Latinoamérica
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Colombia, Brasil y Perú acordaron controlar
juntos la Amazonia
Uribe, Lula y García dijeron que apuntará al tráfico de armas y al
narcotráfico
Brasil, Perú y Colombia firmaron ayer un acuerdo militar y policial de muy
amplio alcance que tendrá como esfera de acción las fronteras y ríos de la
Amazonia que comparten los tres países. En principio, el eje estará puesto en el
narcotráfico y el contrabando de armas y explosivos. Pero establece también que
el convenio se extenderá a "otras acciones delictivas". Dicho de otra manera,
aunque dista de explicitarlo, abre la posibilidad de que esa "cooperación"
tripartita pueda llegar a incluir actividades guerrilleras.
Los presidentes Lula da Silva y Alan García compartieron ayer, con estoicismo,
el acto central que montó el colombiano Alvaro Uribe para celebrar el 198
aniversario de la independencia de Colombia. Agobiados por el calor y rodeados
por el público, que había superado a la propia guardia de seguridad, los jefes
de Estado discutieron apenas 30 minutos los detalles del memorando de
entendimiento. Esto indicó que su contenido estaba arreglado a priori. Después
de esa breve cita, en la biblioteca pública de la capital amazónica, García,
como improvisado portavoz, comentó los objetivos del pacto.
"El objetivo es el combate del tráfico ilícito de armas y drogas" para agregar,
en consonancia con el propio documento firmado, "como también de otros delitos".
Subrayó que el área de ejecución se extenderá en una vasta área selvática, desde
Perú a Brasil pasando por Colombia. "¿Permitirá el combate al terrorismo?",
preguntó un periodista: "Bueno, vamos avanzando, vamos avanzando", dijo García.
El peruano recordó que Brasil posee un complejo sistema de radares (llamado
SIVAM) para la vigilancia de la Amazonia que podrá ser utilizado tanto por
Colombia como por Perú. El mecanismo establece la cooperación en operaciones
fluviales y de control de ríos fronterizos, y el intercambio de información de
inteligencia como de cualquier información útil "a operaciones en desarrollo" en
cualquiera de los tres países. Prevé operaciones coordinadas y simultáneas entre
las Armadas de los tres países para reprimir los delitos.
Bien que cada presidente se reservó el derecho a revocar el convenio con sólo
notificar a las otras partes. Pero no es posible analizar el texto del memorando
sin tener en cuenta otro pacto previo al que llegaron los presidentes Lula da
Silva y Uribe el sábado en Bogotá. Allí, el colombiano anunció públicamente que
pasaba a formar parte del Consejo de Defensa de la Unión de Naciones
Sudamericanas (Unasur). Para esto fue preciso que Lula y la chilena Michelle
Bachelet hicieran dos concesiones: que ese nuevo organismo deberá rechazar
totalmente a los grupos violentos y deberá dejar constancia, en forma explícita,
de que sólo reconoce fuerzas institucionales --militares y policiales--
consagradas por las respectivas Constituciones. En la declaración tripartita de
Lula, García y Uribe se menciona precisamente a la UNASUR: "Reiteramos la
voluntad y compromiso de avanzar en la construcción de un espacio de integración
y unión regional".