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De neoliberalismos en la UAM; de nacionalismos en la UNAM
Chk García
63 días mantuvo el SITUAM la huelga en las instalaciones de la Universidad
Autónoma Metropolitana. Finalmente el día de hoy (viernes 4 de abril) se
impusieron las corrientes que estaban a favor de levantar el paro de labores, no
obstante que fueron aceptados 50% de salarios caídos, 4.25% de aumento salarial,
1.2% en prestaciones, asi como el compromiso de que se instalara una mesa para
discutir los problemas en torno a la reapertura del Cendi 3, la bilateralidad en
Cuajimalpa, intendencia en Acapotzalco y contratación definitiva para profesores
temporales, es decir, se aceptaron las propuestas que la rectoría presentó desde
el inicio de la huelga. Si bien es cierto que la huelga se encontraba en una
dificil situación por el linchamiento mediático que las autoridades
universitarias pagaron, también es cierto que las opciónes para presionar a las
autoridades también eran pocas. Hay que entender que pese a la satanización de
la huelga como arma de lucha de los de abajo, lo que esta defendiendo el sITUAM
es el derecho de los trabajadores a percibir salarios dignos, así como la
defensa de su fuente de trabajo (la universidad pública y gratuita), del
contrato colectivo y la seguridad social.
Pero hagamos un poco de historia para entender el momento por el que atravieza
la UAM. En 1987 el rector Carpizo de la UNAM intentó dar pasos seguros hacia la
privatización de la universidad pública y particularmente de la UNAM, sin
embargo el movimiento estudiantil estallo la huelga contra la imposición de
reformas educativas de tinte neoliberal -que por esos mismos años el presidente
Miguel de la Madrid comenzaba a aplicar en todo el país. Despúes de más de 40
días de huelga y tras una par de mesas de dialogo público entre CEU y rectoría
-en el auditorio Che Guevara, se pacto el levantamiento de la huelga y la
realización de un Congreso Universitario, mismo que se realizó hacia 1990 y que,
al contrario de lo que se pensaba, no logró transformar de fondo la institución
universitaria. Entre otras razones esto se debió a que las corrientes dirigentes
del CEU se integraron rapidamente al entonces recien formado Partido de la
Revolución Democrática (PRD) de origen priísta pero con amplia base social pues
había agrupado a distintos sectores de izquierda, entre ellos los que provenían
del Partido Comunista, del PSUM así como del ala nacionalista del PRI, por lo
que sus intereses más bien se tornaron de tipo electorero y corporativo en
detrimento de la organización estudiantil y de la lucha por la "democratización"
de la universidad.
Y fue precisamente en aquel año de 1988 cuando el SITUAM libro una dura lucha
para romper el tope salarial, aumentar el presupuesto a las universidades
públicas, garantizar la revisión de contratos y salarios y rechazar el Pacto de
Solidaridad y Estabilidad Económica firmado por el gobierno, la patronal y los
2sindicatos" corporativistas agrupados en el Congreso del Trabajo. El 1 de
febrero de ese año, el SITUAM inició una huelga conjunta con otros cuatro
sindicatos universitarios. Un día despúes se sumaron a la huelga otros dos, y
para el 7 de febrero ya eran 15 los sindicatos en huelga. Finalmente la huelga
obligo al gobierno a negociar y aceptar las demandas sindicales. Pero entonces
los dirigentes sindicales del SITUAM mantenían la tradición de lucha que dió
origen a su sindicato y a la Universidad Autónoma Metropolitana a finales de los
años setenta. Hay que decir, sin embargo, que la adhesion de algunos de esos
sindicatos que habían roto con el corporativismo priísta al PRD, provocó, de
igual manera que paso con el movimiento estudiantil en la UNAM, que el
movimiento sindical universitario se "blanqueara", muestra de ello es
precisamente el dirigente charro del STUNAM, ex-diputado por el PRD, Agustín
Rodríguez quien pretende relegirse para otro periodo como secretario general
cuando en el cargo lleva ya más de 15 años y cuya administración se ha
distinguido por la corrupción, el corporativismo, y la aceptación incondicional
de políticas neoliberales en materia de trabajo impuestas por el gobierno
federal.
