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Nunca fui terrorista ni Lucha Indígena lo es EL TERRORISTA ES EL GOBIERNO
En el periódico "La Razón" de Lima del 1 de marzo del 2008 aparece un
artículo donde se acusa a "Hugo Blanco editor de la revista Lucha Indígena" de
ser "aliado estratégico" del "grupo terrorista MRTA".
Respondo: Comencemos exponiendo el significado de la palabra "terrorista".
Hugo Blanco
TERRORISMO.- Es la acción de pretender imponer posiciones políticas por el
terror, por el amedrentamiento.
Quienes se sienten incapaces de convencer de posiciones políticas por el
razonamiento, se lanzan a cometer masacres, asesinatos, secuestros y otras
acciones violentas, no para convencer sino para aterrorizar, amedrentar a la
gente.
En Sendero Luminoso, vimos esa actitud a lo largo de todo su accionar. En el
MRTA, en algunas ocasiones, como contra los hermanos Ashanincas, también vimos
esa actitud.
Pero en quienes sí vimos un derroche de acciones terroristas fue en los
gobiernos de Fujimori (entre muchos otros el caso Colina por el que actualmente
está siendo juzgado) y en el primer gobierno de Alan García (Los penales, Cayara,
Accomarca, grupo Rodrigo Franco, etc.).
Estas acciones gubernamentales buscaban aterrorizar a los gobernados para
acallar las protestas de éstos.
Tienen agravantes con respecto a SL y MRTA: Éstos luchaban EN FORMA EQUIVOCADA
contra las injusticias del sistema de opresión y hambre, conscientes de que en
esas acciones arriesgaban la vida o largas prisiones. Mientras que los gobiernos
mencionados ejercieron el terror EN DEFENSA DE LAS GRANDES EMPRESAS
MULTINACIONALES, en defensa de la opresión, en defensa de la injusticia, no sólo
contra SL y MRTA sino contra todo el pueblo peruano. Además, otro agravante
frente a los grupos mencionados es que actuaban con toda impunidad, conscientes
de que ningún castigo vendría contra ellos. Afortunadamente, gracias a la
consecuente y pacífica lucha de nuestro pueblo, la convicción de la impunidad
que tenía Fujimori y la gente a su servicio, está resultando falsa. Precisamente
esa es la preocupación del otro gobierno terrorista y genocida, a García le
producen pesadillas las noticias del juicio a Fujimori.
Mencionemos la captura de la embajada japonesa por el MRTA: En mi opinión fue un
acto terrorista, pues pretendía amedrentar para conseguir sus fines políticos.
Sin embargo el comportamiento de los secuestradores no fue consecuentemente
terrorista pues no mataron ni hirieron a ninguno de los rehenes. El gran acto
terrorista fue el del gobierno de Fujimori que no dejó con vida ni a los que se
rindieron, asesinándolos a todos, como denuncio inclusive un ex rehén, un
diplomático japonés.
En su segundo período, Alan García suspira añorando los años de su primer
período en que con toda facilidad aterrorizaba impunemente. Sigue siendo el
mismo, por eso puso como vicepresidente a Giampietri, otro masacrador, pero ya
no puede actuar igual. Se ve restringido en su actitud terrorista, pero no la
abandona: La ley que penaliza las protestas sociales tiene como objetivo
aterrorizar a la población para que no proteste. Los asesinatos cometidos
durante el paro agrario, también tienen el objetivo de aterrorizarnos. Ese mismo
objetivo tienen los procesos abiertos a los dirigentes, el apresamiento de los
bolivarianos, la ley que prohíbe a las autoridades regionales y municipales
participar de las protestas, la ley que dispone que el ejército asuma funciones
policiales, la que da impunidad a los policías que maten, etc.
Ante la imposibilidad de convencer a la población, todas esas acciones tienen el
objetivo de ATERRORIZARLA, por lo tanto son acciones TERRORISTAS.
En cuanto se refiere a mi persona, siempre he entendido que la justicia social
por la cual lucho le conviene a la mayoría, por lo tanto, pacientemente, es
coherente CONVENCER a esa mayoría, de que es necesario y posible luchar por sus
derechos. POR ESO SIEMPRE HE ESTADO EN CONTRA DEL TERRORISMO.
Estoy en contra del terrorismo de los gobiernos que tiene como objetivo aplastar
al pueblo. Estoy en contra del terrorismo de quienes buscan la justicia pues con
sus acciones dan pretexto al terrorismo gubernamental. Los 70,000 muertos
víctimas de la guerra interna, el asesinato de dirigentes populares, el
aplastamiento de las organizaciones del pueblo, nos muestran eso ("De buenas
intenciones está empedrado el camino del infierno"). Además, SL mató muchos
dirigentes populares y cometió masacres, yo mismo estuve sentenciado a muerte,
tanto por SL como por el Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), por eso tuve
que abandonar el país. El MRTA, como dijimos más arriba, mató a nuestros
hermanos ashánincas que no eran parte de las fuerzas represivas sino del pueblo,
por quienes ellos decían luchar.
Estoy en contra de todo terrorismo, venga de donde venga.
Las acciones por las que pidieron para mí la pena de muerte y por las cuales
estuve preso, no tuvieron un ápice de terrorismo, fueron acciones contra el
terrorismo: El campesinado en forma absolutamente democrática resolvió realizar
la reforma agraria liquidando el sistema feudal de haciendas. Frente a esta
acción democrática y pacífica, los hacendados asumieron la actitud terrorista de
andar armados amenazando a la gente. Luego el propio gobierno cometió la actitud
terrorista de pretender aplastar el movimiento pacífico y democrático de los
sindicatos campesinos mediante la represión. Fue contra esas acciones
terroristas que el campesinado, en forma democrática decidió defenderse contra
el terrorismo y organizar comités de autodefensa armada; democráticamente me
nombró para que dirigiera la organización y la acción defensiva antiterrorista.
Por acatar esa decisión democrática es que pidieron para mí la pena de muerte.
El empuñar un arma, por sí mismo, no lo hace a uno terrorista. No fueron
terroristas quienes hicieron la Revolución Francesa, no fue terrorista George
Washington, no fue terrorista Tupac Amaru, no fueron terroristas San Martín y
Bolívar, no son terroristas los zapatistas.
En cuanto al periódico "Lucha Indígena" que actualmente dirijo, pido a los
editores de "LaRazón" que señalen en qué página de alguno de sus 19 números hay
un artículo o alguna frase que se pueda calificar como incitadora del
terrorismo. No encontrarán una sola.
Quien sí, según muchos es el más grande terrorista del mundo es George Bush,
pues pretende aterrorizar al mundo con las masacres en Irak y Afganistán, con
los horrores de la prisión Abu Ghraib, con los inocentes no procesados y
torturados de Guantánamo y muchos otros indecibles horrores más.
Por favor señores de "La Razón", usen la razón cuando escriban, no usen el
término "terrorista" como un insulto en una disputa callejera contra posiciones
políticas opuestas a las vuestras, úsenlo en su verdadera acepción, aplíquenlo a
quienes usan el terror como instrumento ante su impotencia del convencimiento
con razones, no a mí ni a "Lucha Indígena".
Tengan cuidado de no usar el término precisamente para apoyar a verdaderos
terroristas.
Cusco, 20 de marzo de 2008 Hugo Blanco