Latinoamérica
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Los mineros cortan caminos y marchan a la Paz
Ni la represión policial, ni los grupos de choque ni el terrorismo verbal
acusando a los sindicatos de servir a la derecha y al imperialismo, detienen a
la COB a seis días del revocatorio. Los mineros cortan caminos en cuatro de las
nueve regiones del país y van rumbo a La Paz a definir el conflicto
Econoticiasbolivia.com
A seis días del referéndum que definirá si el Presidente indígena de Bolivia
y sus principales opositores de derecha se mantienen o no en sus cargos, la
rebelde Central Obrera convocó a sus bases a cortar los caminos y aumentar la
presión sobre La Paz, en pos de una nueva ley de pensiones de carácter
solidario, en reemplazo de la actual que es defendida tanto por el presidente
Evo Morales como por la oligarquía.
En los hechos, los obreros bolivianos están recuperando paulatinamente su
independencia de clase y están proclamando que no están ni con el pusilánime
gobierno indígena-campesino de Evo Morales (que defiende la propiedad privada,
los inmensos latifundios en el oriente y los negocios transnacionales y se niega
a mejorar el salario real y las pensiones de los trabajadores) ni menos con la
oligarquía y los 100 clanes familiares, que son dueños de la tierra y de los
grandes negocios, explotando sin medida ni clemencia a los trabajadores.
Desde la madrugada de este lunes, dos mil mineros proletarios y maestros rurales
cortaban las principales carreteras que unen La Paz con Oruro, Cochabamba y
Chuquisaca, en cuatro de las nueve regiones del país, mientras otros centenares
de mineros de Huanuni comenzaban a arribar a la sede de gobierno para potenciar
las marchas de protesta y manifestaciones que han colapsado a La Paz desde la
pasada semana.
Las últimas asambleas de obreros, mineros y maestros, celebradas el fin de
semana, han desoído la demanda del Gobierno de Morales para suspender las
movilizaciones hasta después del referéndum revocatorio y, por el contrario, han
instruido redoblar la presión para conquistar sus reivindicaciones.
Este sábado, la asamblea de casi 5.000 mineros de Huanuni, que están en huelga
indefinida desde el pasado jueves, ha determinado iniciar el bloqueo de las
carreteras a nivel interdepartamental y marchar sobre La Paz, exigiendo al
Gobierno la aprobación del proyecto de ley de pensiones presentado por la
Central Obrera Boliviana (COB), que pugna por acabar con el sistema neoliberal
que tiene escaso alcance (cubre sólo al 10 por ciento de la fuerza laboral) y
está sustentado tan sólo con el aporte individual de los trabajadores, para
reemplazarlo por otro sistema de carácter solidario, con menor edad para la
jubilación (55 años en vez de 65 años) y financiado, además del aporte laboral,
por las empresas privadas, las transnacionales y el Estado.
Los mineros de Huanuni rechazaron vehementemente las acusaciones del presidente
Morales en sentido de que su protesta estaría favoreciendo a la oligarquía y
condenaron que Evo haya olvidado sus promesas y de que es Presidente gracias a
la lucha de la COB y de los mineros.
LA VANGUARDIA OBRERA
"Por determinación de los compañeros se ha definido salir a las movilizaciones
de los 5.000 mineros de Huanuni, lo que significa que se acata estrictamente la
huelga general indefinida con bloqueo de caminos", dijo Guido Mitma, secretario
ejecutivo de la revolucionaria Federación Sindical de Trabajadores Mineros de
Bolivia (Fstmb) y minero de Huanuni.
En esa asamblea también participaron los principales dirigentes de la COB, Pedro
Montes, y de la Central de Oruro, Jaime Solares, que asimismo son delegados de
Huanuni, la mina estatal de estaño más grande de Bolivia y que ahora se ha
convertido en la dirección ideológica y organizativa de los trabajadores
bolivianos. Montes es un dirigente ligado al gobierno de Morales, pero por la
presión de las bases ha tenido que "radicalizarse".
Montes, Mitma y Solares aseguraron que "no habrá cuarto intermedio" en las
protestas, tal como la demandaron varios dirigentes de la cúpula de la COB,
alineados con el Gobierno de Morales.
"Los mineros estamos asumiendo esta medida de presión por el caso omiso que hace
el Gobierno en el pedido de que se apruebe una nueva ley de pensiones que
beneficie a los trabajadores de todo el país", dijo Mitma, que volvió a exigir a
Morales que deje de defender los intereses empresariales y que comience a
gobernar a favor de los más pobres.
SISTEMA PRIVADO CON PARCHES
"Lamentablemente el Gobierno sigue con su tozudez porque no hace caso al pedido
de los trabajadores, considero que el Presidente Evo Morales está rodeado de
ministros neoliberales, por eso existe una posición radical de varios de sus
ministros ya que no quieren escuchar a los trabajadores", agregó el dirigente de
la Federación de Mineros.
Hasta ahora, los ministros y el propio Morales han advertido que no modificarán
el sistema de "capitalización individual", por el cual cada trabajador aporta en
una cuenta individual para su propia jubilación futura.
En lo esencial, el gobierno de Morales plantea sólo dos cambios importantes,
aunque no fundamentales: i) que los aportes de los trabajadores (3.200 millones
de dólares) sean manejados por el Estado y ya no por las privadas AFPs Zurich
Financial Services y el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria y ii) la creación de un
fondo con recursos de los propios trabajadores para financiar una pensión mínima
equivalente a un salario mínimo (75 dólares al mes).
