupúsculos de provocadores". Un grupo de pobladores alteños, en un intento
ingenuo, pidió al gobierno que les entregue armas para enfrentar "a los grupos
fascistas en Santa Cruz" pero no mereció la más mínima respuesta de parte del
gobierno. Poco a poco ciertos sectores afines al MAS se van dando cuenta de que
su gobierno asume una política "cauta" frente a las acciones violentas del poder
gamonal terrateniente, pero es particularmente violento con los sectores
populares y sindicales no cooptados por el gobierno. Esto se pudo ver en las
manifestaciones de los Sin Techo en Oruro, con los cocaleros de Yungas de
Vandiola, con los Mineros de Huanuni, en todos los casos con muertos por la
policía y con las promesas de "investigación imparcial" pero sin ningún
resultado.
Las acciones violentas en la "media luna"
El martes 9, los enfrentamientos en Santa Cruz entre la Policía contra la Unión
Juvenil Cruceñista y militantes "cívicos" resultaron en la toma, quema y saqueo
de instituciones como el INRA, la empresa de telecomunicaciones ENTEL, Impuestos
Nacionales, la ONG Cejis, bloqueo al aeropuerto Viru Viru y la quema del canal
estatal. El miércoles, con menos violencia y permisividad de la Policía, tomaron
la Terminal de Buses, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos,
Superintendencia de Hidrocarburos, Dirección del Trabajo, las oficinas del
Servicio Departamental de Educación y la Dirección Distrital de Educación de
Santa Cruz. Se hablaba también de la toma de las oficinas de la Aduana,
Migraciones y otras sucursales de la empresa ENTEL.
En Tarija, el martes 9, los manifestantes organizados por el Comité Cívico del
aquel departamento tomaron la Superintendencia Departamental de Hidrocarburos,
Migraciones, Impuestos Nacionales y el Servicio Departamental de Caminos. Al día
siguiente los enfrentamientos continuaron y miembros de la Federación
Universitaria Local (FUL) bloquearon el Aeropuerto e intentaron tomar si éxito
las oficinas de ENTEL. Los medios periodísticos informaron de más de 80 heridos.
En el mismo departamento, en la ciudad de Villamontes, los grupos de choque
ganaderos tomaron las válvulas de gas de la empresa Transierra. En la madrugada
del día siguiente la válvula de gas Nº 3 de dicha empresa reventó causando una
explosión que ocasionó el escape de gas que aún continúa ardiendo. Se presume
que el cierre de válvulas generó esta explosión aunque el gobierno habla de un
sabotaje terrorista. En la ciudad de Yacuiba se tomó las instalaciones de ENTEL.
Por su parte en Cobija (Pando) los manifestantes tomaron las oficinas del INRA.
En Trinidad (Beni) fue tomado el aeropuerto. Los "cívicos" sucrenses se sumaron
a las protestas haciendo una toma simbólica de la oficina de Impuestos
Nacionales y pusieron un candado a la institución.
Construir el camino del pueblo
La coyuntura del país parece no tener salida. Es compleja para el viejo
Estado, pero también lo es para los sectores populares que sufren el alza
constante de los precios de la canasta familiar, el desempleo, la falta de gas,
además del sometimiento a la brutal explotación del Estado terrateniente
burocrático. La alternativa del pueblo boliviano es construir un verdadero campo
popular independiente del gobierno, con una organización revolucionaria que
deslinde de aquellos que oportunistamente están con un pie dentro del gobierno y
un pie fuera y que levante un programa revolucionario de toma de tierras de los
terratenientes para quebrar el poder gamonal latifundista. Romper la camisa de
fuerza que le impone el reformismo masista y liberar la energía revolucionaria
del pueblo particularmente pobre es la necesidad para nuestro pueblo en estos
momentos duros.