Latinoamérica
|
Bogotá difunde un vídeo para tratar de avalar su versión del rescate
Gara
El Gobierno de Colombia, a través de su ministro de Defensa, Juan Manuel Santos,
ha difundido fragmentos de un vídeo filmado por quienes llevaron a cabo el
miércoles la supuesta operación militar de rescate de quince retenidos por las
FARC con el que pretende confirmar su versión de los hechos y zanjar cualquier
sospecha, después de que el viernes salieran a la luz distintas hipótesis de lo
que pudo haber ocurrido que suscitaron las dudas sobre el relato oficial.
Los militares que participaron el miércoles en el supuesto rescate de quince
personas retenidas por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se
presentaron ante los guerrilleros como integrantes de una supuesta misión
humanitaria, según dijo el ministro colombiano de Defensa, Juan Manuel Santos,
durante una rueda de prensa convocada para presentar fragmentos del video
grabado durante la operación y negar cualquier hipótesis que no sea la versión
oficial de la infiltración en la cúpula de la guerrilla y el engaño.
Las imágenes, que recuerdan un montaje cinematográfico y fueron grabadas por un
miembro del operativo que se hizo pasar por periodista, muestran a los
liberados, maniatados, antes de abordar el helicóptero blanco encubierto que los
sacó de la selva y que había aterrizado en un campo rodeado de decenas de
guerrilleros armados.
El ministro señaló que «les hicimos creer que era una comisión internacional» y
destacó los papeles de «verdaderos actores» desempeñados por los miembros del
Ejército, que fueron «seleccionados» y «preparados» durante tres semanas para
que representaran sus papeles. Indicó que incluso recibieron clases de
interpretación.
En el video se ve cómo un supuesto periodista intenta entrevistar a un sonriente
Gerardo Antonio Aguilar, «César», el guerrillero detenido junto a Alexander
Farfán, «Enrique Gafas», que le responde que las preguntas en el helicóptero, y
cómo uno de los militares liberadas se acerca a hacer una declaración, de la
que-el ministro alega problemas de sonido- sólo se escucha su identificación.
Las últimas imágenes muestran la reacción de los liberados cuando los militares
les dicen que son del Ejército y «están libres».
Sin embargo, en ningún momento se ve, tal y como mantiene Bogotá, que uno de los
militares que se hizo pasar por italiano y jefe de la misión internacional
ficticia, convence a «César» y «Enrique Gafas» de que suban -y desarmados, ya
que se trata de una gestión humanitaria- a la aeronave, ni tampoco cómo son
supuestamente reducidos después de 22 minutos de vuelo hacia el campamento del
máximo líder de las FARC, Guillermo Sáenz Vargas, «Alfonso Cano».
A pesar de las negativas de las autoridades colombianas y estadounidenses,
analistas y medios de comunicación seguían dando validez a la versión de la
radio pública suiza de que «César» habría recibido 20 millones de dólares a
cambio de los secuestrados y tampoco descartaban la posibilidad de que el
Ejército hubiera interceptado la liberación, ya negociada entre la guerrilla y
mediadores europeos.
En cualquier caso, cuantas más explicaciones ofrece Bogotá más verosimilitud
adquieren las otras versiones, porque, según los expertos, es más fácil creer en
un deserción por dinero que en tanta ingenuidad por parte de los guerrilleros.
El abogado de «César» afirmó que éste le había dicho que creyó que se trataba de
una misión humanitaria internacional.
búsqueda
El comandante del Ejército colombiano Mario Montoya aseguró que se realiza una
persistente búsqueda en los antiguos bastiones de la guerrilla para capturar a
los máximos dirigentes de las FARC Guillermo Sáenz Vargas, «Alfonso Cano», y
Jorge Briceño, el «Mono Jojoy».
Santos dice que la operación se adelantó por miedo a una filtración
El ministro colombiano de Defensa, Juan Manuel Santos, aseguró ayer que la
denominada Operación Jaque, por medio de la cual su Gobierno dice haber
rescatado a quince rehenes de las FARC, , fue adelantada diez días por miedo a
que se produjeran filtraciones.
«La aceleramos al máximo porque el riesgo de que se filtrata algo era muy
grande», señaló, aunque insistió en que «el riesgo para los secuestrados era
mínimo».
Quiso aclarar que no fue una operación militar, ya que «no había ninguna persona
armada», sino de inteligencia.