La posición del Gobierno de Morales es compartida, en lo fundamental, por la
oligarquía, los partidos de derecha, las asociaciones y gremios empresariales y
los grandes medios de comunicación, aunque ellos postulan que los recursos de
los aportantes sigan en manos de las AFPs, total o parcialmente, según sea la
decisión de cada trabajador. El Gobierno ha prometido estudiar esta posibilidad.
DIÁLOGO SIN FRUTOS
En el diálogo que desde el sábado entablan los dirigentes de la COB con
parlamentarios y funcionarios del Gobierno, en el Parlamento, no hay hasta ahora
avances significativos, por lo que la presión social ha vuelto a emerger.
"Los bloqueos tenemos que reiniciarlos porque no confío en el diálogo, que es
para desinflar y desorganizar, pero sí mantenemos la fuerza para que se cumpla y
se ponga en la agenda de la Cámara de Diputados nuestro proyecto", dijo Montes,
que aseguró que esta semana se radicalizarán las medidas y no habrá tregua
durante los festejos del aniversario patrio (6 de agosto).
"Hemos esperado por más de dos años y no hay nada (…) El Gobierno siempre usa el
argumento de la conspiración de la derecha para desorganizar a los trabajadores,
para que dejemos de luchar por nuestros derechos", agregó.
Esto, obviamente, ha generado mayor malestar en las filas del Gobierno, donde se
acusa con mayor insistencia a los dirigentes cobistas por "hacerle el juego a la
derecha".
CONTRAOFENSIVA VERBAL
"Las reivindicaciones de la COB son legítimas, pero ahora le están haciendo el
juego a la derecha (…) Si esa dirigencia intenta obligarnos a hacer cosas
irracionales, esto no lo vamos hacer, así nos presionen", dijo el ministro de
Trabajo, Wálter Delgadillo. Días atrás, el oficialismo había intentado detener
la lucha popular mediante el uso de la represión policial y la participación de
grupos de choque contra los trabajadores.
El Ministro aseguró que "los dirigentes de la COB están en movidas turbias" con
la oligarquía, que este lunes también inició una huelga de hambre en el oriente
y los valles para presionar por la devolución de recursos, para mermar el apoyo
electoral para Morales y para lograr captar el voto de la ciudadanía a favor de
los prefectos (gobernadores) de Santa Cruz, Tarija, Beni, Pando y Cochabamba.
"No se sabe si la dirigencia de la COB está desorientada o si ha tenidos puentes
con la más negra reacción fascista, separatista", agregó Delgadillo, en una
clara ratificación de la permanente política gubernamental de parar la lucha
laboral (por salarios, jubilación, nacionalización de gas y minas y expropiación
de latifundios) con el argumento de que sirven a la derecha y a la oligarquía, y
que son financiadas por la CIA y el imperialismo.
Por ello, y por desarrollo de la consciencia de clase de los trabajadores, esta
contraofensiva verbal del oficialismo sólo tuvo eco entre los sindicalistas
alineados al Gobierno, como el dirigente de la COB, Sósimo Panigua. "Veremos si
seguimos con las medidas, pero si no se soluciona nada y en el momento del
revocatorio el Gobierno dicta el auto de buen gobierno, no se puede hacer nada",
dijo. Otros dirigentes también han convocado a suspender las protestas, por lo
menos hasta después de la votación del domingo. Ellos convocaron a los
trabajadores a votar en las urnas a favor de Morales y en contra de los
prefectos derechistas.
Hasta ahora, la COB no se ha pronunciado oficialmente sobre si los trabajadores
deben o no participar del referéndum, ni cómo deben hacerlo, aunque los sectores
más radicales señalan que "voto no resuelve nada", que "el referéndum es un
circo" y "una distracción" para que los trabajadores dejen de luchar por sus
demandas.
ENCUESTAS Y RESULTADOS
Mientras se libra esta batalla, varias encuestas difundidas por los grandes
medios de comunicación confirman el vaticinio de que, el próximo domingo, Evo,
su vicepresidente Alvaro García Linera y varios de los prefectos derechistas
serán ratificados en las urnas, con lo que se mantendrá la virtual existencia de
dos gobiernos en Bolivia, el de Morales que tiene el control del altiplano y de
las zonas rurales en los valles, y el de la oligarquía, que gobierna en el
oriente y gran parte de los valles.
Concluido el referéndum, la proyección de Evo es lograr un gran acuerdo nacional
con la oligarquía para preservar la democracia representativa y fortalecer el
funcionamiento del capitalismo andino. También quiere lograr la aprobación de
una nueva Constitución Política que otorgue, por lo menos en lo formal, más
derechos a las poblaciones indígenas, impulse el desarrollo capitalista de
Bolivia y abra paso a su reelección a partir del 2010.
La derecha, en cambio, ya no quiere ningún pacto con Evo, menos su nueva
Constitución y su posible reelección, y apuesta a desgastarlo y a impedir que se
mantenga en el gobierno más allá del 2010, cuando concluye oficialmente su
mandato de cinco años.
En medio de estas dos grandes tendencias, los sectores más radicalizados de la
COB postulan destruir el poder económico de la oligarquía y, al mismo tiempo,
obligar a Evo Morales a ejecutar la agenda de la insurrección de octubre, que se
sintetiza en gas, petróleo y minas para Estado, tierras para los indios y empleo
y salarios para los trabajadores.