Latinoamérica
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Raúl Reyes, el héroe asesinado por el fascismo colombiano
Miguel Urbano Rodrigues
www.odiario.info
Actualizado :: El gobierno de Álvaro Uribe asesinó en la madrugada del
sábado, en territorio ecuatoriano, al comandante Raúl Reyes de las FARC-EP, en
una operación concebida y ejecutada con apoyo de los EE.UU. La noticia fue
inicialmente divulgada por el ministro de la Defensa de Álvaro Uribe en un
comunicado triunfalista que deforma groseramente los acontecimientos, ocultando
la naturaleza criminal de la acción terrorista.
Según Juan Manuel Santos, Raúl Reyes habría sido abatido en un campamento
situado en Ecuador a 1.800 metros de la frontera, durante un bombardeo realizado
por la Fuerza Aérea de su país a partir de territorio colombiano, para «no
violar la soberanía » del país vecino. Pero aclara luego que posteriormente
tropas del ejército colombiano transpusieron la frontera y recogieron el cuerpo
de Reyes y lo llevaron a Bogotá para evitar que las FARC lo sepultasen.
La nota del ministro presenta, por absurda, un toque surrealista. Es
inimaginable, por incompatible con la ley de la gravedad, que un avión pueda
arrojar bombas sobre un campamento encontrándose a casi dos kilómetros de
distancia.Y sencillamente grotesco que esa mentira sea seguida de la confesión
de que fuerzas del ejército colombiano acabaron por atravesar la frontera,
violando la soberanía de Ecuador.
Las cosas pasaron de otra manera.
A través de satélites estadounidenses, Uribe tuvo conocimiento de la presencia
de un destacamento de guerrilleros de las FARC en Ecuador frente al Departamento
colombiano amazónico del Putumayo.
Bogotá supo, por delación, que Raúl Reyes se encontraba allí. El dirigente
revolucionario –segundo en la jerarquía de las FARC – tenia la cabeza a premio,
vivo o muerto, por 2,7 millones de dólares. La denuncia fue pagada y aviones de
la Fuerza Aérea-la más poderosa y bien equipada de America Latina- descargaron
una lluvia de bombas sobre el campamento. Despues llegaron fuerzas terrestres
helitransportadas y la policia colombiana para rematar los heridos.
En el ataque de pirateria aérea murieron,ademas de Reyes, el cantautor
revolucionario Julian Conrado (el gran artista de la rádio clandestina La Voz
de la Resistencia) y 16 guerrilleros. Fueron masacrados mientras dormían .Al
llegar, los ecuatorianos solamente encontraron ocultas en la floresta tres
guerrilleras heridas.
Reyes y otros compañeros tenían balas en la espalda y en la cara.
Uribe, al recibir la noticia, felicitó a la Fuerza Aérea, y el cuerpo de Reyes
destrozado por la metralla fue llevado para Bogotá. Luego fotos del cadáver del
héroe aparecieron en televisiones y periódicos de decenas de países. Casi el
mismo ritual macabro que envolvió el asesinato del Che,en 1967.
LOS BASTIDORES DEL CRIMEN
El atentado terrorista ocurrió en un momento en que la campaña para la
liberación de la franco-colombiana Ingrid Bettancourt asume un estilo histérico
e inspira titulares de la llamada gran prensa internacional. Nunca se mintió
tanto sobre la realidad colombiana como en estos días en que, a pretexto del
sufrimiento de la ex-candidata a la Presidencia, las FARC son blanco de una
montaña de calumnias.
Un día quedará evidente que en el debate sobre el intercambio humanitario las
FARC actuaron permanentemente con transparencia y autenticidad revolucionaria, y
Uribe con hipocresía y objetivos inconfesables.
Correspondiendo a repetidos llamamientos de Hugo Chávez y de la senadora Piedad
Córdoba, las FARC han decidido, en una primera fase, liberar unilateralmente a
Clara Rojas y a la ex-diputada Consuelo Perdomo. La operación fue sin embargo
retardada por algunos días porque Uribe intensifico la concentración de tropas
en el área donde ambas deberían ser entregadas a la Cruz Roja Internacional
antes de viajar para Caracas en helicópteros venezolanos.
