Latinoamérica
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Ingrid betancourt de vuelta a la vida… y al combate
Roque Gonzales La Rosa
La liberación de Ingrid Betancourt y un número considerable de rehenes, entre
ellos personal militar norteamericano, deja muchos aspectos confusos e inciertos
relativos a la naturaleza de la operación, incertidumbre respecto al norte en
que se orientarán las FARC a partir de este acontecimiento. No obstante los
aspectos nebulosos inmediatos a la liberación surgen también otros más nítidos,
certidumbres que arrojan los primeros instantes en que el mundo se reencuentra
con Ingrid Betancourt.
Siempre a contracorriente, en medio de la campaña de sensibilización mundial
respecto a los rehenes, Raúl Reyes declaraba que la ex candidata presidencial,
no encajaba en la figura de mujer inocente al margen del conflicto, por el
contrario su condición de prisionera era consecuencia de su rol de impulsora de
la guerra en Colombia, meses después Reyes señalaba que las imágenes y pruebas
de vida de Ingrid Betancourt demacrada y agonizante constituían una actitud
conciente con que ella apuntaba a manipular la presión internacional por su
liberación. Fija en nuestras retinas, 6 años apartada de su familia y presente
su condición de mujer las afirmaciones de Reyes no dejaron de parecer bruscas y
crueles cuando no intransigentes. Sin embargo los instantes inmediatos a la
libertad de Betancourt vienen significando un alineamiento con Uribe y la guerra
como método para terminar la guerra.
Plena de salud y con energía Betancourt ha llamado a desarrollar más operativos
militares para resolver el tema de los rehenes de las FARC, no los olvidará ha
señalado convocando a confiar en la capacidad de las fuerzas armadas
colombianas, junto a su familia a dicho que el proceso de negociación política e
intercambio humanitario debe continuar pero sin descartar la salida militar al
conflicto. 6 años en las selvas colombianas no han mellado la voluntad de lucha
de Betancourt, su temple, de ahí que ratifica su compromiso con la liberación
del resto de detenidos garantizándoles que el rumbo de Uribe es correcto, las
dificultades de acceso a medicinas, alimentos, ropa que atraviesan en los
campamentos son la mejor expresión de la eficacia de la estrategia de Seguridad
Democrática para estrangular a las FARC.
La libertad de Betancourt no deja de alegrarnos humanamente, tanto como ser
capaces de sentir en carne propia el dolor ajeno colombiano, algo de su
felicidad también somos capaces de sentir, sin embargo ya en el campo del
análisis político las primeras declaraciones de Betancourt constituyen un
espaldarazo a Uribe y a la mayor militarización del conflicto interno
colombiano. En estos 6 años ha adquirido un PhD sobre las FARC, ha señalado,
conocimiento que espero sirva, ha dicho Betancourt dirigiendo sus miradas y
palabras al Ministro de Defensa colombiano Juan Manuel Santos. El futuro de
Betancourt como candidata presidencial no está claro, en todo caso por lo pronto
piensa tenerlo como asesora en contrasubversión.
Quienes observamos a la madre de la Sra. Betancourt acogida en Venezuela por el
Presidente Chávez casi llegamos a creer lo que ella señalaba denunciando a Uribe
como el mayor enemigo de la liberación de su hija, pareció verosímil Fabrice
Delloye ex esposo de Betancourt explicando que Uribe temía la libertad de
Betancourt por ser la única alternativa electoral que podía vencerlo; Ingrid
Betancourt apenas bajada del avión se ha encargado de aclarar lo despistado de
este análisis, las denuncias del Tribunal Supremo de Justicia, la corrupción que
posibilitó la reelección de Alvaro Uribe y otros hechos quedan desintegrados por
el apabullante argumento de la recién liberada: los avances en la guerra, la
libertad de los rehenes únicamente han sido posible gracias a la reelección de
Uribe Vélez.
Las selvas del Guaviare debe tener alguna dificultad para el acceso a
determinadas noticias radiales, pues Betancourt no se ha perdido ninguno de los
programas de solidaridad con los rehenes, empero las dificultades de la señal le
han imposibilitado tomar conocimiento de las noticias sobre la parapolítica, 6
años en la selva no le han permitido saber de las declaraciones de un tal
Salvatore Mancuso (cuya laptop inspiró la idea de inventarle una a Reyes), sobre
los paramilicongresistas, el encarcelamiento de casi 40 de estos, la detención
del primo hermano de Uribe… por esto Betancourt dice que Uribe es la mejor
garantía para la democracia colombiana, que en efecto tiene algunos detalles que
pueden superarse, nos señala.
Si en algunos casos el síndrome de Estocolmo puede hasta motivar actitudes
generosas con el adversario, Ingrid Betancourt demuestra le es inmune, ha
sentido pena por el Comandante capturado durante el rescate sin dejar de señalar
la crueldad y despotismo guerrillero. Si Sarkozy representante de la derecha
europea ha podido expresar su gratitud al Presidente Chávez, Betancourt con
aplomo le ha dicho a Chávez que debe respetar la democracia colombiana antes; la
dureza del aislamiento de Betancourt tampoco permitieron que conozca del cómo
anda la democracia de Uribe, de cómo viene siendo esa democracia el principal
obstáculo para que el senado norteamericano vete un TLC con Colombia, y
seguramente no ha podido aún hablar con su madre Yolanda Pulecio quien podría
referirle las mil horas y días en que el presidente Chávez se la jugó por el
diálogo como salida al conflicto colombiano, y por su libertad.
Betancourt libre emociona, bajo cualquier razón perder la libertad agrede
nuestra humanidad, y esto no solo lo saben los rehenes de las FARC sino también
los de Uribe, los de García, los de cualquier régimen autoritario empero la
libertad de Betancourt viene a ser un espaldarazo a la vía militar como ruta
para resolver el conflicto interno, la libertad de Betancourt humana y justa es
una negación del diálogo, de la negociación como alternativa de solución, peor
sus declaraciones. No negamos que incluso una serie de operativos militares
engañosos, audaces, puedan terminar resolviendo el tema de los rehenes, pero
devendría en una victoria ficticia auto engañosa creer que la solución de este
capítulo es la solución de la guerra en sí. El uso que hace el Uribismo de este
episodio refuerza esta lógica, una vez más patea un problema hacia delante, más
grave aún ahora que Betancourt ha asociado las ideas de paz y derrota de las
FARC con la necesidad del continuismo de Uribe.
De los personajes que sobreviven a experiencias terribles muchas veces esperamos
actitudes a la altura de su odisea, una posición que se eleve sobre los bandos,
una autoridad moral para plantear nuevos caminos. Betancourt no es de estos.
Ingrid Betancourt esta libre y ha retornado a su familia, a su lugar en la
política colombiana y a su puesto en la guerra.