Latinoamérica
|
|
A la sombra de Pinochet
Franck Gaudichaud
Rebelión
Traducido del francés para Rebelión por Germán Leyens
Dentro de algunos meses se abrirá en París el proceso de varios responsables de
la dictadura chilena. Este trámite judicial, más allá de su aspecto simbólico,
es el resultado de numerosos años de movilizaciones colectivas a ambos lados del
Atlántico.
El 11 de septiembre de 1973, un golpe de Estado se abatió sobre el pueblo
chileno poniendo fin al gobierno de izquierda de la Unidad Popular (1970-1973)
dirigido por Salvador Allende.
El talón de hierro de la dictadura (apoyada con fervor por Washington), apuntó
sobre todo a la dinámica revolucionaria. La violencia de la junta militar
correspondió al temor de las clases acomodadas. Entre 1973 y 1990, miles de
militantes desaparecieron en los centros de detención, decenas de miles
sufrieron la barbarie de la tortura, cientos de miles de personas debieron
partir al exilio (1). Desde la « transición democrática » y el retiro amañado
del general Pinochet (1990), la constitución ilegítima de 1980 o la ley de
amnistía de 1978 no han sido abolidas por los diferentes gobiernos «
democráticos » de la Concertación, coalición de social-liberales y demócrata
cristianos. Las promesas de asamblea constituyente y de ruptura radical con la
herencia de la dictadura fueron olvidadas rápidamente y el modelo neoliberal de
los « Chicago Boys », es reivindicado actualmente por la presidente Bachelet,
tal como lo fue por sus predecesores. En términos de verdad y justicia, los
progresos han sido logrados sobre todo por la movilización y la presión de las
asociaciones de derechos humanos y de las familias de desaparecidos. Aunque
diferentes comisiones oficiales han levantado parcialmente el velo sobre los
razonamientos de la represión, igualmente estuvieron marcadas con el sello del
discurso sobre la « reconciliación nacional », mientras sigue reinando una gran
impunidad en el país. No cabe duda de que varios veredictos han sido
pronunciados, como aquel en contra de Manuel Contreras, encargado de la
tristemente célebre Dirección Nacional de Inteligencia (DINA). Sin embargo, el «
caso Pinochet » después de la detención en Londres en 1998 del ex dictador,
expuso ante el mundo a un gobierno chileno preocupado de intervenir contra la
extradición del tirano.
Cuatro militantes emblemáticos
Mientras que Pinochet falleció en diciembre 2006, sin siquiera haber sido
juzgado, varias asociaciones cifran grandes esperanzas en el proceso que debería
comenzar próximamente en el palacio de justicia de París. En efecto, la ley
penal francesa es aplicable a todo crimen cometido por un extranjero, fuera del
territorio nacional, si la víctima era francesa en el momento de la infracción.
Este criterio ha permitido a las familias de cuatro militantes franco-chilenos
detenidos-desaparecidos, presentar una demanda contra 15 responsables de la
junta (2). Estos crímenes son emblemáticos de la brutalidad
contrarrevolucionaria de la dictadura. Dos de ellos fueron cometidos durante los
primeros días de la represión. Georges
Klein era uno de los consejeros personales de Allende
y fue arrestado al mismo tiempo que una cuarentena de personas el día del golpe
de Estado, en la Moneda, el palacio presidencial bombardeado. Detenido por las
tropas del general Javier Palacios
y atrozmente torturado en el regimiento Tacna, desapareció algunos días después.
Etienne Pesle,
ex-sacerdote y militante socialista, era uno de los funcionarios encargados de
la reforma agraria, en el sur del país. Su arresto es representativo de la
venganza de clase de este período. Encargado de redistribuir tierras a los
campesinos indígenas mapuche, había atraído el odio de los grandes
terratenientes. Fue detenido bajo el comando de uno de ellos por miembros de la
Fuerza Aérea.
En cuanto a Alphonse Chanfreau
y Jean-Yves Claudet,
cayeron en la trampa durante la segunda ola de represión: una acción más
selectiva y estructurada gracias a la DINA, cuyos objetivos fueron los
militantes políticos, y muy especialmente los del Movimiento de la Izquierda
Revolucionaria (MIR). El MIR, dirigido entonces – hasta su asesinato – por
Miguel Enríquez, tomó de inmediato la opción de la resistencia clandestina y el
rechazo del exilio. Alphonse Chanfreau fue uno de los responsables de esa
resistencia heroica en Santiago, la capital. Su compañera, detenida como él, es
uno de los principales testigos directos de lo que sufrió en ‘Londres 48’ a
manos de torturadores como el « Guatón Romo » o Miguel Krasnoff.