Las FARC eran conscientes de los enormes riesgos que la operación creaba.
Solamente quienes conocen la geografía de Colombia -un país con 1.140.000
kilómetros cuadrados y 45 millones de habitantes, surcado por tres cordilleras,
ríos gigantescos, y en gran parte cubierto por la densa floresta amazónica-
puede valorar lo que significo conducir las dos mujeres desde el desconocido
campamento en que se encontraban hasta el Departamento del Guaviare, cerca de la
frontera de Venezuela. Es útil desde luego recordar que el ejército colombiano
violó el compromiso del cese del fuego y empezó a bombardear el lugar una hora
después de la salida de los helicópteros.
Washington ha transmitido obviamente a Bogotá minuciosas informaciones recogidas
por sus satélites sobre el recorrido del comando guerrillero encargado de
entregar a Clara y Consuelo a la Cruz Roja.
Insistieron posteriormente las FARC en la desmilitarización de los municipios de
Pradera y Florida como condición indispensable al intercambio humanitario
exigido por el pueblo colombiano, operación que preveía el cambio de 40 rehenes
en poder de las FARC -entre los cuales Ingrid Bettancourt- por 500 guerrilleros
encarcelados en presidios estatales. Uribe se negó a atender todas las
propuestas internacionales recibidas, que tenían el objetivo de un futuro
acuerdo para el cambio de prisioneros.
No obstante esa actitud intransigente del presidente neofascista de Colombia,
las FARC, en respuesta a un nuevo pedido de Hugo Chávez decidieron liberar,
también en gesto unilateral, a cuatro diputados en su poder.
Una vez más, la operación fue aplazada porque el ejército, en vísperas de la
fecha establecida, desplazó poderosas fuerzas, concentrándolas en los
Departamentos del Caquetá, del Meta y del Guaviare donde las FARC está bien
implantadas entre los pobladores y por los cuales los parlamentarios podrían
pasar.
Era doble el objetivo de esa iniciativa militar. Si se producía un choque
directo, Uribe responsabilizaría a las FARC por la muerte eventual de los
diputados. Simultáneamente, los aviones espías, equipados con una tecnología de
punta que Washington sólo proporciona a Israel, estuvieron activísimos. Los
satélites norteamericanos transmitieron otra ves informaciones importantes al
Pentágono que las comunicó a Uribe.
Pero las FARC cumplieron, lo que no impidió una intensificación de la campana
pro-liberación inmediata e incondicional de Ingrid Bettancourt. Hasta el Papa
participó. Esa exigencia era, en las condiciones existentes, de imposible
aceptación. Una mujer frágil, enferma, no podía en ninguna hipótesis caminar
durante días a través de regiones selváticas, donde además las tropas
colombianas podrían interceptar al comando encargado de la misión.
Las FARC repitieron por lo tanto su propuesta de desmilitarización de los
municipios de Pradera y Florida, sin la cual el intercambio humanitario es
inviable.
EL HEROE
El comandante Raúl Reyes era después de Manuel Marulanda, el miembro más
destacado del secretariado y del Estado Mayor Central de las FARC.
Revolucionario desde la juventud - tenia actualmente 60 años- se estrenó como
sindicalista en las luchas contra los gobiernos oligárquicos de su país Ellas
fueron una iniciación para otras batallas políticas y militares. Hace mas de 30
anos, Luis Edgar Devia adhirió a las FARC y se transformo en Raúl Reyes, un
comandante guerrillero que rápidamente alcanzó renombre internacional.
Lo conocí en mayo del 2001. Recibí una invitación para visitar su campamento,
próximo a San Vicente del Caguán, capital de la entonces zona desmilitarizada.
Acepté y me quede tres semanas.
Raúl Reyes no impresionaba por la apariencia física Bajo, cañoso, tenia un
timbre de voz suave. Hablaba pausadamente. Pero luego en la primera noche,
después de la comida, cuando conversamos en su puesto de comando –una modesta
oficina instalada bajo una tienda oculta por los altos arboles de la floresta -
me he dado cuenta de que aquel guerrillero frágil era una personalidad
excepcional. Nunca lo he visto sin su uniforme y solamente retiraba el fusil del
hombro en los momentos de descanso.