En 1996 como continuación de los intentos de la rectoria de la UNAM por
privatizar la universidad se impusieron reformas que prácticamente acabaron con
los Colegios de Ciencias y Humanidades (CCH's), redujeron la matricula,
redujeron los turnos de 4 a 2 y se desaparecieron materias de amplio contenido
crítico, histórico y político, ello pese a la huelga que estudiantes de los
CCH's, mantuvieron por poco más de 40 días. Hay que decir que el levantamiento
de la misma se debió a las negociaciones que los entoces dirigentes del CEU
mantuvieron con la rectoría. Practicamente la vendieron con lo que Se perdió la
huelga y se perdió también el modelo educativo que distinguía a los CCH's de
otras escuelas de enseñanza media superior. Y ahí estan para confirmarlo el
diputado Inti Muñoz, el delegado corrupto Carlos Imaz, el lamebotas Oscar
Moreno, Belauzarán y tantos otros que no merecen ni ser mencionados,
distinguidos representantes de la izquierda institucional hipocrita, corrupta y
traicionera de la que habla el EZLN. Tras este triunfo la rectoria universitaria
se lanzó con todo para imponer sus ansiadas reformas privatizadoras. Fue así
como en 1997 el rector Barnes logró imponer cambios en el Reglamento General de
Exámenes y de permanencia en la universidad que practicamente cerraron la puerta
de la universidad a miles de jóvenes de las generaciones venideras.
Cuando en 1999 Barnés intentó aumentar las cuotas se levantó un movimiento
estudiantil multitudinario en su contra. Apenas iniciado el movimiento el rector
Barnés declaró que estaba preparado para una huelga larga y que a toda costa se
iban imponer las reformas. Tras 8 meses de huelga, Barnés fue obligado a dejar
el cargo, lo cual lamentablemente no significó que las autoridades federales y
universitarias hubieran cedido ante los reclamos de la gran mayoría
universitaria. En este sentido hay que hacer notar que pese a que la salida
violenta a la huelga estaba decidida, la caída de Barnés provocó un cambio en la
institución universitaria que hasta ahora, ocho años después podemos percibir.
La rectoría de la UNAM siempre ha permanecido en manos del PRI. Cuando a partir
de 1987 el presidente Miguel de la Madrid deja de lado la política nacionalista
que el PRI había mantenido para adoptar el neoliberalismo como política
económica del Estado Mexicano, de la UNAM se apoderaron un reconocido grupo de
burócratas neoliberales, Sarukan, Carpizo, Barnés y muchos más, mismos que
intentaron a toda costa imponer reformas neoliberales. Cuando Barnés fue
obligado a renunciar fue designado rector al entonces secretario de Salud, Juan
Ramón de la Fuente. Responsable directo de pedir, justificar la entrada de la
PFP -por medio de un plebiscito, a las instalaciones universitarias y encarcelar
a más de 1000 estudiantes del Consejo General de Huelga. Juan Ramón fue capaz de
dar seguridad a los inversionistas, promover la imagen de la universidad a
escala mundial colocandola entre las mejores del mundo y obtener el
reconocimiento de la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Incluso se
habló que de ganar las elecciones AMLO ibá a ser designado Secretario de
Gobernación, de ahí su constante protagonismo para reclamar mayor presupuesto
para la universidad pública y su participación en eventos de carácter público a
lado de Marcelo Ebrard.
Juan Ramón de la Fuente y particularmente el hoy rector de la UNAM José Narro
Robles han pertenecido durante décadas a la cúpula gobernante de la universidad.
Hasta este año, Narro Robles había competido en al menos tres ocasiones por la
rectoría, misma que una y otra vez le fue negada, pese a que siguio ocupando
cargos administrativos importantes dentro de la estructura universitaria. La
razón de que le fuera negado ocupar la rectoria pese a su "prestigio" (pues es
de todos conocido su afán de elitizar la universidad, y reprimir la organización
estudiantil por medio de la organización de grupos porriles) se debió a la
prevalencia de poder que entonces tenían el mencionado grupo de burócratas
neoliberales.
Entre algunas de las razones que hicieron posible la alternacia de partidos en
el gobierno mexicano en el año 2000, esta precisamente la represión que el
PRI-gobierno ordeno para aplastar el movimiento de huelga en la UNAM (seis meses
antes de las elecciones federales). El brigadeo político que miles de
estudiantes realizamos durante más de 9 meses por toda la ciudad de México y el
interior del país coadyuvaron a que la gente y principalmente los jóvenes dieran
su voto al PAN y al entonces candidato presidencial Vicente Fox -aunque esa
nunca fue nuestra intención. Tras la estrepitosa derrota que significó perder la
presidencia -que habían mantenido por más de 70 años, en el interior del PRI se
evidenció una profunda ruptura. De un lado los neoliberales, de otro lado los
nacionalistas. Muchos de los neoliberales emigraron al PAN-Gobierno, mientras
que los nacionalistas impulsaron la refundación del partido. Casos como el de
Manuel Barttlet,artífice del fraude en 1988 contra Cuauhtemoc cardenas
exmilitante del PRI pero de tendencias nacionalistas y con fuerte respaldo entre
la población por ser hijo del General Lázaro Cárdenas; que llevó a la
presidencia a Carlos Salinas, el primer presidente plenamente neoliberal que
tuvo México pero que ahora alza su voz contra la privatización del petróleo da
cuenta de la dura crisis por la que ha atravezado el PRI pese a que ha mantenido
mas de una decena de gubernaturas estatales.