A continuación habría sido llevado a Colonia Dignidad, lugar de
secuestro, creado por el ex-cabo nazi
Paul Schäfer, para desaparecer finalmente en agosto de
1974. Jean-Yves Claudet,
también del MIR, fue detenido en noviembre de 1975 por la policía secreta
argentina en el cuadro de la Operación Cóndor, coordinación de dictaduras del
Cono Sur destinada a planificar la "caza" de los opositores. Llamado "Daniel"
era uno de los correos del MIR y participaba en la reorganización del movimiento
desde el extranjero. Así, a través de estos cuatro militantes, aparece el
conjunto de los mecanismos de terrorismo de Estado.
Hacia un proceso histórico de la dictadura chilena
Ante la variedad de situaciones abordadas, este proceso debería permitir la
reconstitución de los hechos principales de la espiral represiva dictatorial y
llevar así a la acusación de una quincena de responsables, militares y civiles,
de la dictadura. Aunque algunos de ellos se encuentran ya entre rejas e incluso
se niegan a presentarse ante el tribunal, se trata de realizar un juicio
altamente simbólico (3). Este proceso, previsto inicialmente para el mes de
mayo, acaba de ser postergado debido a las dificultades para encontrar a todos
los testigos y expertos, provenientes del extranjero. Actualmente parece seguro
que el juicio por fin tendrá lugar, ¡después de casi diez años de procedimiento!
La dificultad de las investigaciones hechas, la lentitud de la justicia
francesa, el poco apuro de los tribunales chilenos por colaborar, pero también
los importantes lazos que unen a los mundos del negocio de París y Santiago, han
frenado esta diligencia histórica. Para las familias y las asociaciones
movilizadas, el objetivo es claro. Según la
Asociación de ex prisioneros políticos
chilenos en Francia: "representará el reconocimiento
internacional de un derecho a la justicia que el Estado chileno todavía no ha
sabido aplicar. Para nuestra asociación, cuyos objetivos son la verdad, la
justicia y la memoria, este proceso recompensa diez años de lucha." A su lado,
como parte civil, aparte de las familias, está la Federación Internacional de
los Derechos Humanos (FIDH)
y sus ligas francesa (LDH) y chilena (CODEPU),
así como la asociación altermundialista Francia América Latina (FAL),
quien su fundó hace más de treinta años justamente para solidarizarse con el
pueblo chileno. Este proceso será seguramente una nueva oportunidad para
reforzar los lazos de solidaridad de ambos lados del Atlántico, a fin de apoyar,
de manera unitaria, las movilizaciones contra la impunidad y, asimismo,
establecer el vínculo indispensable entre las luchas sociales actuales en un
Chile transformado en laboratorio del neoliberalismo.
-----------
NOTAS
[1] El estado chileno reconoce oficialmente la muerte y desaparición de más de
2200 personas y la tortura de más de 27000 individuos (cifras muy por debajo de
la realidad, como lo hacen anotar la mayoría de los historiadores).
[2] Los acusados son: CONTRERAS SEPÚLVEDA Juan Manuel Guillermo, BRADY ROCHE
Hermán Julio, ESPINOZA BRAVO Pedro Octavio, SANDOVAL POO Emilio, RAMÍREZ PINEDA
Luís Joachim, AHUMADA VALDERRAMA Rafael Francisco, GODOY GARCÍA Gerardo Ernesto,
ZAPATA REYES Basclay Humberto, KRASNOFF MARTCHENKO Miguel, MOREN BRITO Marcelo
Luís, SCHAEFFER SCHNEIDER Paul, ARRANCIABIA CLAVEL Enrique Lautaro, ITURRIAGA
NEUMANN Raúl Eduardo, ZARA HOLGER José Octavio, RIVEIRO José Osvaldo.
[3] La justicia francesa reconoce la posibilidad de "juzgamiento en ausencia".
Franck Gaudichaud
pertenece al colectivo de Rebelión. Es doctor en Ciencias Políticas y autor de
Poder Popular y Cordones industriales. Testimonios sobre la dinámica del
movimiento popular urbano en Chile - 1970-1973 (LOM, Santiago de Chile,
2004, www.lom.cl)
y Operación Cóndor. Notas sobre el terrorismo de Estado en el Cono Sur (Sepha,
Madrid, 2005, www.editorialsepha.com).
Fuente: lafogata.org