En ese primer encuentro hablamos de la crisis mundial, antes de que me ofreciera
libros y documentos como prologo indispensable al dialogo sobre la lucha de las
FARC. El era el responsable por las conversaciones en busca de la Paz que
transcurrían en esas semanas cerca del caserío de Los Pozos con los
representantes del gobierno del presidente Pastrana.
Corrían los tiempos en que Pastrana saludaba respetuosamente a Marulanda con
abrazos de Judas, días en que he visto embajadores de países de la Unión Europea
disputando las palabras y una sonrisa de Marulanda, el legendario Tirofijo,
comandante en jefe de las FARC.
Viajé con Reyes para la Macarena, en junio. Allí las FARC entregaron a la Cruz
Roja, en gesto unilateral, 304 militares, prisioneros de guerra.
No olvido el privilegio de mantener con Raúl Reyes, en madrugadas intrépidas,
bajo las estrellas, con el campamento en silencio, largas conversaciones sobre
su organización revolucionaria, América Latina y la estrategia del imperialismo
estadounidense, el gran enemigo de la humanidad. Y también sobre la vida.
Escribí en ese campamento artículos para "Avante!"sobre los combatientes de las
FARC, y una entrevista también publicada por el órgano del PCP. La atmósfera
tenía algo de irreal, porque los textos eran transmitidos por la secretaría de
Raúl para un destinatario que los encaminaba después para el periódico.
Internet, curiosamente, funcionaba como instrumento utilizado por una guerrilla
marxista-leninista.
Para honor y provecho mio, Raúl Reyes mantuvo el contacto conmigo cuando regresé
a La Habana, en donde yo residía. Con frecuencia recibía mensajes suyos -a
través de comandantes amigos- con informaciones importantes y agradeciendo
artículos que publicara sobre la lucha de las FARC.
Recuerdo que poco antes del secuestro en Ecuador del comandante Simón Trinidad –
después extraditado para los EEUU – Reyes había sugerido que volviera a la selva
colombiana. El proyecto fue entonces cancelado porque la frontera ecuatoriana se
había hecho muy insegura.
Hasta su ultimo día, Raúl Reyes fue la voz de las FARC en su dialogo con el
mundo. Mas el comandante guerrillero, incumbido de una montaña de tareas, aun
conseguía encontrar tiempo para escribir artículos, algunos sobre temas
ideológicos, para la revista Resistencia, órgano internacional de, las
FARC, y para dar entrevistas a periodistas de Europa, América Latina y Estados
Unidos. En esos trabajos, el saber, la experiencia y la firmeza del comunista
tenían como complemento harmonioso la cultura del intelectual humanista.
Uribe brinda ahora por la muerte del combatiente que, en las palabras de Jaime
Caicedo, secretario general del Partido Comunista Colombiano, fue un
revolucionario ejemplar « que entregó la vida por la causa en que creía».
El triunfalismo del presidente neofascista de Colombia – que financió el
paramilitarismo cuando era gobernador de Antioquia y cuyo nombre figura en la
lista de narcotraficantes elaborada por la Drug Enforcement Agency de los
EEUU, pero es hoy el mejor aliado de Bush en el Continente- no tiene el poder de
hacer historia.
El paso por la presidencia de sus países de aventureros reaccionarios como Uribe
y Bush dejará solamente memoria de actos sombríos y crímenes contra la
humanidad. Raúl Reyes entra, al desaparecer asesinado, en el panteón de los
héroes de América Latina. Como Sucre, Bolívar, Artigas, el Che. Raúl Reyes
transpone la frontera de la única eternidad posible, la de los hombres y mujeres
que han vivido para servir a la Humanidad y contribuir para que ella prosiga
caminando.
La marcha contra el Paramilitarismo y por la Paz, del día 6 de Marzo, en
Colombia y en diferentes capitales de Europa y América asume ahora también el
significado de homenaje póstumo a Raúl Reyes. La solidaridad con los que luchan
y mueren por una Colombia democrática y progresista es más que nunca necesaria
Serpa, 2 de marzo de 2008-03-02
El original portugués de este articulo se encuentra en