Si bien es cierto que la movilización estudiantil no derrotó los intentos
privatizadores de la UNAM e incluso resulto gravemente desarticulado tras la
represión en febrero de 2000, también es cierto que "hicimos" posible que la
"izquierda nacionalista" del PRI regresara a ocupar la rectoría de la UNAM. A
muchos sorprende y hasta aplauden que Narro haya reprobado e incluso pedido un
minuto de silencio en el Consejo Universitario porla muerte de estudiantes
mexicanos de la UNAM en Ecuador, que se pronuncie por mantener a la universidad
como un espacio plural y de tolerancia, que alze la voz para decir que el
petróleo tiene que seguir bajo control del Estado Mexicano. Nosotros pensamos
que son viejos lobos en piel de cordero nueva. La participación de capital
privado en el gasto corriente de la universidad es algo por demás conocido.
Abundan las fotografías donde aparecen Juan Ramón y Carlos Slim (el principal
multimillonario mexicano) firmando acuerdos "en favor de la universidad",
muestra de ello es precisamente la implementación del Pumabus como transporte
común en la ciudad universitaria. Imagínenese mientras en la ciudad
universitaria el pumabus es gratuito en la ciudad de México el costo de viaje
del metrobus es de 4.50 pesos, lo cual no significa que las autoridades
universitarias sean muy democráticas, sino que muy por el contrario, desean que
la élite universitaria de este país tenga acceso a transporte gratuito, muy de
acuerdo con su status. La ganancia es lo que les importa. Con la implementación
del metrobus en la ciudad de México han salido afectados no solamente miles de
conductores de transporte público sino también los usuarios del mismo pues
además del alto costo hay que lidiar con las aglomeraciones de tráfico y la
falta de rutas de transporte público y eficiente. Por supuesto, los únicos
ganones son los grandes empresarios y la cúpula gobernante. Y esto del
transporte es solo por poner un ejemplo, pue solamente en los últimos dos años
se han construído dos nuevos museos, dos nuevos laboratorios de punta, el
programa bicipuma y quien sabe cuantos negocios más.
En este sentido, si bien la UAM es seis veces más pequeña en infraestructura y
en número de académicos, estudiantes y trabajadores, ha mantenido a lo largo de
varias décadas un buen desempeño tanto en investigación como en docencia. No
obstante hace ya varios años que los autoridades de la rectoría se han
distinguido por aumentar el número de fraudes y actos de corrupción en perjuicio
de la universidad. Un documento de discusión escrito por trabajadores de base
del SITUAM, nos dice al respecto de la "pequeña mafia burócrata" que gobierna la
universidad: "Escudados en 'su' concepto de 'autonomía' estos 'señores
feudales', han controlado unilateralmente el ingreso, la promoción y la
permanencia de los académicos, facilitan el ingreso, la promoción y permanencia
de sus esposas, hermanos, amigos, etc., se autoasignan recursos para sus
proyectos de investigación y sobresueldos para premiar su ineficiencia y falta
de ética." Además han reducido el presupuesto a la docencia, desvían los
recursos de investigación a sus propios proyectos y hacen negocio con los
proyectos de infraestructura, mantenimiento y adquisición de bienes utilizando
cotizaciones infladas.
Adivinaron! Al igual que sucedió hace varias décadas en la UNAM, de la UAM se
han apoderado un grupo de burócratas neoliberales -panistas. Tras "descubrir" el
negociazo que es la educación sus esfuerzos se han emcaminado a coadyuvar en la
privatización de la universidad pública. Dos han sido los frentes en su lucha
por desmantelar la UAM, de un lado el cambio a los planes de estudio con la
consiguiente represión a estudiantes y profesores que se oponen a la
desaparición de contenidos con visión crítica, científica y humanista. De otro
lado, ataques contra la organización sindical independiente. Que al interior del
SITUAM haya fuertes pugnas entre las corrientes, se debe entre otras cosas, a
que las autoridades universitarias han podido corromper a varios dirigentes de
esas mismas corrientes, de ahi las graves acusaciones de fraudes y malversación
de fondos que se han hecho en estos últimos meses. Sin embargo, es obvio que los
principales afectados por la "debilidad" del SITUAM son los propios trabajadores
agremiados en el, quiénes no han podido hacer uso de su sindicato para hacer
frente a la imposición de reformas neoliberales en materia de trabajo promovidas
desde el gobierno federal y dictadas por el FMI y el BID. Es el caso de las
reformas al IMSS que acabaron con la seguridad social para las próximas
generaciones de trabajadores.
