Latinoamérica
|
Neoliberalismo y salud en Chile
Eduardo Andrade Bone
AIP
NEOLIBERALISMO, LOS POBRES Y LA SALUD EN CHILE
Desde que en Chile se comenzaron a implementar políticas económicas al servicio
de los grandes empresarios, las trasnacionales y la clase económicamente
dominante del país, las carencias sociales y deficitarias siguen reinando en
gloria y majestad.
35 años entre dictadura y gobiernos de la coalición de partidos políticos más
conocidos como la Concertación, que se declara ser de una tendencia de
centro-izquierda, pero que en la realidad práctica y cotidiana aplica políticas
económicas y sociales de extrema derecha (ultra neoliberales), tiene dentro de
su mayores carencias un muy mal servicio de atención a la salud, en donde los
sectores sociales de menores ingresos suelen ser los más perjudicados.
Recordemos además que la actual presidenta, Michelle Bachelet, ante de ser la
primera mandataria de la nación ocupo las carteras de Salud y Defensa
respectivamente. Como ministra de Salud se le dio la tarea de poner termino a
las largas colas en la atención en los servicios de salud de los barrios
populares y residenciales del país, Sin embargo su responsabilidad como ministra
de salud, paso sin pena ni gloria, pues las carencias existentes en este plano
aún siguen vigentes y el cacareado Plan Auge sigue manteniendo las colas en la
mayor parte de los establecimientos hospitalarios, y todo se ha traducido a
políticas cosméticas, de parche y no ha soluciones de fondo. Es más, bajo los
gobiernos de la Concertación han existido serios intentos de privatizar todo el
sistema de salud, con las consecuencias pertinentes de lo que eso significaría
para la gran mayoría de los que sobreviven de ingresos que no son éticos ni
dignos, en un país donde ya existe una atención de salud para ricos y otra para
pobres.
Al respecto los chilenos que proceden de los estrato sociales más bajos, en su
participación en un trabajo de investigación desarrollado por la Universidad
Católica Silva Henríquez, bajo la responsabilidad de la Escuela de
Administración y Economía de esa casa de estudio, en un trabajo denominado
"Percepción de la población pobre de Santiago sobre la atención de salud en
Chile", nosda cuenta que el 63,8% de los estratos sociales más pobres consideran
que la calidad de la atención de salud es "mala" o "muy mala". Solo un 11,9%
considera que la atención de salud es buena, mientras que el 24,3% la considera
"regular". En definitiva el neoliberalismo en el poder y en su cogobierno con el
pinochetismo (UDI-RN) ha sido incapaz de generar un sistema de salud eficiente,
de calidad y justo para la gran mayoría de los chilenos.
De allí que todas las bravuconadas que proceden de las altas esferas de gobierno
y de la dirigencia de los partidos políticos corrupto de la Concertación y la
Alianza por Chile, no son más que eso, cuando se trata de resolver los grandes
problemas sociales que padece la gran mayoría de los chilenos, golpeados por un
esquema económico que ha generado grandes injusticias y desigualdades sociales,
en donde la muestra de la Universidad Católica Silva Henríquez es clara en este
sentido. Recordemos que dicha casa de estudios es una de las pocas instituciones
existente en Chile, que realiza investigación a partir de los estratos sociales
más pobres del país y que suman la gran mayoría de los chilenos.
El chascarro que se le hizo pasar hace unas semanas atrás a la primera
mandataria en la inauguración del Hospital de Curepto, ubicado en la región del
Maule, fue inaugurado pese a no contar con las camas ni personal suficientes, ni
el equipamiento necesario, es el reflejo de lo que es el actual sistema de salud
chileno. Bueno, pero en Chile los montajes de las inauguraciones no solo ocurren
en el ámbito de la salud, sino que en muchas otras áreas del trabajo
gubernamental.
Pero los chilenos más golpeados por el capital neoliberal, no solo se quejan de
la pésima atención de salud, sino que además expresan que no "todas las personas
tienen iguales oportunidades para obtener atención de salud en Santiago" (55%).
Solo el 8,7% consigna la existencia de un sistema de salud efectivo, ello es un
reflejo además lo que es la sociedad de clases en Chile, cuando se trata de
ricos o pobres.
Los gobiernos de la Concertación con bombos y platillos de jactan del buen gasto
público existente en Chile en materia social. Sin embargo un 79,2% de la
población consultada está de acuerdo con que "hay poco apoyo estatal para que
las familias pobres obtengan una mejor calidad de atención de salud", proporción
que se mantiene desde el 2004 a la fecha, destaca el informe. Además los
sectores sociales de menores ingresos expresan en un 77,8% de este grupo de la
población que comparte la idea de que "las personas pobres debieran obtener
atención de salud gratuita para todo tipo de enfermedades", en un sistema que
debiera ser auténticamente solidario.
Ahora en todas las quejas que expresan los más pobres de Chile, manifiestan que
el cacareado Plan Auge, no ha resuelto el mejoramiento de la calidad de la
atención de salud, la rapidez en la atención, la falta de especialistas en los
centros de salud de los barrios populares, deficiencias en la entrega de horas
para la atención médica, mal trato del personal administrativo y otras quejas
menores.
Pero los sectores sociales más perjudicados por las políticas neoliberales de
los gobiernos de la Concertación, una vez más se quejan y reprueban el actuar y
accionar de la autodenominada clase política que cogobierna el país en materia
de salud, que son los que obtienen las mayores condenas, critica y reprobaciones
en su papel de servidores públicos.
Cabe recordar que en Chile, la autodenominada clase política que cogobierna el
país, en las diversas encuestas que se han realizado es reprobada por alrededor
del 70% de la población, la que se siente desencantada, desilusionada y
frustrada ante la elite política existente en el país.
Finalmente el investigador Marcelo Yáñez, a cargo del estudio del centro
universitario, expresó que "las personas pobres de Santiago continúan teniendo
una imagen negativa de la calidad de la atención de salud a la que pueden
acceder ellos y sus familias en Santiago, lo cual es preocupante dado que más
del 80% de los entrevistados han acudido a un consultorio el último año, por lo
que sus apreciaciones están ligadas a su experiencia cotidiana con el sistema de
atención primaria."
Luego agrega Yáñez que la investigación considera más de 25 preguntas, se
realizó a través de una encuesta aplicada cara a cara a jefes de hogar y dueñas
de casa, a una muestra seleccionada aleatoriamente en las diferentes etapas de
muestreo (comuna, sector, calle, hogar, persona) de 338 personas pobres de
municipios como Conchalí, Huechuraba, Recoleta, Renca, Cerro Navia, Quinta
Normal, Estación Central, El Bosque y San Ramón. El estudio posee un 99,7 de
nivel de confianza y un 4,2% de error muestral estimado.
A efectos de este estudio se considera a una persona en condición de pobreza si
su ingreso líquido mensual per cápita es hasta de $100.000 (223 dólares) en el
caso de familias de dos ó más integrantes, y de hasta $150.000 (335 dólares) si
es una familia unipersonal, por lo que bajo esta línea de pobreza se encuentra
entre 40% a 45% de la población de la capital.
En Chile actualmente por obra y gracia del capital neoliberal y las políticas de
servidumbre de la Concertación con los grandes empresarios, las trasnacionales y
la clase económicamente dominante existente en el país, un millón y medio de
chilenos viven en la extrema pobreza, cinco millones en la pobreza y otros
tantos millones que viven la pobreza disfrazada, y sin esperanza de que los
servicios de salud vayan a mejorar, mientras exista el reinado del capital
neoliberal.