Latinoamérica
|
Culpable hasta que se demuestre lo contrario
Isis Díaz López
El Clarín
Elena Varela López fue detenida hace una semana en su casa en Licanray,
acusada, entre otras cosas, de ser la autora intelectual de un asalto a una
oficina del INP en Machalí, el año 2005. Tras la audiencia de formalización
quedó en prisión preventiva por seis meses, tiempo que la Jueza Andrea Urbina
determinó para que la Fiscalía realice su investigación.
Ello, sumado a que la imputada fue beneficiada con fondos estatales entregados
por la CORFO y el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes para realizar el
documental "Newen Mapuche" sobre las demandas y el conflicto de las comunidades
mapuches en la región de la Araucanía, son los únicos hechos concretos que,
hasta el momento, se han dado a conocer públicamente sobre este caso.
Sin embargo, para algunas de las autoridades ejecutivas y legislativas de este
país, la realizadora audiovisual es una delincuente vinculada a grupos
terroristas, afirmación que no sólo confunde a la opinión pública y degrada la
labor cultural que ha desarrollado esta mujer a lo largo de su carrera, sino que
además evidencia el grado de irresponsabilidad e impunidad con que los
honorables de nuestro país califican a ciudadanos sobre los que ni siquiera el
Poder Judicial se ha manifestado.
¿Dónde queda el proceso justo del que tanto se habló durante la implementación
de la Reforma Procesal Penal? ¿Qué pasa con la presunción de inocencia en esta
nueva justicia? Son preguntas no menores tomando en cuenta que los primeros
dardos públicos lanzados en contra de Elena Varela López salieron de la boca del
vocero de Gobierno, Francisco Vidal, quien cuestionó la asignación de los fondos
estatales obtenidos para la realización de "Newen Mapuche" por no haberse
indagado en los antecedentes de la documentalista.
"No sé si se hace, pero si no se hace debería hacerse, que cada postulante al
Fondart tenga su papel de antecedentes", señalo Vidal a los medios de
comunicación. Y agregó: "Si eso ocurrió con una gente que está con orden de
captura, si se ganó un concurso con plata de todos los chilenos, es malo y hay
que buscar que eso no vuelta a ocurrir".
Con estas declaraciones, el Ministro Secretario General de Gobierno no sólo dio
a entender que Elena Varela López jamás debió recibir ese dinero por tratarse de
una "delincuente", acusándola públicamente de delitos sobre los que la jueza a
cargo no se ha manifestado, sino que tres días después tuvo la desfachatez de
recriminar a Iván Moreira, diputado de la UDI, por tomarse atribuciones que no
le corresponden.
Y es que el pasado domingo 11 de mayo, el parlamentario UDI declaró que "resulta
indignante que los recursos de la cultura terminen en el financiamiento de
vínculos con el terrorismo. Esto no puede dejarlo pasar el Gobierno. Y si es
necesario pedir papel de antecedentes, se tendrá que hacer, porque no se puede
estar financiando vínculos terroristas, ni menos estar jugando con la plata de
todos los chilenos", y solicitó la renuncia de la Ministra de Cultura, Paulina
Urrutia, por las responsabilidades que tendría en la asignación de estos fondos.
Frente a esta petición pública, el vocero de Gobierno le recordó al
parlamentario que la única que puede tomar esa decisión es la Presidenta de la
República, Michelle Bachelet. Pero al parecer –y es lo que resulta más grave en
todos estos dimes y diretes-, es que nadie les ha recordado a ambos que en
nuestro país existen tres poderes, el ejecutivo, el legislativo y el judicial, y
que en casos de esta naturaleza, sólo este último tiene el deber y el derecho de
condenar o absolver a los imputados. ¿O es que acaso, si es que la
documentalista resulta absuelta de los cargos que se le imputan, saldrán a dar
disculpas públicas sobre lo que se ha dicho? ¿O serán los propios medios de
comunicación los que publicarán ahora brevísimas líneas en que den cuenta del
error en que se incurrió?
Con estos antecedentes, no resulta extraño que en el comunicado que preparó la
Asociación de Documentalistas de Chile en conjunto con la organización de
Trabajadores del Audiovisual y el Cine de la Araucanía (publicado el 15 de mayo
en diversos sitios de internet) manifiesten su preocupación por "la suerte y el
estado de Elena, debido a que el gobierno como varios medios de comunicación han
condenado a priori a la realizadora", cuestión que como ellos mismos señalan,
"es la razón que nos mueve a informar y manifestar que la persona en cuestión
sea tratada dignamente, con un proceso justo y transparente así como se asegure
también un trato apropiado al material trabajo –en proceso– de lo que se está
realizando".
Y esto último tampoco es menor. Elena Varela López, fundadora de la Escuela de
Todas las Artes, del Colectivo de Cine Ojo Film, de la Orquesta Sinfónica de
niños de Panguipulli y de la Productora de cine Ojo Film, entre otros, –cuestión
que, como es de esperar, no ha sido mencionada prácticamente en ningún medio de
comunicación masivo– llevaba cuatro años investigando sobre el conflicto del
pueblo mapuche con las Forestales y con el Estado, para dar forma al guión de "Newen
Mapuche".
Parte de este trabajo, que como ya se ha dicho trata sobre las demandas del
pueblo mapuche en la región de la Araucanía y cuyo tráiler puede verse en el
sitio web de la CORFO, había sido presentado en DocSantiago 2007 frente a un
jurado compuesto por ejecutivos de canales de televisión y representantes del
mundo documental de Europa. "En el guión presentado a todas las instancias
nombradas anteriormente se puede comprobar que el rodaje contempla la
realización de recreaciones de tomas de terreno, de manifestaciones y
movilizaciones, que contemplaban en su ejecución armamento y vestuario de
fantasía", explicita el comunicado preparado por la Asociación de
Documentalistas de Chile y la organización de Trabajadores del Audiovisual y el
Cine de la Araucanía.
Pero la suerte que pueda estar corriendo este material no sólo preocupa a estas
dos entidades. En una carta escrita por Elena Varela López, recientemente
publicada en algunos sitios de Internet, la documentalista señala que "hoy día
mis registros audiovisuales, que reúnen la acumulación de historias, testimonios
y relatos realizados durante todos estos años han sido requisados por la Policía
de Investigaciones, perdiendo mis materiales audiovisuales y exponiendo a muchos
entrevistados que han relatado su experiencia, puntos de vista, testimonio e
historias en estos documentales", agregando más adelante en la misma misiva
-dirigida a "Señores: Consejo de la Cultura (CNCA) y Fondo Audiovisual
(CORFO)"-, que "apelo a su intervención en función de resguardar el material
fílmico, la memoria de estos trabajos, el resguardo de sus actores sociales y mi
libertad, porque me encuentro privada de todo derecho y expresión".