Días antes del levantamiento de la huelga que ya llevaba dos meses, las
autoridades universitarias no se dignaron a ceder ante las justas y legítimas
demandas de los trabajadores. Nunca aceptaron la posibilidad de que se pudiera
dar un aumento real a los salarios de los trabajadores y muy por el contrario se
empeñaron en difundir que la universidad no tenía recursos. Ello pese a que los
trabajadores demostraron con documentos en mano el manejo discrecional de
recursos que hacen las autoridades e incluso dieron cuenta de los rubros de los
que se podía obtener dinero para dar solución a las demandas de alza salarial.
Nos es claro, parafraseando a Barnés, que las autoridades de la UAM estaban
preparadas para una huelga larga. La dignidad y conciencia de los trabajadores
hacían prever que mantener la huelga era optar por la resistencia como método de
lucha frente a la rectoría de la UAM. Lo cual tal vez en un momento dado podría
haber resultado perjudicial pues es claro que la intención de las autoridades es
acabar con cualquier obstáculo a sus planes privatizadores.
Muchas situaciones se han vivido en estos ocho años desde el fin violento de la
huelga en la UNAM, sin embargo estamos seguros, porque lo estamos constatando,
que nunca se han detenido las reformas elitizadoras de la universidad pública,
mientras que el movimiento estudiantil resplandece por su ausencia. Tal vez no
nos derrotaron al cien por ciento, por que tenemos espacios tomados, porque
hemos crecido políticamente, porque muchos estamos en muchas partes del país
trabajando abajo y a la izquierda por una vida con justicia y dignidad, pese a
que han asesinado y encarcelado a varios de nuestros compañeros, pero lo que si
es seguro es que la cúpula gobernante en la universidad ha ganado tiempo para
poner en marcha su modelo de universidad neoliberal que tanto han deseado.
En este sentido muchos hoy se preguntan porque el SITUAM no acepto la "oferta"
de 100% de salarios caídos que les daban las autoridades para levantar la huelga
y dos semanas despúes aceptarón levantarla con tan solo el 50% de esos salarios
caídos. Nosotros pensamos que el SITUAM tiene un gran reto por delante, a saber,
mantener el nivel de discusión y movilización unitaria contra la embestida
neoliberal a la UAM y particularmente contra todo el sector obrero (recordemos
que esta en vistas la aprobación de reformas a la Ley General del Trabajo). Ello
sólo será posible si sus líderes sindicales dejan de lado su política de
conciliación de clases, si recuperan la estructura de su sindicato como arma de
lucha contra el capital y la burguesía gobernante; si abren espacios de
confluencia con otras luchas en el país, tal como hicieron con los vidrieros de
San Luis Potosí y plantean una estrategia de lucha para impedir que las
autoridades continuen implementando sus reformas neoliberales, para ello deben
aprovechar el reinicio de clases pues es necesario que hagan acercamientos con
la población estudiantil de la universidad puesto que son ellos los más
"confundidos" respecto de las razones de la huelga por los medios de
comunicación. Habrá distintas lecturas sobre la huelga en la UAM, nosotros
pensamos que si bien no se ganó no se perdió porque a más de un trabajador, un
estudiante y un académico se le hizo claro que la intención de la clase política
gobernante es despojarnos, humillarnos, y reprimirnos por defender lo que nos
pertenece y para ello hay que estar preparado. Así que si algo debe darnos esta
última huelga en la UAM es claridad sobre cómo enfrentar los intentos
privatizadores que se avecinan.
Que a la rectoría de la UNAM haya sido retomada por el ala nacionalista del PRI,
no es garantía de nada. Tan solo Juan Ramón de la Fuente en sus dos periodos
como rector expulsó a más de 300 estudiantes, implemento un operativo policiaco
de vigilancia y hostigamiento contra activistas universitarios, solapó el
asesinato de nuestro compañero Pavél González y el intento de asesinato contra
activistas de la ENTS e intento fallidamente en diversas ocasiones retomar el
auditorio Che Guevara. Cualquier paso en falso que en adelante de Narro va a
ocasionar otro fuerte estallido social en la universidad, de eso estamos
seguros, por eso es que previendo tal situación han reactivado los grupos
porriles y desactivado "espontaneas" manifestaciones de inconformidad como
sucedio recientemente en la Preparatoria 2.
Que nadie se sorprenda si la proxima huelga en la UAM esta organizada por
estudiantes. El neoliberalismo camina en la UAM y hay que dar la batalla.
Gracias
Abril 2008